Desde Orange reafirmamos nuestro compromiso con la navegación segura en la red dentro del marco de nuestra política de responsabilidad social corporativa.
Un estudio realizado por Fundación Internet Watch (IWF) nos indica que el 88% de las fotos y vídeos de contenido sexualmente explícito terminan publicados en espacios web pornográficos.
El estudio recoge datos de septiembre de 2012, trata de conocer la cantidad de imágenes y vídeos sexualmente explícitos que se encuentran en la red y qué parte de este contenido ha sido copiado e insertado en otras páginas.
En menos de 48 horas de trabajo, IWF localizó 68 páginas que contenían más de 12.000 imágenes y vídeos de este tipo. En concreto 7.147 imágenes y 5077 vídeos.
Muchas de estas páginas, conocidas como “parásitos”, se dedican a rastrear las fuentes originales donde, principalmente las y los jóvenes, insertan este tipo de fotos y vídeos, los roban y publican en las páginas de tipo pornográfico.
La difusión incontrolada de fotos o vídeos con contenido sexual y realizadas con el consentimiento del protagonista o por él mismo, se conoce como Sexting. Se trata de una práctica muy difundida entre jóvenes y menores.
Los y las menores pueden considerar la actividad, en su origen, como algo inocente que realizan voluntariamente por diferentes motivaciones, ligar, tener más amistades en la red, tener un mayor número de votos en páginas que establecen rankings de fotos más provocativas, etc. Sin embargo, se exponen a que las imágenes que ellos mismos han enviado se difundan por la red sin su autorización y de forma incontrolada.
Debemos recordar que los derechos a la propia imagen y la intimidad se mantienen en la red. Pero está claro que todavía los y las menores no son, ni somos conscientes, de que una vez que se publica una imagen en Internet, se pierde el carácter de privado y se corre el riesgo de ser interceptado por terceros.
A todo esto debemos añadir que, si bien tenemos que esperar al texto final de la reforma del Código Penal, la información publicada hasta la fecha (Anteproyecto de Ley) indica que se castigará también la difusión no autorizada de imágenes o grabaciones íntimas obtenidas con consentimiento de la víctima pero sin autorización para su difusión.
Datos como los que refleja el estudio citado debe hacernos reflexionar tanto a jóvenes como a adultos. La seguridad de los menores en la red debe entenderse como una responsabilidad compartida.
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