Después de revisar varios estudios el pasado mes sobre la industria colaborativa me ha llamado la atención que ninguno de ellos cite lo que yo denomino «El gran desajuste». Me gustaría aprovechar este artículo para tratar este problema fundamental: las operaciones entre diferentes plataformas.
La colaboración es el acto de construir algo juntos, ya sea algo tangible como documentos, gráficos, música, vídeos, etc… o intangible como ideas, opiniones, teorías, etc… Las aplicaciones sociales son esencialmente sistemas de comunicación cuya efectividad radica en la posibilidad de que los mensajes lleguen a cualquiera y en cualquier momento.
Construir plataformas de colaboración social sin elementos de comunicación no es útil. Facebook permite varios tipos de interacción como mensajes, post, likes, compartir, etc… mientras que Twitter permite conectar a sus usuarios y compartir su contenido mediante menciones, retuits o los hashtag (#). Pero ninguna de ellas presenta unos estándars que permitan su comunicación directa con otras plataformas. Pero las grandes plataformas, cuyo uso y número de usuarios es cada vez mayor, mitigan las posibilidades de trabajar con plataformas de comunicación estándar. La propia naturaleza del la plataforma o sotfware social utilizado condiciona la interoperabilidad con el resto de redes. La pregunta es ¿Cómo serían los mails o smartphones si fuesen capaces de comunicarse con exáctamente el mismo lenguaje?
Las redes de telefonía cumplen el llamado Switched Telephone Network (PSTN), que durante décadas costó millones de dólares construir. Por su parte Internet se rige por sus protocolos de comunicación. Por otro lado las empresas trabajan con diferentes plataformas y bases de datos como Oracle, IBM o Java que no permiten comunicaciones entre si. Cuando cualquiera de estas plataformas necesita unirse a las herramientas sociales debe sacrificar sus funcionalidades creando diferentes experiencias en los clientes/usuarios.
Las grandes redes sociales piensan que eventualmente condicionarán el mercado, por ello las iniciativas para estandarizar su tecnología y protocolos de comunicación son nulas. La industria necesita la entrada de un nuevo operador que fuerce la interoperatibilidad entre plataformas y construir un nuevo entorno más colaborativo.
Autor: Joshua Sillers