Con la llegada del verano, las altas temperaturas no solo impactan en nuestro bienestar físico, sino también en el funcionamiento de los dispositivos electrónicos que usamos a diario.
Uno de los más afectados es el teléfono móvil, que puede experimentar fallos de rendimiento, menor duración de batería e incluso daños permanentes por culpa del calor.
A medida que las olas de calor se hacen más frecuentes, cada vez son más los usuarios que se preguntan cómo afecta el calor al rendimiento de tu móvil. Saberlo no solo permite prevenir averías, sino también prolongar la vida útil del dispositivo y evitar un gasto imprevisto que podría arruinar las vacaciones o el día a día laboral.
Qué sucede cuando tu móvil se sobrecalienta
Cuando las temperaturas externas superan ciertos niveles, los sensores térmicos del móvil activan mecanismos de protección. Estos sistemas pueden ralentizar el procesador, apagar funciones como el GPS o la cámara, e incluso forzar el apagado del dispositivo para evitar daños internos. Por eso, en días muy calurosos, es habitual que el móvil se vuelva más lento o que la batería se agote mucho antes de lo habitual.
El calor afecta también a otros componentes clave. Las baterías de litio, por ejemplo, funcionan de forma óptima entre los 0 °C y los 35 °C. Exponer el teléfono a temperaturas superiores a 40 °C de forma repetida puede reducir su capacidad máxima, obligando a cargarlo más veces al día.
Este desgaste prematuro se traduce en una vida útil más corta, algo que afecta directamente al rendimiento del móvil a medio plazo.
Factores que agravan el sobrecalentamiento
Uno de los errores más comunes es dejar el móvil expuesto al sol, como ocurre al dejarlo sobre una toalla en la playa o en el salpicadero del coche. En estos casos, la temperatura del dispositivo puede dispararse en apenas unos minutos.
También es perjudicial usar apps muy exigentes, como juegos o videollamadas, durante periodos prolongados cuando el ambiente ya es cálido.
El uso simultáneo de carga rápida y aplicaciones pesadas multiplica el riesgo de que el terminal se caliente. Esto puede causar reinicios inesperados, bloqueos del sistema e incluso que el cargador se desconecte por seguridad.
Cómo proteger tu móvil durante el verano
Evitar que el móvil se recaliente requiere prestar atención tanto al entorno como al uso que se le da. Siempre que sea posible, se debe mantener el dispositivo en lugares frescos y alejados de la exposición directa al sol. Es preferible usar auriculares inalámbricos en lugar de apoyar el teléfono en el cuerpo, ya que la temperatura corporal también influye en el calentamiento.
Reducir el brillo de la pantalla, cerrar aplicaciones en segundo plano y desactivar funciones no esenciales, como el Bluetooth o la localización, son medidas sencillas que ayudan a limitar el esfuerzo del procesador.
Estas prácticas se vuelven especialmente útiles si se quiere evitar que el móvil se apague en momentos críticos, como al usar un GPS durante un viaje o al atender una llamada importante.
Qué consecuencias puede tener un daño térmico
Más allá de la pérdida de rendimiento temporal, la exposición prolongada al calor puede provocar averías graves. Uno de los daños más comunes es la hinchazón de la batería, que puede llegar a deformar la carcasa del teléfono o incluso provocar fugas. También pueden producirse fallos en la pantalla táctil o en los sensores internos, afectando la respuesta del dispositivo.
Cuando el daño es interno, no siempre es visible a simple vista, lo que puede dificultar la detección y reparación temprana.
Por eso, saber cómo afecta el calor al rendimiento de tu móvil no solo es importante desde un punto de vista técnico, sino también económico, ya que una reparación fuera de garantía puede implicar un elevado desembolso.
Seguridad y prevención con un seguro especializado
Ante estos riesgos, contar con una protección adicional se convierte en una estrategia inteligente. El seguro móvil de Orange se adapta a las necesidades de cada cliente.
Incluye reparaciones urgentes, recogida y entrega del terminal a domicilio y, si fuera necesario, reposición del dispositivo en un plazo muy reducido. Esta cobertura resulta especialmente valiosa durante las vacaciones, cuando un problema con el móvil puede afectar seriamente al viaje.
Además, ofrece una protección completa que incluye cobertura frente a robo, hurto y daños accidentales, como rotura de pantalla o daños por líquidos. También cubre llamadas fraudulentas hasta 2.000 euros y extiende la garantía del dispositivo a partir del tercer año.
Su cobertura es válida en todo el mundo, permite hasta tres siniestros al año y ofrece la posibilidad de elegir entre reparación o reemplazo en solo un día laborable. Todo esto desde solo 2,5 €/mes… y con el primer mes gratis.
Proteger tu móvil con un seguro especializado es una decisión acertada, sobre todo si viajas con frecuencia. El seguro móvil de Orange incluye cobertura mundial, lo que garantiza que, ocurra donde ocurra el incidente, estarás cubierto al volver a España.
De este modo, puedes disfrutar del verano con la tranquilidad de saber que tu dispositivo estará seguro, incluso lejos de casa. Si eres de los que no se separa del teléfono durante sus viajes, esta opción puede marcar la diferencia. ¡Disfruta sin preocupaciones y con tu móvil siempre a salvo!