Estafas en Telegram: cómo funciona el fraude de los ‘likes’ y cómo evitarlo

Estafas Telegram

Consejos y trucos

Las redes sociales y las plataformas de mensajería se han convertido en un terreno fértil para la ciberdelincuencia. Entre los timos más recientes y extendidos destaca un método que mezcla la manipulación emocional con la usura: la estafa del like.

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Este fraude, que ya ha sido denunciado por la Policía Nacional y la Guardia Civil, se aprovecha de la confianza y del deseo de obtener ingresos rápidos en internet para robar dinero y datos personales.

Lo que comienza como una propuesta aparentemente inocente —ganar pequeñas cantidades por realizar tareas simples online— termina convirtiéndose en una trampa que tiene detrás una estructura muy bien montada.

Los estafadores han perfeccionado ya tan bien su técnica para ganarse la confianza de las víctimas que, poco a poco, las llevan hacia inversiones falsas o pagos inexistentes.

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Cómo comienza la estafa de Telegram

El fraude suele iniciarse en Telegram, aunque también se ha detectado en otras redes sociales como Instagram, Facebook o WhatsApp.

Los delincuentes contactan a usuarios al azar o mediante canales donde se ofrecen supuestas oportunidades laborales. La propuesta es sencilla: realizar tareas digitales —como dar “me gusta” en publicaciones, seguir cuentas o compartir enlaces— a cambio de pequeñas recompensas económicas.

El atractivo del método reside en su aparente legitimidad y facilidad. Al principio, los delincuentes suelen cumplir con lo prometido y pagan pequeñas cantidades a las víctimas.

Nunca nadie te dará ingresos estables por likes en Instagram.

Esa estrategia busca reforzar la confianza y crear la ilusión de que se trata de un trabajo verdadero o una colaboración remunerada. Sin embargo, este es solo el primer paso del proceso.

Una vez que el usuario se siente cómodo y cree haber encontrado una fuente estable de ingresos, los estafadores lo invitan a un supuesto “grupo superior” o “nivel avanzado”.

Allí, le ofrecen ganancias mayores a cambio de pequeñas inversiones iniciales. El lenguaje es persuasivo y profesional, y suelen mostrar capturas de pantalla falsas o testimonios manipulados para dar credibilidad.

El fraude de Telegram: así es cómo ocurre

Cuando la víctima realiza la primera transferencia o compra en la plataforma fraudulenta, el dinero desaparece sin dejar rastro.

En ese punto, los estafadores eliminan todo contacto, cierran los grupos de chat y bloquean al usuario. Además del dinero perdido, existe el riesgo de que los delincuentes usen los datos personales y bancarios facilitados para abrir cuentas o realizar operaciones a nombre de la víctima.

Los investigadores de la Oficina de Seguridad del Internauta (OSI) han advertido de un aumento notable de este tipo de fraudes desde principios de 2025. Solo en los primeros nueve meses del año se han registrado más de 3.000 denuncias relacionadas con estafas de microtareas digitales, de las cuales un alto porcentaje tiene su origen en Telegram.

Lo más peligroso de este engaño es su factor psicológico. Los delincuentes no piden dinero de inmediato, sino que construyen una relación basada en la confianza y en la recompensa constante.

Ese patrón de comportamiento está diseñado para bajar la guardia de la víctima y hacerle creer que controla la situación, cuando en realidad está siendo dirigida hacia una pérdida económica segura.

La estafa de Telegram usa la técnica del fraude de confianza progresiva.

Una ciberestafa internacional y difícil de rastrear

El auge de este tipo de estafas está ligado al anonimato que ofrecen las aplicaciones de mensajería cifrada. Los grupos en Telegram pueden desaparecer en cuestión de minutos, y las cuentas falsas se multiplican usando identidades generadas por inteligencia artificial o perfiles robados.

Las autoridades europeas han identificado redes criminales que operan desde distintos países, principalmente del sudeste asiático y Europa del Este, utilizando intermediarios locales para captar víctimas.

Estas organizaciones aprovechan la falta de regulación internacional en materia de fraudes digitales y los vacíos legales en torno al comercio informal de criptomonedas, donde muchas de las transacciones se procesan.

El Centro Criptológico Nacional (CCN) español señala que los fraudes relacionados con tareas falsas y microempleos digitales han aumentado un 62% en el último año, y que las pérdidas medias por persona oscilan entre 300 y 1.200 euros, sin contar los casos donde se han comprometido datos bancarios.

La mejor defensa sigue siendo la prevención.

Cómo protegerse ante la estafa de Telegram

La mejor defensa ante este tipo de engaños sigue siendo la prevención. Las autoridades recomiendan desconfiar de cualquier oferta que prometa ganancias rápidas o actividades remuneradas sin contrato ni respaldo verificable.

Nadie paga por dar likes ni por seguir perfiles en redes sociales, y cualquier propuesta de este tipo debe ser considerada sospechosa desde el primer momento.

También es importante no compartir datos personales o bancarios con desconocidos, ni aceptar transferencias o pagos a través de canales informales. Si una persona o grupo comienza a pedir dinero “para subir de nivel” o “garantizar inversiones mayores”, debe interpretarse como una señal de alerta inmediata.

Los delincuentes se apoyan en la psicología del engaño: primero ofrecen algo pequeño y creíble, y luego introducen la trampa económica. Esa técnica, conocida como fraude de confianza progresiva, se ha convertido en uno de los métodos más usados en la ciberdelincuencia moderna.

Y es que, internet ofrece oportunidades reales, pero también riesgos cada vez más sofisticados.

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