En su nueva campaña #PorunusoLovedelatecnología, Orange trata de impulsar el diálogo necesario en las familias para dar visibilidad a los trastornos de conducta alimentaria (TCA) y así poder afrontarlos en sus fases iniciales.
En la web de esta iniciativa se podrá encontrar información sobre los TCA, el impacto de las redes sociales en el desarrollo de estos trastornos, consejos para identificar el problema y recomendaciones a seguir.
En esta nueva iniciativa, la compañía cuenta con la colaboración de la Federación Española de Asociaciones de Ayuda y Lucha contra la Anorexia y Bulimia (FEACAB) y la Asociación Española para el Estudio de los Trastornos de la Conducta Alimentaria (AEETCA).
Según Isabel Alonso, Directora de Marca en Orange, ”con esta nueva campaña, la compañía quiere dar respuesta a las inquietudes de muchas familias sobre una cuestión tan preocupante como los TCA, donde juegan un papel muy relevante las redes sociales y webs. Frente a este mal uso de la tecnología, queremos mostrar cómo esta también se puede convertir en un instrumento para ayudar a los jóvenes y sus padres en una situación muy compleja, que precisa de un compromiso familiar y también social”.
Por su parte, Mª Carmen Galindo, Presidenta de la FEACAB, afirma que ”las redes sociales suponen un gran avance, pero por otro lado pueden ser un factor de riesgo en el caso de los trastornos de la alimentación si no se saben utilizar o se hace sin control. Desde hace muchos, años las familias llevamos alertando de la necesidad de prevenir y legislar para evitar la influencia negativa que las redes sociales puedan tener entre los jóvenes. La prevención es muy importante para evitar el aumento de casos y, por eso, esta campaña es una gran ayuda, un paso importante”.
La importancia de la prevención también es destacada por Montserrat Graell, Presidenta de la AEETCA, quien considera que “es tarea de todos e incluye aprender a resistir las presiones culturales para conseguir diversos modelos corporales poco realistas, identificando la belleza con salud y no solo con delgadez, implementando una imagen positiva del cuerpo en su diversidad y evitando los comentarios continuos y críticos respecto al cuerpo y al peso”.
#ana y #mia, dos “hastags” peligrosos
En la actualidad, según el Informe de la Agencia de Calidad de Internet desarrollado para la Fundación Imagen y Autoestima, existen 2 millones y medio de publicaciones en internet etiquetadas como #anorexia y casi cuatro millones detrás de #ana (anorexia) y #mia (bulimia). Además, los contenidos en redes sociales que fomentan la anorexia o bulimia han aumentado un 470% en los últimos cinco años.
El 60% de las personas con trastorno alimentario buscan en las redes sociales contenidos que pueden poner en riesgo su salud y son precisamente los jóvenes de entre 12 y 24 años los que más utilizan las redes sociales. En ellas, las víctimas de este problema se retroalimentan, ofreciendo malos consejos, “trucos” y retos peligrosos.
El 85% de los pacientes empezaron a buscar información en internet sobre este problema cuando eran menores de edad y uno de cada cuatro lo sigue haciendo. Sin embargo, en el 87% de los casos, la familia desconoce estos hábitos y en solo el 40% llega a enterarse del problema.
Un sueño convertido en pesadilla
Para llamar la atención y advertir sobre este peligroso fenómeno, Orange inicia hoy una campaña de difusión y concienciación en la página web https://usolovedelatecnologia.com, cuyos ejes son dos materiales audiovisuales:
Un vídeo de ficción, que sigue la trayectoria de una joven de 16 años que utiliza las redes sociales como Instagram a modo de “espejo mágico” para saber si “es la más hermosa”. Allí encuentra consejos etiquetados como #ana (anorexia) y mia# (bulimia) que, supuestamente, la ayudan a alcanzar su meta de “convertirse en princesa”.
Este empeño la lleva al hospital, después de poner en riesgo su vida. El vídeo finaliza con la frase: “Habla con tus hijos antes de que #ana y #mia lo hagan en las redes sociales”.
El segundo es un vídeo realista en el que se convoca a una adolescente a una sesión de fotos, a la que deberá acudir con sus padres por motivos “legales” (o al menos esa será la excusa). En el experimento, dos mujeres jóvenes (actrices) se presentarán como Ana y Mía, las estilistas de la sesión.
Ellas serán las encargadas de guiar a la chica durante las fotos. Los padres esperarán en una zona ligeramente apartada donde podrán seguir la sesión en la que la joven recibirá consejos para adelgazar, incluso provocándose vómitos.
Todo ello, para aparecer “guapa” en las fotos. Al finalizar la experiencia, se explica a los padres que se trata de una ilustración del tipo de información que muchas jóvenes reciben en redes sociales y que causan trastornos de la conducta alimentaria.
Estos contenidos audiovisuales se complementarán en próximas semanas con campañas online y otros contenidos informativos con consejos y mensajes de expertos y educadores para reforzar el carácter didáctico de la iniciativa.