Proyecto REENFOCO para mejorar la eficiencia energética y el confort térmico en el trabajo

RSC

Uno de los puntos clave de los Objetivos de Desarrollo Sostenible es el uso responsable de la energía. Algo que va más allá de buscar y usar energías 100% renovables. Este uso está presente en el ODS 7 (energía asequible y no contaminante), el ODS 11 (ciudades y comunidades sostenibles) y, en el caso de Reenfoco, también en el ODS 8 (trabajo decente y crecimiento económico).

El proyecto Reenfoco, que asocia al Instituto de Biomecánica de Valencia (IBV) y al Instituto Tecnológico de la Energía (ITE), pretende identificar aquellos factores clave en el desarrollo de soluciones de gestión eficiente de la energía en el entorno laboral, haciendo uso de nuevas metodologías para lograrlo. Es decir, cómo usar bien la energía para aumentar el confort.

La gestión energética del entorno laboral

El control del gasto energético a nivel laboral va más allá del conflicto personal que se pueda tener con subir o bajar el termostato, cuando un trabajador tiene frío y otro calor. También del control de la iluminación que con demasiada frecuencia se observa alumbrando puestos de trabajo vacíos.

Dentro de su ‘Paquete de medidas sobre clima y energía hasta 2020’, la Comisión Europea marcó dos objetivos orientados a los entornos laborales. El primero, medir cuál es el consumo de energía de las grandes compañías para entender el margen de mejora. El segundo, mejorar hacia 2020 las cifras de eficiencia en un 20% con respecto a los niveles que se tenía en 1990.

Son precisamente estas grandes empresas las que más inversiones de eficiencia energética realizan. Disponen de los recursos para hacerlo y entienden los beneficios económicos a largo plazo de invertir pronto. Sin embargo, aún se puede mejorar más. Continuamente aparecen nuevas tecnologías que permiten disminuir el gasto o, manteniéndolo igual, aumentar el confort.

El confort no tiene por qué estar reñido con el consumo

Uno de los objetivos de Reenfoco es analizar las características térmicas de los trabajadores con la meta de mejorar su confort térmico. Se analizan factores como el vestuario usado, la presencia o no de zonificación en la climatización del edificio, o la existencia de mobiliario y los flujos de aire internos.

Hace décadas el confort térmico estaba reñido con el consumo. Si se quería lo primero, aumentaba mucho lo segundo. Los techos de las oficinas eran altos, la ropa era cuanto menos inadecuada si se perseguía la reducción de recursos energéticos, y la envolvente de los edificios tenía mucho que mejorar.

Sin embargo, hoy en día existen formas de suministrar cantidades precisas de energía a puestos específicos sin que el resto se vean afectados. La zonificación no solo afecta a la climatización, sino también a la iluminación. ¿De qué sirve iluminar el resto de puestos laborales si no se están usando?

A esto se suma una cuestión importante que a menudo se ignora: el proyecto Reenfoco valorará factores actualmente sin demasiada atención, como la indumentaria laboral. Desde hace mucho tiempo se sabe que la climatización se encarga de ‘completar’ la brecha térmica de la que no pueden encargarse los siguientes elementos:

  1. El emplazamiento, de difícil cambio una vez construido el edificio.
  2. La orientación del edificio, ídem.
  3. La envolvente. Sobre esta sí es posible trabajar, mejorando las prestaciones de la fachada, añadiendo aislamiento y sellando fugas. También instalando parasoles, toldos, etc.
  4. El comportamiento de los usuarios. Es aquí donde entra el vestuario y otros factores relacionados con el uso. Algo tan básico como añadir una prenda más puede evitar toneladas de CO2 al año.

En busca de la gestión energética eficiente

Si se busca que el uso de energía en el entorno laboral sea sostenible y responsable, es obligatorio hablar de su generación y almacenamiento. No es lo mismo una oficina climatizada mediante gas natural que a través de una máquina aerotérmica de clima. Tampoco es igual que esa misma máquina sea suministrada con energía del mix eléctrico frente a energía renovable.

Esta gestión eficiente también implica cómo se gestiona esa energía limpia y cómo es su almacenamiento, y pone el foco en aumentar la sensación de confort al tiempo que se minimiza la huella ambiental. Un equilibrio difícil de conseguir pero que es viable si se disponen de los datos suficientes.

Para obtener estos datos, Reenfoco pasará año y medio midiendo tanto en el sector servicios como en la industria, y tiene como objetivo el poder ayudar directamente a la Fundació València Clima i Energia y la Delegación de Emergencia Climática y Transición Energética, que apoyan el proyecto y prestan sus instalaciones para hacer pruebas que aporten dichos datos.

El proyecto se presenta a la convocatoria del Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (IVACE) y se enmarca dentro del Programa Operativo de la Comunitat Valenciana 2014-2020 y opera con Fondos Europeos de Desarrollo Regional (FEDER). Dentro de unos años sus resultados estarán disponibles, y las empresas valencianas y españolas podrán adaptarse mejor.

Por Marcos Martínez

Imágenes | Free-Photos, Ahmeetyalcin, StartupStockPhotos

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