¿Qué llegará antes: los coches sin conductor o los trenes autónomos?

tren autónomo

Innovación

Los vehículos sin conductor nos siguen pareciendo algo del futuro. Sin embargo, su llegada masiva está a la vuelta de la esquina y las raíces de esta tecnología son más antiguas de lo podríamos imaginar.

tren autónomo

El 1 de marzo de 2012, Google lograba la primera licencia de circulación para un coche autónomo. Lo hacía en el estado de Nevada. Atrás quedaban décadas de investigación para hacer realidad el sueño del transporte por carretera sin conductor. Por asfalto, que no por raíles. Mucho antes, concretamente en 1981, entraba en funcionamiento la primera línea de tren automatizada del planeta. ¿Cuándo se convertirán los trenes autónomos en algo habitual?

La automatización de los trenes

El de 1981 en Kobe, Japón, no fue un caso aislado. El metro de Lille, en Francia, tampoco tenía conductores a los mandos cuando fue inaugurado en 1983. Desde entonces, líneas de cercanías y metro con mayor o menor grado de automatización han echado a rodar. Copenhague, Londres, París o Barcelona son solo algunos de los ejemplos que se encuentran en Europa.

Los trenes autónomos que se mueven en circuitos cerrados, con condiciones predecibles, recorridos por el mismo tipo de vehículos y con un sistema de gestión unificado llevan años siendo una realidad. Sin embargo, la automatización necesaria para circular por entornos abiertos, en los que las infraestructuras se comparten entre alta velocidad, mercancías y cercanías y diferentes vehículos, todavía es un desafío.

metro autónomo de copenhague

Y es que, al igual que sucede con los coches, existen diferentes niveles de sistemas autónomos para el transporte ferroviario. Del GoA 1 (del inglés grades of automation) al 4, la Unión Internacional de Transporte Público (UITP) define diferentes grados de asistencia al conductor hasta su completa desaparición en el GoA 4. Estos son los principales proyectos que están en marcha en Europa.

Países Bajos, el GoA 2 es una realidad

A finales del año pasado, la compañía francesa Alstom, ProRail y Rotterdam Rail Feeding lograron operar, durante una semana, una línea de tren de más de 100 kilómetros entre Rotterdam (Países Bajos) y la frontera con Alemania. Los trenes, equipados con un sistema GoA 2, funcionan solos, aunque requieren la supervisión constante del maquinista. De acuerdo con Alstom, este sistema permite que los trenes sean más puntuales y reducir los intervalos de espera entre viajes, contribuyendo además a un consumo energético más eficiente.

Alemania: un tranvía, el primer paso

Durante cuatro días del pasado mes de septiembre, Siemens Mobility y ViP Verkehrsbetrieb Potsdam GmbH pusieron a prueba un tranvía autónomo de nivel dos con vistas a desarrollar una solución GoA 3 en el futuro cercano. Testeado en la ciudad alemana de Postdam en un entorno de tráfico real, el sistema con el que estaba equipado el tranvía le permitía reconocer todos los elementos de su entorno gracias a una serie de algoritmos de machine learning.

transporte DB en alemania

Pero este es solo un paso. La operadora de trenes alemana Deutsche Ban (DB) trabaja para que los primeros trenes autónomos circulen de forma regular en el año 2023. Por el momento, las pruebas se están llevando a cabo en un tramo de vía de 30 kilómetros en el estado de Sajonia, cerca de la frontera con la República Checa.

Francia toma la delantera

Si en esta carrera europea hay un país que ocupa el primer puesto, ese es Francia. El operador de transportes galo SNCF tiene en marcha un proyecto de GoA 4, el máximo nivel de automatización, junto a Bombardier, Bosch, Spirops y Thales. Las pruebas finales llegarán en solo dos años y en 2023 SNCF aspira a tener operativa su primera línea completamente autónoma.

“Si queremos que los trenes autónomos funcionen sin tener que cambiar las infraestructuras actuales, los trenes deben saber cómo posicionarse de forma precisa en las vías o en los andenes”, explica para Orange Luc Laroche, director del programa de trenes autónomos de SNCF. Para ello, sostiene, la precisión de los sistemas de geolocalización tiene que ser mucho mayor que la actual. Y los trenes deben poder comunicarse con su entorno. Aquí es donde entra en juego la comunicación móvil.

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El impulso de la red 5G

De todos los verticales en los que la tecnología 5G tiene potencial disruptivo, el del transporte autónomo es uno de los que más atención ha atraído. Las necesidades de comunicación de los vehículos sin conductor (V2X, vehicle-to-everything) requieren de redes móviles con altas capacidades de transmisión, latencia ultra baja y alta estabilidad. Estándares que el 5G puede alcanzar mejor que ninguno de sus predecesores.

En entornos abiertos e interurbanos, las redes 5G permitirán mayores tasas de transmisión de datos a altas velocidades. En entornos urbanos, harán posible el despliegue masivo de sensores y el control integrado del tráfico de forma mucho más eficiente. Dará igual que llegue primero el coche autónomo o el tren sin conductor. Lo importante es que la infraestructura de comunicaciones esté preparada para soportar el volumen de datos que suponga.

Por Juan F. Samaniego

Imágenes | Unsplash/madeleine ragsdale, Daniel Abadia, Maxim Melnikov, Metro Copenhague

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