Navegación segura: ¿Estaremos haciendo algo mal?

RSC

Nuestros menores ya precisan de un contacto y una comunicación online constante, juegan, comparten en red, les gusta recibir información de manera inmediata. Estamos hablando de una generación interesada por las tecnologías colaborativas que cambian los tradicionales patrones de gestión y de tratamiento de la información.

En la sociedad tecnológica que comparten son activos, colaboracionistas, expresan sus ideas, sus opiniones, sus formas de diversión. En definitiva las TIC forman parte natural de su ecosistema.

Sin embargo, este presente de posibilidades nos exige desafíos que debemos afrontar.
Seguimos sin prestar la atención debida al aprendizaje formal de las competencias TI (Tecnologías de la Información). Es necesario el aprendizaje de las competencias que realmente se requieren en los puestos de trabajo. El Informe Eurídice presentado a la Comisión Europea así lo evidencia.

Las escuelas se enmarcan como los espacios naturales, para llegar a todos los niños y niñas, independientemente de su situación socio-económica o de desigualdad. Sin duda un papel relevante en esta línea, lo adquiere el sistema educativo en el que se promueve la adquisición de las competencias básicas y concretamente la competencia digital y de tratamiento de la información. Pero en el aula se ha de ir más allá, poniendo en valor el talento investigador de las y los menores, con la realización de actividades en las que descubran los beneficios de la innovación tecnológica.

Se hace necesario potenciar una formación que integre, de forma prioritaria, el uso de la tecnología fomentando el pensamiento crítico y creativo. Innovando con propuestas didácticas que utilicen las TIC como un recurso que favorezca el trabajo en equipo, el desarrollo de las destrezas sociales, la creatividad, la posibilidad de experimentar y la curiosidad por conocer e investigar.

Pero es tarea de todos, promover la incorporación plena de las estas tecnologías entre nuestros menores, con el aprovechamiento de todas sus oportunidades.

Y en este reto, las familias también juegan un papel esencial.

En este esfuerzo de todos, deseamos que el grano de arena que aportamos a través de este blog y de la sección navega seguro favorezca la involucración de madres y padres en la necesidad de considerar el uso de las TIC de sus menores como un ámbito más de su vida, potenciándolo o regulándolo, del mismo modo que otras facetas vitales.

Todo ello implica corresponsabilizarse con la educación tecnológica de los y las menores.

Ellos, no lo olvidemos, tienen la motivación, nosotros debemos proporcionales los escenarios necesarios que faciliten estos aprendizajes.

Transformar el aprendizaje, a través del uso eficaz de la tecnología, redundará en la utilización correcta y responsable de esta y por tanto en la minimización de sus riesgos.

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