Las personas son el motor de la empresa, las ‘piezas’ de capital humano que la hacen posible y construyen la marca desde dentro. Bajo esta perspectiva, cuidar a nuestros empleados puede ser considerado como una inversión. De hecho, lo es, como explica Mónica G. Ingelmo, mánager de Beneficios, Administración de RR.HH. y Salud Laboral de Orange España.
Por cada euro invertido en mejorar la salud de los empleados, las empresas se ahorran de 2,5 a 4,8 euros en absentismo y entre 2,3 y 5,9 euros por enfermedad. Sin importar el tamaño de la marca, cuidar a nuestros empleados redunda, además de en el beneficio empresarial, en la satisfacción de mejorar la calidad de vida de las personas con las que se trabaja. Eso no tiene precio.
Más allá del reconocimiento médico
Un gran número de empresas realizan reconocimientos médicos a sus empleados. Con resultados anónimos, por supuesto, pero rara vez se trabaja en las empresas de forma activa por mitigar o revertir aspectos tan serios como el sobrepeso, a su vez relacionado con enfermedades como las cardiopatías.
Por ello en Orange hay un ‘ROI’ relacionado con la salud de los empleados que muestra los resultados en calidad de vida de proyectos como Fresh Program. Es una forma de medir cómo de útiles han sido las campañas de concienciación. Como ejemplo, el 64% de los empleados participantes en el último programa mejoraron su índice de masa corporal.
Aunque el IMC es una aproximación con matices, sabemos que el 40% de la población española tiene sobrepeso y el 21,6% obesidad. Las empresas disponen de los medios para ayudar a los empleados a llevar una vida más saludable. “Nos cuesta un poco más”, apunta Ingelmo, “mejorar los índices de deshabituación tabáquica”.
Los hábitos son un pilar fundamental en la salud
Hacer un pequeño descanso a media mañana y acudir a la máquina de snacks es una escena frecuente en las empresas. Qué mejor que ese snack sea una fruta fresca, transformando el hábito poco saludable de consumir un refresco en lata por otro que promueva una alimentación nutritiva y, de paso, con menor impacto ambiental.
Pero para eso ha de haber fruta en la oficina o, en el caso de la actividad física, algún programa que fomente el deporte. Como ejemplo, en Orange tiene mucho éxito un reto virtual que agrupa empleados en equipos de siete personas. El objetivo es caminar 10.000 pasos diarios cada uno.
“Está dirigida a cualquier persona, no solo a las deportistas, y pensado en un espacio temporal suficiente como para cambiar hábitos”, explica la mánager de Beneficios, Administración de RR.HH. y Salud Laboral de Orange España. La construcción de hábitos es una disciplina compleja. Aquello de los 21 días no siempre es válido para todas las actividades, y con frecuencia hay que aproximarse a estos temas mediante juegos, pequeñas competiciones o retos personales.
También “es preciso que los profesionales de la Prevención de Riesgos Laborales y Salud nos actualicemos y formemos continuamente”, reconoce Mónica. La prevención es clave a la hora de detectar con antelación hábitos poco saludables derivados de la actividad empresarial. En mente de todos está una mala postura o el trabajo con demasiado brillo en la pantalla.
Empresas saludables y competitividad
Hay muchos factores que mejoran la competitividad de las marcas y que hace unos años apenas se tenían en cuenta. Contar con una plantilla heterogénea (no solo en formación), preocuparse por la salud de los empleados o facilitarles el día haciendo uso de horarios flexibles suponen una importante mejora.
Los factores mencionados arriba repercuten positivamente en la originalidad y diversificación de los proyectos, reducen el absentismo y aumentan el sentimiento de pertenencia, respectivamente. Todo esto hace que marcas como Orange sean altamente competitivas.
Es decir, si una empresa busca ser competitiva, ha de mirar hacia dentro y generar políticas que mejoren la salud de los empleados. No solo por el impacto directo entre salud y productividad, sino porque los trabajadores altamente cualificados buscan empresas con estas coberturas. Atender a los empleados repercute en la captación y retención de talento.
Por Marcos Martínez
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