Las comunicaciones están transformando el mundo de los negocios y no sólo con la comunicación entre las personas. Cada vez más máquinas, dispositivos y sistemas se conectan a través de redes fijas o móviles para crear «Internet de las cosas”. Los analistas calculan que en el 2020 estarán en línea unos 50.000 millones de dispositivos.
Equipado con una conexión a la red, el objeto conectado tiene la virtud de comunicarse con otros objetos y compartir información: se trata del Internet de las cosas, la famosa comunicación “máquina a máquina” (M2M) conocida también como la tercera revolución de Internet o 3.0.
Así, en la cafetería de las empresas ya no solo se reúnen los empleados para criticar a sus jefes –o al revés- sino que, probablemente, sus conversaciones se cruzan, aunque de forma inaudible, con las que mantienen la máquina de café con el expendedora de sándwiches o el contador de la luz y el del agua con los terminales de unos operarios situados a kilómetros de distancia.
Gracias a esta revolución, las personas también disfrutamos de mejoras cada vez más extendidas, y de las que ya no podemos prescindir, como ahorros en la factura eléctrica gracias a los contadores inteligentes, minimizamos el tiempo que dedicamos a aparcar nuestros vehículos, gracias a la información en tiempo real que proporcionan los nuevos sistemas de ciudades inteligentes, mejoramos la calidad de vida de los pacientes crónicos con los dispositivos que informan en tiempo real de su evolución a los servicios médicos o podemos comprar nuestro sándwich preferido ya que la empresa de vending puede adecuar la oferta de productos a la demanda en cada localización.
Más ingresos y menos gastos
Gracias a los sistemas M2M, los dispositivos pueden intercambiar datos en tiempo real, sin intervención humana. Esta innovación permite crear nuevas fuentes de ingresos a las empresas, acortar los ciclos de producción, aumentar la agilidad y reducir costes. Las áreas en las que las soluciones M2M pueden desempeñar una función clave son:
– optimizar procesos de negocio: supervisión, creación de informes y mantenimiento en tiempo real
– reducir costes: automatizar procesos operativos, minimizar desplazamiento e intervenciones sobre el terreno
– maximizar la eficiencia: reduciendo tiempos de inactividad con tareas remotas de mantenimiento preventivo y reactivo.
– crear nuevos modelos de negocio: desarrollar aplicaciones innovadoras y centradas en el usuario como, por ejemplo, sistemas de entretenimiento e información, procesos de pago, supervisión remota de pacientes
– cumplir con las normativas: con soluciones técnicas implantadas en a directivas legales como, por ejemplo, normas de salud y seguridad, de consumo y gestión de energía
– adoptar una actitud más ecológica: reducir el consumo de energía, disminuir la huella de carbono, satisfacer los compromisos de responsabilidad social corporativa
En España, el operador que se sitúa a la cabeza de este tipo de tecnología es Orange, que tiene más de 10 años de experiencia trabajando con clientes M2M y ha acometido una gran inversión dedicada a este tipo de comunicaciones.
Gracias a esta inversión Orange ofrece a sus clientes M2M infraestructuras de comunicaciones dedicadas a las necesidades de estos dispositivos, y una plataforma de última generación que permite industrializar su gestión y monitorización de sus líneas M2M.
Para ello cuenta con una oferta sectorizada, que, incluye medios de pago, seguridad, sistemas de gestión de aguas y electricidad, ascensores, transporte y gestión de flotas, automoción, medición y monitorización de servicios públicos, dispositivos de consumo y domótica, etc.
Más información en http://empresas.orange.es/