¿Qué es Blockchain y cómo Orange está impulsando el desarrollo de esta tecnología?

Innovación

Blockchain es una tecnología que, según los expertos, va a cambiar totalmente el mundo en el que vivimos. Para hacernos una idea del giro que dará a nuestra existencia, algunos comparan la revolución que promete con la que en su día trajo el PC o la aparición de Internet. Ahí es nada.

Sin embargo, casi nadie sabe lo que es “la cadena de bloques”, a pesar de que pueden estar usándola. Por lo tanto, conviene primero hacer pedagogía. Y para ello recurrimos a Alex Preukschat (@AlexPreukschat), coordinador del libro ‘Blockchain: la revolución industrial de Internet’.

Para Preukschat, Blockchain es sencillamente una “base de datos” distribuida entre miles de participantes donde todos ellos tienen la certeza absoluta -garantizada por las matemáticas y la criptografía- de que las transacciones y anotaciones registradas en la misma son “ciertas, duraderas e infalsificables”.  Blockchain es, en esencia, un gran libro de contabilidad virtual.

El sistema, que sirve de base a la moneda virtual Bitcoin, se blinda frente a hackers, porque genera números que salen de operaciones matemáticas muy complejas que llevarían mucho tiempo resolver a los malos de la película. Además, al estar la información muy repartida en los diferentes nodos, Blockchain dificulta la acción de los atacantes, más acostumbrados a actuar sobre sistemas centralizados y fácilmente localizables.

La cadena que une Bitcoin y Blockchain

Bitcoin, y por ende Blockchain fue creada por el misterioso japonés Satoshi Nakamoto justo en los albores de la crisis económica y no está respaldada por ningún gobierno ni emitida por ningún banco central. Sin embargo, supone la llegada de la economía colaborativa, barata y descentralizada al mundo financiero, que siempre ha recurrido a pesadas estructuras centrales. Es decir, se trata de un verdadero sistema peer-to-peer formado por miles y miles de nodos u ordenadores, como aquellos que cambiaron para siempre el modelo de negocio de la música en los años 90, pero aplicado a los pagos.

En la actualidad, Blockchain se usa sobre todo para consignar transferencias de Bitcoins, pero en el futuro se podría usar para muchas más cosas, como intercambios de acciones de empresas o de propiedades inmobiliarias, la contratación de seguros, el voto electrónico, el registro transparente de gastos de las administraciones públicas o las operaciones de cualquier tienda virtual, entre otras cosas.

Alex Preukschat pronostica que modelos actuales como Amazon, Facebook, Uber o E-bay tendrán “contrarréplicas descentralizadas” valiéndose de Blockchain. Este sistema estará tan omnipresente como el aire que respiramos. De hecho, se apunta a que Blockchain será tan transversal como lo es hoy el teléfono móvil que utilizamos para trabajar o relacionarnos, y no importa que seamos abogados, informáticos o fontaneros.

En Estonia, el Gobierno ha recurrido a Blockchain para recoger la información médica de sus ciudadanos. En Londres, la compañía Electron se ayuda de Blockchain para reducir la huella de carbono fomentando el intercambio de información entre productores y consumidores de energía. Por su parte, en Italia han creado Helperbit, un sistema también basado en bloques de información que ayuda a que los donantes de fondos para ONG sean capaces de seguir el rastro de su dinero y evitar así las corruptelas que a veces se producen en torno a la ayuda humanitaria.

Alastria, el toque español de Blockchain

Ahora Blockchain también recibe un espaldarazo en España con la constitución de Alastria, un consorcio sin ánimo de lucro que reúne a 70 de las principales compañías de banca, energía y telecomunicaciones, entre ellas Orange, además de instituciones académicas y firmas de servicios.

Alastria desarrollará la tecnología de registros contables compartidos y todas las aplicaciones que se puedan dar a partir de ella. Para eso pone a disposición de todos una plataforma colaborativa común: la red Alastria.

Entre sus fundadores hay notarios y despachos de abogados que velarán por la seguridad y veracidad de la información. No en vano, el ID digital será el foco principal de Alastria en sus inicios a través del estándar de identidad digital “ID Alastria”, que permitirá que los ciudadanos tengan el control sobre su información personal de forma transparente siguiendo las directrices que marca la Unión Europea.

Alastria estará abierta a otras grandes empresas, pero también a startups y pymes. También va a buscar vías de colaboración para identificar casos de uso de Blockchain en los organismos públicos y monitorizar aquellos servicios que están en proceso de estudio y análisis, haciendo lo propio en el ámbito de la comunidad docente.

Por último, el desarrollo de la plataforma Alastria no se quedará en el crecimiento de su número de socios, sino en el desarrollo propio de la tecnología, que será abierto. De esta forma, el consorcio pondrá a disposición de la comunidad recursos y contactos para que el ecosistema pueda crecer y ampliar sus beneficios potenciales a más empresas y usuarios. La revolución Blockchain no ha hecho más que empezar. Si tienes más dudas, no te pierdas esta infografía en Nobbot.

Imágenes / iStock y Alastria

Por Juan I. Cabrera

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