Estas son 4 razones por las que uno de cada cinco jefes no quiere contratar a la Generación Z

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“Nadie ha cambiado el mundo trabajando 40 horas a la semana”. Frase citada por el omnipresente Elon Musk. El hombre más rico del mundo es uno de los mayores referentes públicos del estoicismo como fórmula del éxito.  

Sangre, sudor y lágrimas. Hacerse a uno mismo y la sonrojante quién se rinde no tiene premio. Esta filosofía de azucarillos era el leitmotiv de los boomers y la mayor preocupación de la Generación X. Mientras que los Millenials intentaron aplicarla con calzador, con esa típica frustración de quien desea encajar en algo a lo que no pertenece, pero la Generación Z se divide entre dos aguas

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Los nacidos entre 1997 y 2012 , se han criado en medio de dos crisis económicas, con pandemia incluida, se sienten más cómodos interactuando a través de sus avatares virtuales, beben menos, se cuidan más y, actualmente hay dos rangos muy opuestos: por un lado, se encuentran los que se decantan por la doctrina muskiana, el club de las 5 de la mañana. 

Sin embargo, la otra vertiente de la Generación Z representa a jóvenes adalides de las causas perdidas, acérrimos defensores de la democracia, los derechos humanos y de la justicia, en todos sus sentidos. Esto los puede convertir en disidentes ante el sistema laboral y la realidad es que uno de cada cinco jefes (¿boomers?) prefiere no contratar a la Generación Z

¿Quieres saber por qué la Generación Z tiene más complicado pasar las entrevistas? Te desvelamos tres razones. 

 El trabajo no lo es todo

Aquí va otra frase hecha: “Trabajan para vivir, no viven para trabajar”.  El estilo de vida que veíamos en Mad Men-alcohol y machismo aparte-era el reflejo de una sociedad exitosa. Aquí tenemos un ejemplo de la controvertida psicología conductista: reuniones hasta media noche, ir a la oficina el fin de semana o no salir de ella, eran conductistas reforzadas con ascensos o admiración por parte de los jefes. Estímulo, respuesta.  

Hace veinte años, era natural acumular horas y horas, y la ambición desmedida (a lo C Tangana), era premiada. Esta cultura, sigue presente, pero ya no está bien vista, por lo que muchas de las empresas tienen que esconderse bajo falsos eslóganes para ocultar la precarización laboral. Y estos jóvenes de la Generación Z lo saben. ¿Has oído hablar del término ‘quiet ambition’? Se centra en el equilibrio entre la vida laboral y personal y los centenials lo aplican. Para ellos el trabajo no es el fin, si no el medio.

La Generación Z rota más de empleo

Los jóvenes de la Generación Z suelen ser más inquietos y pasar por más trabajos

¿Acabar la carrera, mandar el currículum, ser seleccionado y cotizar 38 años para la misma empresa? ¿Aprender un oficio para hacer lo mismo, toda la vida? ¿Aguantar condiciones laborales abusivas? 

La Generación Z dice, “no gracias”, y están abiertos a introducirse en distintas disciplinas. Además, cuando están disconformes con los valores de la empresa, renuncian y suelen pasar por varios trabajos y puestos, por lo que muchos jefes no quieren contratarlos al estimar una falta de compromiso. 

Denuncian más las injusticias

Los centenials son más dados a la reivindicación y a luchar por lo que creen que es justo 

Más sindicatos, más Estatuto del Trabajador y más derechos humanos. Todo va de la mano. La Generación Z quiere trabajar, sí, por supuesto, pero, al contrario que las generaciones predecesoras no va a soportar condiciones laborales injustas, ni tienen ese temor y respeto a los grandes empresarios. 

¿Horas extras sin remunerar, llamadas fuera del horario laboral, salario “según valía”? Los centenials arquean una ceja y lo cuestionan, lo que provoca reticencias en uno de cada 5 jefes.

La Generación Z apuesta por el teletrabajo

Llamados también ‘nativos digitales’ muchos jóvenes de la Generación Z prefieren el teletrabajo

La pandemia demostró que el trabajo remoto en muchas profesiones era totalmente aplicable. Son varios los estudios que avalan que el rendimiento es mayor, y que, en todo caso, quienes lo sufren más son los propios trabajadores antes que los empresarios, al sobreexigirse más. No obstante, es algo que todavía no se ha implementado con normalidad y quienes abogan por el teletrabajo pueden ser mirados con malos ojos.  

Muchos de ellos pertenecen a la Generación Z, también conocidos como nativos digitales. Se han criado entre las pantallas y están cómodos entre ellas. Y las nuevas tecnologías es la profesión del presente y del futuro, y, realmente solo requiere un ordenador y conexión a internet, algo que los centenials saben. ¿Por qué tomar el metro o el autobús para ir a reuniones que pueden hacer desde su casa o desde un hostal en Bali? Aquí volvemos al balance perseguido entre profesión y vida personal. ¿Una quimera?

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