El Gobierno ha dado un paso decisivo en la modernización del control horario de los trabajadores al aprobar la tramitación urgente del Real Decreto que transformará la forma en que se registran las horas laborales en España.
Esta medida llega tras la caída del proyecto de ley que buscaba reducir la jornada a 37,5 horas semanales, pero mantiene intacta la intención de reforzar el seguimiento del tiempo de trabajo y garantizar una mayor transparencia.
En un mercado laboral que avanza hacia la digitalización, el nuevo modelo pretende ofrecer un sistema más justo y fiable.
Según el Ministerio de Trabajo, esta actualización responde a una demanda sindical largamente sostenida y se orienta a frenar prácticas abusivas, como la realización de horas extra no pagadas o no declaradas, que afectan especialmente a los sectores más precarizados.
¿A quién se aplicará el nuevo control horario?
La normativa actual, recogida en el Real Decreto-ley 8/2019, obliga a todas las empresas con empleados a registrar el horario de inicio y fin de la jornada laboral.
Sin embargo, el nuevo marco que impulsa el Ejecutivo va un paso más allá. El objetivo es crear un sistema universal, digital y verificable, accesible tanto para los trabajadores como para la Inspección de Trabajo.
Esto significa que cualquier persona contratada por cuenta ajena deberá tener un registro horario individual, independientemente del tamaño o actividad de la empresa.
Las administraciones públicas, las grandes corporaciones y los pequeños negocios tendrán que incorporar una herramienta digital que permita almacenar los datos en tiempo real.
En el caso de los autónomos, solo estarán obligados aquellos que tengan empleados a su cargo. Los trabajadores independientes sin personal contratado no deberán implementar ningún sistema.
La medida también alcanzará a directivos y cargos de confianza, aunque con excepciones específicas según la naturaleza de su contrato.

¿Cuándo entrará en vigor la nueva normativa?
Por ahora, el proyecto se encuentra en fase de tramitación acelerada. El Ministerio de Trabajo prevé que el nuevo Real Decreto sea aprobado oficialmente antes de finalizar 2025, con una entrada en vigor prevista para los primeros meses de 2026.
No obstante, se establecerá un periodo de adaptación para que las empresas ajusten sus sistemas y procesos antes de que las obligaciones sean plenamente exigibles.
Durante ese tiempo, las compañías deberán preparar sus infraestructuras y formar a sus equipos para adaptarse al nuevo entorno digital. Desde el Ejecutivo se ha anunciado que el objetivo es agilizar los plazos y reducir a la mitad los trámites administrativos para su aplicación.
¿Qué características tendrá el nuevo registro digital?
El sistema que diseña el Gobierno será accesible de forma remota y permitirá al empleado consultar sus datos en cualquier momento. También los representantes sindicales y la Inspección de Trabajo tendrán acceso inmediato, lo que facilitará la supervisión y la detección de irregularidades.
El modelo diferenciará entre tiempo efectivo de trabajo, pausas, horas ordinarias y extraordinarias, con el fin de mejorar la trazabilidad de la jornada. Cada modificación requerirá la aprobación del propio trabajador, garantizando así la autenticidad del registro.
La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, subrayó recientemente que “con un solo clic será posible comprobar si una empresa cumple las jornadas y si las horas extra están debidamente compensadas”.
Las sanciones por incumplimiento serán más severas. Manipular los datos o carecer de un sistema de registro podrá derivar en multas considerables, que variarán según la gravedad y el número de trabajadores afectados.

¿Cómo afectará este cambio a las empresas y a los trabajadores?
La transición hacia un registro digital implica una inversión inicial en herramientas tecnológicas, pero también ofrece ventajas a medio plazo.
Los sistemas automáticos reducen errores humanos, aumentan la transparencia y simplifican la gestión laboral. Muchas compañías ya utilizan aplicaciones móviles o software que permiten fichar desde cualquier dispositivo, algo esencial para el teletrabajo y los modelos híbridos.
Los datos deberán conservarse durante un periodo mínimo de cuatro años y estar disponibles para su consulta inmediata. Esta trazabilidad aportará mayor seguridad jurídica tanto a las empresas como a los trabajadores. Para estos últimos, la medida se traduce en una protección más clara de sus derechos, especialmente frente a jornadas extendidas o no remuneradas.
El Gobierno busca además promover una cultura de desconexión digital. Controlar de forma precisa las horas de trabajo contribuirá a evitar que los empleados reciban comunicaciones laborales fuera de su horario, fortaleciendo así el equilibrio entre vida personal y profesional.
¿Qué papel juega la Inspección de Trabajo en este nuevo modelo?
Una de las principales novedades del sistema será la supervisión automatizada. Los inspectores podrán acceder a los registros en tiempo real, sin necesidad de desplazarse ni solicitar documentación adicional.
Esta medida reducirá los fraudes relacionados con horas extras no declaradas, especialmente en sectores con alta rotación o contratos temporales.
Según datos del Ministerio de Trabajo, en 2023 se detectaron más de 1,2 millones de horas extraordinarias no registradas durante las inspecciones, lo que supuso sanciones por encima de los 12 millones de euros. Con el nuevo modelo digital, se espera que las irregularidades se reduzcan drásticamente gracias al control centralizado.

¿Cómo se garantizará la autenticidad del registro?
El nuevo formato obligará a que cada fichaje esté vinculado a la identidad del trabajador, mediante sistemas de validación electrónica, biométrica o de doble verificación. Este requisito busca evitar alteraciones y asegurar que la información no pueda ser modificada sin consentimiento.
Además, las empresas estarán obligadas a entregar junto con la nómina un recibo mensual con el resumen de horas trabajadas, incluyendo las extraordinarias o complementarias. En caso de que no se aporte este documento, la Inspección podrá asumir que el contrato corresponde a una jornada completa.
¿Qué impacto tendrá en la gestión laboral del futuro?
El nuevo modelo supone una transformación profunda en la forma en que se concibe el control del tiempo de trabajo. No solo busca aumentar la productividad y la transparencia, sino también impulsar la digitalización del entorno laboral.
Las asesorías, departamentos de recursos humanos y empresas tecnológicas ya trabajan en soluciones adaptadas a los requerimientos del decreto, conscientes de que el cambio será inminente.