Mitos y verdades sobre las baterías de los móviles

Consejos y trucos

Uno de los componentes básicos de los smartphones son las baterías. Imprescindibles, son aquellas que dan energía y que permiten que el dispositivo esté en funcionamiento. Sobre ellas han corrido ríos de tintas, sin embargo, entre toda esa información, existen muchos mitos sobre las baterías de los móviles.

Cuidar bien de ellas es crucial para maximizar su vida todo lo posible. Porque, si bien son unos componentes fundamentales, también son de los más contaminantes

Verdad: las baterías de los móviles son el elemento más contaminante de los smartphones

Un smartphone cuenta con, aproximadamente, unos cuarenta componentes tóxicos. Esta extensa lista está encabezada por las baterías de los móviles, una de las partes que antes hay que reemplazar y cuyo desgaste puede verse acelerado por un uso incorrecto por parte del usuario.

Las baterías de litio (las que suelen llevar los móviles) se fabrican con cobalto, un material altamente tóxico y cuya producción se ha relacionado con la explotación infantil. Una sola batería puede corromper hasta 600.000 litros de agua y tardar hasta 500 años en descomponerse.

Por todo esto, es muy importante que la sociedad comprenda la necesidad de maximizar todo lo posible la vida útil de las baterías de los móviles. Y esto solo se puede conseguir con un poco de conciencia social, pero también desmontando mitos para actuar lo mejor posible.

Mito: es necesario descargar la batería al 0% antes de cargarla

Esto incluso puede ser negativo. Hasta hace no mucho, las baterías tenían un efecto memoria por el cual se recomendaba desde los propios fabricantes que, especialmente en el primer uso, se descargara por completo el teléfono y se volviera a cargar hasta el 100%. Hoy en día no solo no es necesario; al contrario, no es nada recomendable. Se aconseja no bajar nunca de un 20% si se desea que la batería dure lo máximo posible

Verdad: no es bueno dejar el móvil enchufado si ya se ha cargado la batería

Actualmente los móviles suelen traer un sistema inteligente de gestión de la batería, por el cual, basándose en las rutinas recogidas, puede detectar cuándo se va a alcanzar el pico de batería y gestionar la carga. Esto es especialmente útil para aquellos que lo carguen por la noche. Sin embargo, por muy eficiente que sea la carga, si el smartphone pasa mucho tiempo conectado a la corriente puede subir su temperatura y, por tanto, degradar más rápido la batería.

Mito: no se puede usar el móvil mientras se está cargando

Esta duda suele surgir por cuestiones de seguridad. Por fortuna, no hay pruebas de que usar el móvil mientras se carga pueda ser peligroso. Eso sí, el perjuicio puede deberse a que la carga sea más lenta por cuestiones obvias: se consume energía a la vez que se recarga. Una prueba muy sencilla para ver esto es mantener el móvil cargando mientras se usa como GPS. La batería cargará mucho más lento, incluso, en algunos casos, es posible que se produzca un empate entre lo consumido y lo obtenido.

Mito: solo se pueden usar cargadores oficiales

No se trata de que sean cargadores originales o no originales. Existen muchos accesorios de gran calidad y no tienen necesidad de estar firmados explícitamente por el mismo fabricante del smartphone. El problema está en escoger cargadores que no cuenten con los certificados de seguridad necesarios. Por supuesto, utilizar cargadores de mala calidad puede conllevar problemas, como sobrecalentamiento y ciclos de carga irregulares, que pueden terminar afectando a la propia batería.

Verdad: es recomendable cerrar las apps que quedan en segundo plano

A veces, incluso utilizando poco tiempo el smartphone, se agota la batería demasiado rápido. Uno de los mejores consejos es reiniciarlo cada ciertos días para cerrar aquellas aplicaciones que se hayan podido quedar en segundo plano. También se puede conocer qué está ocasionando este desgaste en Ajustes/Batería, donde se puede ver el porcentaje consumido por cada aplicación. Eso sí, si es una app que se usa a menudo, es más eficiente mantenerla en segundo plano para evitar el desgaste energético de abrir y cerrar las apps. Tener siempre las conexiones inalámbricas encendidas (aunque cada vez consuman menos) y el brillo al máximo también merman la autonomía de los terminales. 

Por Noelia Hontoria

Imágenes | StockSnap en Pixabay | Clayton Majona en Pixabay | Peggy und Marco Lachmann-Anke en Pixabay 

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