Sentir que estamos viviendo una experiencia real, con una sensación de presencia verosímil cuando, en realidad, nos encontramos en espacios creados digitalmente. Eso son las experiencias inmersivas.
Para que la impresión de realidad sea completa, el entorno artificial ha de cumplir con ciertas leyes físicas. El usuario será capaz de reconocerlas y comprenderlas. Así, le será más sencillo imbuirse en ese mundo artificial. Para ello, resulta clave que podamos movernos libremente por ese espacio e interactuar con los objetos.
Las experiencias inmersivas son un reto que hace unos años nos parecía imposible. Pero que, a día de hoy, supone un negocio de 20.000 millones de dólares, según las cifras de la consultora IDC.
Se trata de una tendencia tecnológica imparable. 2019 va a ser el año del despegue definitivo de las experiencias inmersivas, con un aumento de la inversión mundial del 68,8%. Los consumidores gastarán más de 7.200 millones de dólares en productos del sector.
Presente y futuro de las experiencias inmersivas
Las experiencias virtuales están presentes en diversos sectores sociales y empresariales. Con el desarrollo de herramientas como el 5G, son cada vez más vívidas y complejas.
Marketing
Con las experiencias inmersivas, la publicidad deja de ser unidireccional. El consumidor empoderado ya no es solo un receptor, sino que toma decisiones sobre cómo ha de ser el mensaje que recibe. El marketing experiencial se adapta al individuo y no al revés. Busca generar recuerdo mediante la sorpresa.
Un ejemplo de marketing experiencial lo tenemos en Uber, que creó una experiencia de realidad aumentada con animales salvajes en la estación de tren de Zúrich.
Educación
Contenido interactivo y atractivo. Los alumnos se sienten más interesados por las materias y aumentan su atención y concentración. Por lo que mejoran los resultados académicos. Según ABI Research, en 2023, las herramientas inmersivas en el mundo de la educación alcanzarán un valor de 700 millones de dólares.
Un ejemplo de su desarrollo lo tenemos en Aumentame EDU. Se trata de unas jornadas que se celebran anualmente en nuestro país para profesores, estudiantes y profesionales de la realidad virtual y aumentada. En ellas, se habla de novedades y proyectos en el campo de la educación.
Sanidad
La realidad virtual se aplica, por ejemplo, en campos como la salud mental. Se crean entornos en 3D que favorecen el tratamiento de problemas como las fobias, el déficit de atención o la gestión del estrés.
En un futuro, estas herramientas se usarán cada vez más para formar a personal sanitario y técnico. Se generarán de forma virtual situaciones de emergencia con pacientes críticos en las que los usuarios aprenderán cómo han de comportarse.
Industria
Las experiencias inmersivas comienzan a emplearse para testear el diseño y ensamblaje de diferentes productos. Sirven también para que los empleados practiquen en un entorno seguro. Favorecen una mejor inspección y control de calidad, así como de las tareas de mantenimiento.
Boeing, por ejemplo, utiliza desde 2016 tecnología de realidad aumentada para que sus operarios se entrenen en el montaje de sus aviones. Según la empresa, la productividad ha aumentado un 40%.
Ocio
Uno de los sectores en los que existe mayor demanda de experiencias inmersivas. Ya estamos viendo las primeras series de ficción que usan la interactividad como ‘Black Mirror: Bandersnatch’ o la realidad virtual como ‘Halcyon’.
China ha inaugurado este mismo año su primer parque de atracciones en realidad virtual. Y Sony ha explicado que su nueva PlayStation será “inmersiva” gracias la plataforma PlayStation Now.
Turismo
Las actividades inmersivas mejoran la experiencia del cliente y dinamizan la competitividad al hacer más atractiva la oferta de un operador.
En el último Mobile World Congress, se presentó 5G Barcelona, un proyecto que une el turismo con la tecnología 5G. Entre sus funcionalidades, está el uso de vehículos autónomos. Mientras desplazan al turista por la ciudad, le dan información de interés sobre cada lugar a través de pantallas interactivas.
Herramientas y tecnología
Las experiencias inmersivas son posibles gracias a herramientas como estas:
- Realidad virtual. Es la creación de un universo digital de apariencia real al que el usuario accede gracias a unas gafas o un casco de RV. Crea una sensación total de inmersión.
- Realidad aumentada. Con esta tecnología, podemos ver objetos creados de forma virtual en nuestro espacio físico. Los objetos reales y los diseñados por ordenador conviven.
- Realidad mixta. Combina la realidad virtual y la aumentada. En ella, se crea un mapa 3D de un espacio real. Sobre ese mapa, se generan el resto de objetos virtuales.
- Interactividad háptica. Son las tecnologías que interaccionan con el ser humano a través del tacto.
- Telepresencia. Es un sistema de videoconferencia avanzado en el que se usan pantallas de alta definición. Permite una comunicación continua y con la misma interacción que si los interlocutores estuvieran en la misma sala.
- Hologramas e imágenes volumétricas. Es una técnica fotográfica en la que el uso de la luz crea diferentes planos. Una figura en dos dimensiones parece un objeto tridimensional.
- Realidad disminuida. Al contrario que la realidad aumentada, usa la tecnología para eliminar digitalmente objetos de una escena.
- Gemelo digital. Es la réplica digital de un objeto, servicio o sistema. Tiene las mismas características y funciones que el original. Sirve para experimentar con él de forma virtual y adelantarse a sus posibles fallos o problemas.
- Beacons. Son dispositivos físicos con conexión bluetooth que envían información y notificaciones a móviles y tablets sin necesidad de que estén previamente sincronizados.
Por Noelia Martínez
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