¿Volveremos a los estadios de la mano de la tecnología?

Innovación

Una goleada legendaria en la Champions. Emotivos ascensos y dramáticos descensos. Canastas en el último minuto. Todos ellos, momentos históricos sin público.

La pandemia de COVID-19 ha vaciado de público los estadios de medio mundo. La mayoría de las competiciones lograron cerrar la temporada en julio y agosto y muchas de ellas han retomado la actividad bajo estrictos protocolos de seguridad sanitaria. Sin embargo, los estadios siguen vacíos. Hoy, más que nunca, ha quedado claro que el deporte, sin las aficiones, es menos deporte. ¿Puede la tecnología echarnos una mano?

El deporte que viene

No son pocas las competiciones que están planteándose la vuelta de los aficionados a los campos y canchas españolas. De hecho, el Consejo Superior de Deportes todavía mantiene la puerta abierta a jugar con público y las competiciones de fútbol no profesionales podrían retomar la actividad en octubre con hasta 1.000 aficionados o un 60% del aforo por partido.

Sin embargo, la pandemia sigue tan activa como siempre y los protocolos de control del aforo, para asegurar que se cumplen las distancias de seguridad y se pueden tener el resto de medidas sanitarias, son muy necesarios. En este sentido, mejorar la gestión del acceso del público (evitando el contacto con elementos físicos como entradas) y maximizar el uso de los estadios reforzando el control del aforo son clave.

Para ello, la biometría facial, los códigos QR, la simulación de aforos y la inteligencia artificial y el machine learning aplicados a la analítica de vídeo podrían convertirse en las tecnologías clave de la nueva normalidad del deporte, tal como señalan desde la división de Seguridad de Everis Aeroespacial, Defensa y Seguridad.

Biometría y QR para acceder al estadio

Al igual que sucede en los medios de transporte públicos, las fábricas o los colegios, el acceso a los estadios es uno de los momentos de mayor riesgo de contagio. Se debe evitar que haya aglomeraciones, manteniendo las filas ordenadas, y, además, es importante minimizar el contacto con puertas, tornos y elementos identificativos como carnés y entradas. En este sentido, hay dos tecnologías que ya han demostrado su utilidad.

La identificación biométrica con cámaras permite reconocer correctamente a cada aficionado (mediante, por ejemplo, un escáner biométrico de su cara) y eliminar los contactos con los dispositivos de acceso físico y de identificación. Por ejemplo, los espectadores podrían gestionar su entrada usando una aplicación móvil en la que introdujesen algunos datos biométricos. Al llegar al campo, un dispositivo los identificaría y permitiría la entrada automáticamente.

Esta tecnología puede complementarse con los códigos QR para reforzar la seguridad y la privacidad. Así, la aplicación podría almacenar los datos biométricos de forma local en el smartphone y codificarlos en forma de QR. Al llegar al estadio, un escaneo de este código daría la información temporal al dispositivo biométrico, que se encargaría de comprobar la identidad real del aficionado.

Los códigos QR, por sí mismos, son también una solución sencilla para eliminar los puntos de contacto físico. De hecho, ya eran habituales en muchos de los estadios de las grandes ligas que habían implantado sistemas de entradas electrónicas. Mediante un escáner sencillo, las puertas pueden abrirse o cerrarse automáticamente al leer el código de una persona con acceso al estadio.

IA: gestión de aforos predictiva y en tiempo real

La aplicación de la inteligencia artificial en algunos deportes no es nueva. Hay clubes que la utilizan para estudiar el mercado de fichajes; y la Real Federación Española de Fútbol la usa para prevenir lesiones y cuidar la salud de los árbitros. La Liga también la utiliza para generar los horarios de los partidos y para editar los resúmenes en vídeo.

En relación con la vuelta a los estadios, la inteligencia artificial y, en particular, el machine learning aplicados al análisis de vídeo podrían ayudar a los clubes a gestionar mejor los aforos, tanto de forma predictiva como en tiempo real. Por un lado, el modelado o la simulación inteligente permiten distribuir mejor a los aficionados en las gradas. Así, se garantiza que se cumplen las distancias mínimas de seguridad y se evita que se generen aglomeraciones en algunas puertas.

Por otro, gracias al análisis inteligente de la señal de vídeo en tiempo real de las gradas es posible monitorizar de forma automática el estado del público. Así, permite a los clubes reaccionar de forma rápida si se generan aglomeraciones o si se detecta algún incumplimiento de los protocolos sanitarios.

Para los clubes, la ausencia de público es una pérdida importante de ingresos. Para los jugadores, una fuente de motivación menos. Los aficionados se quedan sin una de sus principales vías de ocio. Y hasta las televisiones pierden, porque la imagen de los campos y las canchas vacías no es la misma. La pandemia y la seguridad sanitaria marcan los límites, pero quizá la tecnología pueda ayudarnos a reconfigurarlos.

Por Juan F. Samaniego

Imágenes | Unsplash/Vienna Reyes, Ferdinand Stöhr, Mitya Ivanov

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