Nuestros hijos pueden llegar a contenido sensible: ¿cómo actuar?

contenido sensible

Consejos y trucos

Siempre se compara internet con un vasto océano. Un lugar lleno de tesoros, pero también de riesgos. Y no es difícil que el contenido sensible o inapropiado llegue a ojos de nuestros hijos.

Ante todo, conviene no alarmarse. La mejor forma de actuar es tomándolo con calma y cierta distancia. El niño puede escandalizarse (o no), el primer sentimiento será el de extrañeza, y en nuestra mano está controlar la situación y reconducirla a través de la educación y una buena comunicación.

¿Qué es el contenido sensible?

Todo aquel material que fomenta malos hábitos y promueva valores negativos, aquellas imágenes o vídeos perturbadores, o la información violenta, pornográfica o escatológica podría encuadrarse dentro de este espectro. Por supuesto, no es igual de peligroso toparse con un vídeo erótico en clave cómica que una imagen de violencia explícita. Pero esto es algo que no tiene muchas diferencias en la niñez.

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En 2017, Twitter e Instagram presentaron una nueva funcionalidad: mostrar difuminado todo contenido sensible bajo el mensaje «Contenido Delicado: esta foto incluye contenido delicado que algunas personas pueden encontrar ofensivo o molesto». Con solo hacer clic en la parte inferior de la imagen, quedaba inmediatamente expuesta. En noviembre de 2019 estas reglas fueron actualizadas incluyendo más tipologías de contenido.

Pero, como veremos más adelante, estas medidas pueden ser vulneradas con facilidad. Una simple búsqueda directa arrojará un montón de imágenes y contenido inadecuado para nuestros hijos.

Cómo actuar ante el contenido sensible

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La primera recomendación es obvia: no prohibir. Con simplemente decir «no puedes ver eso» no solucionaremos nada, incluso atraeremos la curiosidad de los pequeños. Internet es la biblioteca más grande del mundo, el centro cultural más poderoso e inmenso de nuestra historia, así que debemos sacar provecho de sus valores positivos.

La segunda apela a la madurez del menor. Ante un niño de cuatro años poco vamos a negociar, y es responsabilidad nuestra velar porque ese contenido no llegue a sus ojos. Una serie de reglas básicas y un tutelado control parental será suficiente. Disponer de un antivirus actualizado es importante para evitar páginas maliciosas.

La gran mayoría de navegadores también cuentan con protección para evitar contenido inapropiado. Por ejemplo, desde el navegador Chrome, en Configuración de búsqueda, debemos ir a Filtros SafeSearch y después marcar la casilla «Filtrar los resultados explícitos». En la pantalla inferior pulsamos Guardar y ya habremos filtrado buena parte de los contenidos más delicados. Veamos a continuación cómo activar el control parental en las dos plataformas más usadas.

Cómo activar control parental en Android y cuentas Google

La mejor forma de hacerlo es a través de Family Link, un sistema que vincula la cuenta de Google o Gmail a un número móvil. En primer lugar, debemos descargar la aplicación y configurarla como padre, madre o tutor. Después descargamos la versión para niños y adolescentes y creamos una cuenta dándole al botón “unirse”.

Tras una segunda validación, en el siguiente apartado podremos elegir las apps a las que tendrán acceso, y gestionar la ubicación mediante geolocalización, el tiempo en pantalla o incluso el tipo de aplicaciones que pueden instalar en el dispositivo. También se recomiendan apps como SecureKids o Kaspersky SafeKids para mantener el dispositivo protegido en todo momento.

Cómo activar el control parental en Windows 10 y cuentas Outlook

El proceso en cualquier equipo con sistema operativo Windows 10 es muy sencillo. La ruta a seguir es Inicio > Configuración > Cuentas > Familia y otras personas. Una vez aquí podemos agregar un familiar y, cuando nos pregunte si se trata de un menor o un adulto, agregamos primero al adulto, que será quien tenga el control de la cuenta, y después un menor, indicando la fecha de nacimiento y la contraseña para cada perfil. Esto condicionará el inicio de sesión dentro del dispositivo.

Consejos para ayudar a nuestros hijos

Si nuestro hijo ya ha pasado la primera infancia, la simple ‘censura’ no será impedimento para que hurguen por Internet. En estos casos podemos recurrir a este tipo de soluciones:

Cómo revisar las búsquedas de nuestros hijos

Imaginemos por un momento el siguiente escenario: nuestro hijo quiere comprar unos cromos FUT para FIFA 20 y ha encontrado una suculenta oferta. En redes sociales como Facebook o Twitter a veces encontramos scammers y perfiles falsos que pagan un banner para promocionar una oferta falsa. Una forma de fraude escondido tras un cupón de descuento. En estos casos es muy importante tutelar la actividad del niño y revisar su historial de búsqueda.

Esto es algo que debemos hacer, no a través del propio navegador, que puede ser borrado con facilidad, sino a través de My Activity de Google o el siguiente atajo en Windows: pulsamos Windows + R, pinchamos sobre Ejecutar en la ventaja que aparecerá, escribiremos el comando cdm y en el guion bajo que aparecerá en la ventana escribiremos Ipconfig/displaynds. Después pulsamos Enter y automáticamente veremos todo el historial, hasta en caso de borrado.

Y no lo olvidemos, los navegadores también alojan datos en nuestro disco duro. Ese posible contenido sensible puede encontrarse en esta ruta:

En cualquier caso, una vez detectemos posible contenido sensible, no debemos darle más importancia de la necesaria, sino abordarlo como una cuestión educativa de la cual aprender juntos y saciar así la curiosidad del menor.

Imágenes | Pixabay (portada), Unsplash (1 y 2 y 3). Capturas de Instagram y Google Family Link

Por ISRAEL FERNÁNDEZ

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