El sector de la restauración está siendo el último en recuperar la actividad tras el confinamiento. Con la vista puesta en la vuelta al trabajo, la tecnología se ha convertido en un aliado importante para mantener el virus a raya en bares y restaurantes.
La llamada nueva normalidad, un periodo de tiempo indefinido entre el final del estado de alarma y la aparición de un tratamiento efectivo o una vacuna contra la COVID-19, estará marcada por el mantenimiento de ciertas medidas de higiene y distancia. El objetivo es recuperar al máximo la actividad económica evitando la aparición de nuevos brotes epidémicos.
Salvo Galicia, que ya ha abandonado el estado de alarma, el resto de comunidades estrenarán esa nueva normalidad el próximo 21 de junio. Aunque corresponderá a los ejecutivos autonómicos regular las actividades, el Gobierno central ha aprobado un Real Decreto para marcar unas pautas.
Dentro de la hostelería, el decreto señala que se mantendrán los aforos limitados, se deberá guardar la distancia de seguridad tanto fuera como dentro de los locales y habrá que reforzar las medidas de higiene. Además, desde la Secretaría de Estado de Turismo se ha publicado una guía con medidas para la reducción del contagio por el coronavirus. ¿Qué papel está jugando la tecnología en este camino de vuelta a la normalidad?
Menús QR y robots que sirven cañas
Minimizar el contacto físico entre personas ha demostrado ser la medida más efectiva para contener la pandemia. En el sector hostelero, la reducción de los aforos y la eliminación de elementos compartidos, como cartas, ceniceros, juegos o periódicos, ha sido clave en la recuperación de la actividad. Poco a poco, los aforos se van ampliando, pero algunas de las otras medidas han llegado para quedarse.
Los menús QR han sido una de las primeras iniciativas tecnológicas implementadas. Se trata de un menú digital, que puede ser el mismo que está disponible en la web o, incluso, con el que accedemos a las plataformas de comida a domicilio, aunque también sirve una imagen o un documento. Los consumidores acceden a este menú a través de un código QR impreso y colocado en cada mesa y en diferentes puntos del local. Solo con escanearlo desde sus dispositivos, cada persona puede consultar la carta.
Este cambio en los hábitos para minimizar contactos también puede impulsar la digitalización de los pagos y la mayor penetración de tecnologías contactless, tal como se pudo experimentar durante el confinamiento. Por otro lado, ciertos tipos de restaurantes, como los de comida rápida, podrían ver reforzadas algunas tendencias con las que ya venían experimentando, como el auge de los quioscos interactivos o las aplicaciones móviles para pedir la comida en el propio local sin interaccionar con otras personas.
Hay también establecimientos que han dado un paso más y están empezando a experimentar con la robotización de ciertos servicios. Por ejemplo, la empresa española Macco Robotics, que se dio a conocer con su robot camarero, ha empezado a probar en Sevilla su brazo robot capaz de tirar cañas. El objetivo, de nuevo, es minimizar el contacto entre personas para reducir las probabilidades de contagio.
IoT, big data e inteligencia artificial
Objetos conectados a internet que generan cantidades ingentes de datos cuyo análisis sienta las bases del aprendizaje automático. Aunque parecen tecnologías bien diferenciadas, IoT, big data e inteligencia artificial (IA) a menudo caminan de la mano. Las tres están jugando un papel importante en la prevención de riesgos y en la mejora de la eficiencia de los negocios hosteleros.
“Internet de las cosas (IoT) y la analítica avanzada pueden contribuir a mejorar la predicción de la demanda y anticiparse a cambios en los hábitos de los consumidores”, señala McKinsey en su informe ‘How restaurants can thrive in the next normal’. Además, ambas tecnologías pueden utilizarse para monitorizar los flujos de clientes en tiempo real y reducir los riesgos de aglomeraciones.
Por otro lado, en una época marcada por la incertidumbre, poder optimizar los recursos y no desperdiciar alimentos se ha vuelto si cabe más importante. En este sentido, algunas de las grandes firmas hosteleras están acelerando la implementación de tecnologías de machine learning para digitalizar la experiencia del consumidor (apostando, por ejemplo, por chatbots para pedir la comida), predecir la demanda y optimizar la gestión del local, así como los menús, en función de los gustos de los clientes.
Otras tecnologías, como las cámaras equipadas con IA que están probando algunas cadenas de comida, pueden servir para mantener los estándares de calidad e higiene dentro de los locales. El objetivo en este caso es reforzar la confianza de los consumidores y evitar riesgos innecesarios.
En definitiva, ya sea a través de la digitalización de elementos físicos, la automatización de tareas, la optimización de procesos o la vigilancia para minimizar riesgos, la tecnología se está convirtiendo en un aliado clave en la nueva normalidad de la hostelería.
Por Juan F. Samaniego
Imágenes | Unsplash/Nathan Dumlao, BENCE BOROS, Levi Elizaga