‘Blockchain’ para limpiar playas y el ‘big data’ del plancton

tecnología para los océanos

Innovación

Conservar los océanos y hacer un uso sostenible de los recursos marinos es uno de los objetivos de desarrollo de la ONU. Y, sin embargo, los ecosistemas oceánicos están más amenazados que nunca por la contaminación y el cambio climático.

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Más de 3.000 millones de personas dependen de la biodiversidad marina y costera para sobrevivir. La actividad pesquera genera más de 200 millones de empleos en todo el mundo. Algo más del PIB global está ligado directamente con el mar. Pero los datos de las Naciones Unidas señalan también los desafíos a los que se enfrentan los océanos del planeta.

La acidificación de las aguas ha aumentado un 26% desde la revolución industrial. En las últimas décadas, un 20% de los arrecifes de coral han desaparecido y otro 24% se encuentra en riesgo inminente de colapso. El 80% de la contaminación marina se genera en tierra, incluidos los ocho millones de toneladas de plásticos que, cada año, acaban en el mar. ¿Puede la tecnología ayudarnos a hacer frente a estos retos?

‘Big data’ del plancton e inteligencia artificial

Plancton significa, en griego clásico, algo así como ‘lo que va errant’e. Con esta palabra nos referimos a un conjunto variado de microorganismos que se encuentra en suspensión en el agua dulce y salada. El plancton es, también, el mejor indicador de la salud de los ecosistemas acuáticos. Por eso la ciencia lo usa como una especie de señal de alarma oceánica.

A partir de 2023, IBM pondrá en funcionamiento una serie de microscopios autónomos que se encargarán de monitorear este conjunto de microorganismos. Mediante una serie de sensores, recogerán grandes cantidades de datos sobre el estado del plancton y sus variaciones en relación con el entorno (temperatura y composición química del agua).

El análisis de este big data en tiempo real permitirá detectar los problemas en etapas tempranas y actuar con rapidez. Además, a medida que se recopilen más datos, IBM planea dotar de inteligencia artificial a estos microscopios autónomos para que puedan analizar la información localmente y ayudar a tomar aún mejores decisiones.

Bioindicadores y ‘machine learning’

El seguimiento de los microorganismos para monitorear la salud de los océanos no es nuevo. Pero la aplicación de las tecnologías de análisis de datos e inteligencia artificial está ayudando a profundizar en este conocimiento. También con el plancton como objetivo, la Universidad de Ginebra ha desarrollado un sistema de machine learning para estudiar la biodiversidad oceánica mediante el análisis de datos de ADN microbiano y de los ecosistemas.

el plancton como bioindicador de la salud de los océanos

El sistema permite utilizar cualquier especie del plancton como un bioindicador, aunque esta no sea conocida. Tras secuenciar su ADN, los datos genómicos recabados se aplican a un modelo de inteligencia artificial que permite describir el rol de la especie en el ecosistema, incluso aunque la especie no haya sido identificada antes. Así, se espera mejorar el rendimiento de los sistemas de observación del ecosistema y disminuir los tiempos de análisis.

‘Blockchain’ contra el plástico

Reducir la contaminación pasa por reducir la generación de residuos en origen. Si una botella no acaba en un río, el plástico nunca llegará al océano. Con este objetivo, la startup noruega Empower ha decidido aplicar la tecnología blockchain y un tipo de tokens (similares a las criptomonedas) para intentar monetizar los residuos y lograr que la gente se implique en la recogida de plásticos.

Inspirado en el sistema noruego de gestión de envases (los usuarios pagan una cantidad simbólica cuando los compran y la reciben de vuelta cuando los reciclan), el proyecto de Empower consiste en un sistema certificado de recogida de plásticos que permite colocar estaciones de reciclaje en cualquier lugar, independientemente de la infraestructura de tratamiento de residuos del país.

tecnología para los océanos y para recoger más plástico

Los usuarios que se registran y depositan envases en los contenedores reciben pagos en una criptomoneda de valor fijo llamada EMP. La solución está especialmente ideada para colocarla en puntos donde se acumula la basura en la costa, como las playas.

Los algoritmos de Ocean Cleanup

Si ya no está en las zonas de costa, el plástico es mucho más difícil de recuperar. La startup Ocean Cleanup busca reducir a la mitad la cantidad de residuos plásticos que flotan en el océano Pacífico. Y, de paso, recopilar y analizar datos sobre el comportamiento de la basura en las corrientes marinas para así optimizar el sistema.

Desde finales del año pasado, el primer prototipo de sistema pasivo de recogida de plásticos de esta compañía trabaja ya en el giro oceánico del Pacífico. Un sistema de corrientes marinas rotativas en el que se acumulan gran cantidad de microplásticos en flotación. A medida que recolectan los desperdicios, también toman datos con los que alimentan el algoritmo que les permitirá conocer mejor el funcionamiento de estos giros y recoger los residuos de forma más eficiente.

La solución para lograr el uso sostenible de los recursos y proteger los ecosistemas marinos no pasa solo por la tecnología. Pero la inteligencia artificial, los algoritmos y el análisis de grandes conjuntos de datos están dispuestos a echar una mano.

Por Juan F. Samaniego

Imágenes | Unsplash/Jeremy Bishop, Sarah Lee, Brian Yurasits

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