La tecnología, y en concreto el campo de la telefonía móvil, ha tenido innumerables avances que hace años consideraríamos impensables y que nos permiten llevar en el bolsillo un ordenador, una cámara digital, un reproductor de música, etc. Sin embargo, hay algo en lo que los teléfonos de hoy en día han empeorado, la resistencia a los golpes. Todas las marcas trabajan en fabricar productos con materiales más resistentes, como pueden ser el Gorilla Glass o los recubrimientos de cristal de Zafiro, y, pese a su empeño, las pantallas se siguen rompiendo.
Vamos a ponernos en situación, imaginemos que acabamos de comprar un Smartphone de gama alta, unos 1.000€ aproximadamente (aunque pueden llegar a sobrepasar en algunos casos los 2.000€). Los teléfonos de gama alta suelen estar fabricados con materiales premium, lo que para muchos fabricantes significa incluir, por ejemplo, cristal en la parte trasera del terminal, que estéticamente mejora el diseño del producto, pero minimiza considerablemente la resistencia a los golpes. Desde que compramos el teléfono, las probabilidades de que se rompa son muy altas, sobre todo, durante los 6 primeros meses.
¿Tan frágiles son los teléfonos de hoy en día? Solo hay que ver las estadísticas: más del 50% de la población ha sufrido en algún momento una rotura de teléfono. En el caso concreto de España, nos encontramos con que somos el segundo país europeo con mayor siniestralidad, donde se realizan nada menos que 4,7 millones de reparaciones de teléfonos móviles al año.
Pero entonces, ¿cuánto cuesta reparar un teléfono? El precio medio de reparación en nuestro país se sitúa entorno a los 300€, superando los 500€ si se trata de terminales de alta gama. ¿Cómo puedo saber cuánto valdría arreglar la pantalla de mi teléfono? Realizando un cálculo rápido, el coste de reparación de una pantalla suele serde aproximadamente un 50% del precio de nuestro teléfono nuevo.
¿Y qué ocurre con otro tipo de reparaciones? ¿Y si se me moja el teléfono? Como la gran mayoría de los dispositivos electrónicos, si se moja, dejará de funcionar irremediablemente y no podremos repararlo, teniendo que comprar uno nuevo. En la gama alta es común ver como los fabricantes incluyen certificaciones IP que hacen que el teléfono sea resistente al agua, al polvo, etc., sin embargo, esa característica no es permanente y cualquier golpe o desgaste del teléfono puede poner fin a esta protección del fabricante, que, recordemos, no está incluida en la garantía.
Y a ti, ¿se te ha roto alguna vez la pantalla? ¿Has mojado alguna vez el teléfono? Esperemos que no te haya sucedido y, sobre todo, que no te suceda en el futuro, pero, por si acaso, recuerda proteger siempre tu dispositivo.
