La Fundación Orange ha inaugurado su Aula Digital en la asociación APRAMP (Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención a la Mujer Prostituida). Ubicada en la sede que APRAMP tiene en la madrileña calle de La Ballesta, el aula incorpora la educación digital en el programa de formación socio laboral que vienen recibiendo las mujeres en situación de vulnerabilidad acogidas por esta asociación. La inauguración del Aula Digital ha contado con la presencia de Christine Albanel, Directora Ejecutiva de Responsabilidad Social Corporativa, Diversidad, Colaboraciones y Solidaridad del Grupo Orange.
Este Aula Digital es la primera que se abre en España, dentro de un proyecto enmarcado la iniciativa Maisons Digitales que ha lanzado la Fundación Orange a nivel internacional y que ya ha alcanzado a 8.000 mujeres a través de 94 aulas en 10 países, incluidos Francia y ahora también España. El proyecto consiste no solamente en equipar a la asociación con diferentes dispositivos tecnológicos como ordenadores, tablets, etc., sino que va acompañado de un programa pedagógico adaptado a la situación y formación de las mujeres participantes, en este caso, en el marco de un taller de costura.
Así, en el Aula se imparte un curso con formación sobre habilidades digitales, desde aprender a navegar y a buscar información online, elaborar un curriculum, búsqueda de empleo online o adentrarse en el sistema de control de almacén… e incluso una iniciación práctica a la impresión 3D, puesto que el aula cuenta con una impresora 3D pensada para elaborar diseños originales de botones y otros complementos para la ropa. Esta formación se imparte con la colaboración de Womenteck – Asociación Mujeres y Tecnología.
La tecnología y la educación digital son dos de los factores más a tener en cuenta en la reducción de la brecha social, laboral y digital. En el caso de APRAMP esta educación digital es diseñada específicamente para el colectivo perteneciente a esta asociación y por tanto permite adaptarse a las necesidades específicas de cada mujer. De esta manera se potencia el talento individual se aumenta de forma considerable la autoestima y la resistencia a la frustración, muy presentes en este tipo de colectivos.
Además, supone la adaptación de estas mujeres a la actual transformación digital del mundo socio laboral aumentando por tanto las posibilidades de encontrar un puesto de trabajo digno debido a la adquisición de competencias digitales individualizadas.