Corredores digitales 5G y el proyecto ‘5G Connected car’

Corredores digitales 5G y el proyecto 5G Connected car

Red

Quizá la forma más acertada de imaginar la movilidad autónoma sea la de máquinas tanteando la oscuridad para poder desplazarse. Un vehículo autónomo no es sino un robot capaz de ver solo una parte de la realidad. Los puntos de referencia sobre los que apoyarse resultan imprescindibles.

Corredores digitales 5G y el proyecto 5G Connected car

Cámaras, balizas de posicionamiento, antenas de telecomunicaciones para envío de datos o marcas viales bien pintadas son solo alguno de los elementos necesarios para que el coche conduzca del punto A al punto B sin impedimento. Es decir, un corredor digital 5G como el del proyecto ‘5G Connected car’.

¿Qué es un corredor digital 5G?

Los esquiadores invidentes practican este deporte gracias a un guía que, delante de ellos, emite sonidos para marcar la trayectoria. En el caso de los vehículos inteligentes, estos se guían con un gran abanico de herramientas. Desde los satélites GPS a cámaras de seguridad.

Pero, en cierta medida, conducen ‘a ciegas’. De ahí que sea necesario marcar bien un trayecto sobre el cual primero se han colocado miles de puntos de referencia y apoyo. Cuando esta pasarela física se construye en base a conectividad 5G, tendremos un corredor digital 5G.

Durante un tiempo los coches no serán lo suficientemente inteligentes como para tomar sus propias decisiones. Necesitarán ayuda externa para conducir entre ciudades, o desde luego a través de ellas. De ahí que necesitemos estos corredores y baja latencia 5G.

Así funciona un corredor digital 5G

Nos montamos en un coche autónomo y elegimos el destino. Las puertas se cierran y el vehículo arranca. Decenas de metros más allá, a la vuelta del primer giro, un coche convencional ha pinchado y permanece detenido en mitad de la vía. Por supuesto, el coche donde vamos montados no puede verlo y, sin embargo, conoce la presencia del vehículo detenido gracias a la red 5G.

Una cámara localizada cerca del vehículo parado ha sido capaz de verlo y ha enviado la señal al coche autónomo para que busque otra ruta. Como esta pasa cerca de una ruta ciclista, los teléfonos de estos últimos son detectados por la red de telecomunicaciones y nuestro vehículo baja de velocidad incluso antes de poder verles. Obviamente, esto ha sido una recreación futurista.

El proyecto ‘5G Connected car’

A día de hoy todavía estamos muy lejos de que un vehículo conduzca por su cuenta. Sin embargo, la ampliación de los sentidos humanos al volante será viable gracias a proyectos como 5G Connected car, un acuerdo entre Ericsson, Orange y el Grupo PSA. Este está probando nuevos sistemas de aviso al conductor similares a los que hemos visto arriba.

Así, la tecnología V2V y V2X (de vehículo a vehículo y del vehículo a todo lo demás) permite que los coches y la infraestructura se comuniquen entre sí. El conductor podrá ‘percibir’ que unos metros más allá hay niños cruzando la calle, y actuar en consecuencia.

Por descontado, V2V y V2X dependen de la infraestructura de red, convirtiendo las señales, semáforos, vehículos e incluso los pasos de cebra y otras marcas viales en objetos conectados de un IoT de alta velocidad gracias al 5G.

Los corredores digitales 5G aterrizarán a cuentagotas en las ciudades y carreteras. Primero en proyectos piloto, y luego como un nuevo estándar de infraestructura vial y de telecomunicaciones integradas. Como objetivos se encuentra la seguridad vial, las cero víctimas y el confort.

Por Marcos Martínez

Imágenes | iStock/wacomka

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