¿Cómo pueden suceder los ‘apagones’ digitales?

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A principios de octubre aplicaciones tan usadas a nivel global como Facebook, WhatsApp e Instagram quedaron completamente inactivas durante toda una tarde. Este caos provocó una pregunta: ¿cómo es posible que un gigante tecnológico pueda sufrir un ‘apagón’ digital masivo?

El 4 de octubre no fue un buen día para Meta. El grupo, conocido como Facebook antes de su rebranding para liderar el metaverso, sufrió una caída total de aplicaciones líderes como WhatsApp o Instagram, además de la propia Facebook y Oculus, dedicado a la realidad virtual. Este inesperado fallo duró un total de seis horas.

El bloqueo de dichas plataformas sembró dudas, ya que afectó a cientos de millones de personas en el mundo. Si nos atenemos a las últimas estadísticas del sector, solo entre Facebook, Instagram y WhatsApp superarían los 7 500 millones de usuarios activos.

Obviamente hubo quien se tomó la situación con humor. Twitter y Telegram fueron sin duda las apps más beneficiadas. No hay cálculos exactos, pero se intuye que un elevado número de usuarios probaron ambos servicios al no poder acceder a Instagram y WhatsApp. Orange, por ejemplo, registró durante ese tramo un aumento del 120% en las llamadas de voz. 

Perjudicó a usuarios, profesionales y empresas

Al margen de la proliferación de memes y del aprovechamiento de sus rivales directos, la caída de las aplicaciones de Meta tuvo un efecto claro sobre los usuarios. Especialmente en quienes las utilizan con fines profesionales para sus marcas y empresas.

Las redes sociales están tan instauradas en nuestro día a día que es prácticamente imposible no depender de su uso. Su ausencia provoca en ciertos usuarios un síndrome de abstinencia, conocido como FOMO. Y puede suponer un traspiés económico para un influencer o pequeña empresa.

Casi todas las marcas utilizan Facebook e Instagram para comunicarse con sus audiencias. Los anunciantes mantienen en ellas campañas publicitarias que analizan y afinan a diario. Tanto estas como Messenger y WhatsApp, que incluso cuenta con un servicio profesional, son ideales para la atención al cliente.

Cómo se pudo producir el ‘apagón’ de Meta

El usuario casual se sorprendió al no poder acceder durante horas a sus servicios favoritos. Pymes y profesionales pudieron sufrir pérdidas económicas por la caída. Pero el sector tecnológico se hacía una pregunta inquietante: ¿cómo puede ser que un grupo tan colosal sufra este traspiés?

El equipo de ingeniería de Facebook lo explicó unas horas después. El ‘apagón’ fue causado por cambios de configuración en los routers de su red central, que coordinan el tráfico entre los centros de datos, lo que causó la interrupción de la comunicación. Según los analistas se debió simplemente a un fallo humano.

El error provocó que las rutas hasta sus servidores quedaran desactivadas. Dejó millones de búsquedas en ‘modo zombi’. Esto derivó en un embotellamiento general de la red. Para arreglarlo, un grupo de especialistas tuvo que desplazarse hasta un edificio de la compañía en Santa Clara, a 20 kilómetros de su sede en Menlo Park.

Otras ocasiones en las que también ‘se cayó’ internet

Recientemente se especuló con un posible ‘apagón’ mundial de internet fijado para el 30 de septiembre, por un problema de fechas en ciertos certificados de raíz. Se quedó en anecdótico, pero que no sea habitual no significa que no se hayan producido anteriormente situaciones similares.

A finales del año pasado Google sufrió también una estrepitosa caída de servicio. El problema se extendió por el mundo impidiendo el acceso al buscador y a herramientas clave para profesionales como Drive, Docs, Calendar o Meet. El fallo fue tan breve como imprevisible: hasta el popular juego ‘Pokémon go’ dejó de funcionar por su vinculación a Google Maps.

Un par de meses antes había sido turno para otra de las grandes tecnológicas, Amazon. Sus servidores, Amazon Web Services, ‘se cayeron’ varias horas tumbando de paso a Adobe, Coinbase, Roku o el Washington Post, entre otras compañías. Y en plena era del internet de las cosas, dejó también sin servicio a robots de limpieza o timbres conectados.

¿Existe una posibilidad real de que todo internet colapse?

El caso de los servidores de Amazon es problemático, ya que su almacenamiento en la nube es el más importante del mundo, con un tercio del mercado. La caída de una megaestructura como AWS pondría en serios aprietos a toda la red. Entonces, ¿es internet más vulnerable de lo que parece?

Los expertos no descartan fallos, especialmente locales, pero las posibilidades de que un día ‘se caiga’ todo internet son escasas. El diseño actual de la red la hace muy resiliente y en principio siempre habría una manera de mantenerla operativa. Sí muestran preocupación por cortes deliberados de algún gobierno autoritario y por la amenaza de la ciberdelincuencia.

Todo tiene su parte positiva: estos momentos de caos han abierto el debate de si el modelo centralizado de los últimos años puede resultar problemático. Pero en general la parte física de la red es tan compleja que resultaría difícil de controlar. Y además tenemos a nuestras espaldas unos auténticos ‘guardianes’ que custodian internet bajo llave.

Por Pablo Vinuesa

Imágenes | Portada: foto de Discover Savsat en Unsplash. Interior: foto de Dan Nelson en Unsplash.

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