La fibra óptica es uno de los inventos humanos más simples en cuanto a diseño. Consiste en un hilo de vidrio o polímero recubierto por un segundo hilo menos reflectante, que deja atrapada la luz en su interior. Además, es uno de los materiales más asequibles a la hora de fabricar. Y pese a todo ello, ha cambiado el mundo.
Gracias a este invento, que sustituye la tecnología de cobre telefónico del siglo pasado, nuestras comunicaciones han mejorado de manera notable en apenas unas décadas. Pero, como todavía queda mucha fibra óptica que instalar, en este artículo mostramos cómo Orange construye su red fija.
¿Por qué es importante la fibra óptica en los hogares?
Al igual que el teléfono a mediados del XX o Internet mediante cable de cobre a finales, la fibra óptica –junto con la red de datos móviles– supone la entrada a un mundo más rico, heterogéneo y más comunicado.
Disponer de una conexión de alta velocidad como la que da la red FTTH (Fiber To The Home o fibra hasta nuestro hogar) nos permite ser más partícipes en la sociedad, disponer de más información para poder contrastarla y de más alternativas de ocio, así como más oportunidades laborales.
El objetivo de Orange es que este nuevo abanico de posibilidades llegue al mayor número de personas posibles, por eso acaba de anunciar que amplía su despliegue de fibra en España hasta los 16 millones de hogares en 2020, abarcando el 70% de las poblaciones españolas de más de 5.000 habitantes y el 90% de las de más de 10.000.
El gran reto de conectar toda España
A pesar de que la fibra óptica es más asequible frente a otros materiales como el cobre, su composición la hace extremadamente frágil. Como vidrio, no puede instalarse en lugares en los que haya vibraciones, ni en codos muy pronunciados. De lo contrario, el rayo de luz que cruza el cable no llegará a su destino.
Diseñar la red nacional, la que une unas ciudades con otras, es relativamente fácil, porque, ayudados por infraestructuras como líneas eléctricas soterradas o nuevas carreteras, la operadora puede lanzar kilómetros y kilómetros de fibra óptica entre municipios. En lugares de difícil acceso se hace también uso de postes o soluciones tradicionales en lugar de canalizaciones soterradas.
Dentro de las ciudades, las redes de fibra óptica suelen tener forma de árbol. De ese modo, de existir una avería en algún punto de la línea, los clientes de Orange seguirán teniendo acceso a la red de alta velocidad, siempre que no pertenezcan a la rama afectada.
¿Por dónde va la fibra óptica en las ciudades?
A pie de calle, especialmente en núcleos urbanos muy densos o con características medievales en las que, además del poco espacio, hay que evitar en lo posible todo impacto ambiental, es otro cantar.
Trabajando mano a mano con ayuntamientos para obtener licencias y permisos, se hace uso de los ductos o aberturas ya construidas por infraestructuras anteriores, como puede ser la red eléctrica de la ciudad, el canal de un operador anterior, el hueco por donde iba el cobre o los canales de la línea semafórica.
En algunas zonas en las que estas soluciones no son viables, Orange hace uso de cortadoras que abren una pequeña zanja (de unos 2 cm) a lo largo de la acera o el asfalto. En ella se introducen con cuidado los cables de fibra óptica entubados y se vuelve a cerrar esta pequeña obra. Todo bajo supervisión municipal para llevar la fibra óptica hasta nuestro portal.
Cómo unir las grandes redes de fibra con los hogares
Una de las mayores dificultades de la fibra óptica es el tramo final. Ese al que llaman Red de Distribución en el vídeo. El paso de la Red de Alimentación a la Red de Distribución es crítico, y para ello Orange contrata a los mejores profesionales, provistos de tecnología para realizar cortes y empalmes en la red.
Cada cierto número de portales en las ciudades, una arqueta soterrada guarda un nudo de fibra óptica, generalmente con forma de T. La parte horizontal de esta T une cientos de hogares con la red principal, mientras que la vertical va directamente a un conjunto concreto de portales. Es nuestra puerta a Internet.
Manipular fibra óptica no es fácil. Cualquier error en el corte o en un empalme puede hacer que la luz deje de fluir por el vidrio, dejando sin conexión a los vecinos. Máquinas como la de la imagen de arriba ayudan a los técnicos a hilar fino. Esta tecnología tiene mucho de destreza manual, como enhebrar una aguja.
A partir de este punto, el proceso es conocido por la mayoría. Orange deja una “punta” de fibra óptica en los hogares donde, con ayuda de una clavija estándar, se engancha el conversor de red, que, a su vez, conecta al router mediante un cable Ethernet.
Este último paso no requiere de conocimientos técnicos y suele ser plug&play para que clientes como tú disfruten de Internet a alta velocidad sin complicaciones.
Marcos Martínez
Imágenes | iStock/nevodka, iStock/AdrianHancu, iStock/eyjafjallajokull