El término sharenting es una conjunción de las palabras inglesas share (compartir) y parenting (criar) y se refiere a la práctica de algunos padres que comparten fotos, videos e información de sus hijos en las redes sociales. Desde Orange, con el proyecto #PorUnUsoLoveDeLaTecnología, intentamos concienciar de las malas prácticas de la tecnología en el día a día.
Es muy probable que los padres no pidan permiso a sus hijos para publicar contenido en las redes sociales sobre ellos, algo que le puede afectar a los menores. «Todo lo que se publicar en la biografía de una persona, por su privacidad, debería consultarse. Y es que puede que haya información que no le apetezca compartir, que nadie sepa qué hace o dónde está.» dice una de las hijas del siguiente video.
Sharenting
Al cumplir los 6 meses el 81% de los bebés tiene presencia en Internet. Y antes de los 2 años, el 5% tiene perfil propio en Facebook… Internet y las redes sociales nos plantean nuevos retos. Y como padres debemos conocer cómo afecta a nuestros hijos la sobreexposición que hacemos de ellos en Internet.
Riesgos y consecuencias del Sharenting
Compartir fotos de tus hijos, añadir su nombre completo, la ubicación… supone un peligro para el menor. Los padres, sin ser plenamente conscientes, están dando detalles de sus hijos, facilitando, por ejemplo, el robo de identidad.
Muchos padres buscan apoyo en la red y/o comentan públicamente un problema de sus hijos: circunstancias académicas, mala conducta, problemas de salud… Lo que los padres ven como una simple ayuda, puede acarrerar a los hijos consecuencias negativas en su vida personal y profesional.
Las publicaciones se pueden proyectar en el tiempo, impactando sobre el honor y la reputación de los menos. Además, puede perjudicar en su entorno social, en el colegio… y sufrir bullying o cyberbullying.
Una foto publicada puede ser reproducida indefinidamente y acabar en lugares inapropiados.
Consejos para prevenir el Sharenting
– Los padres deben familiarizarse con las políticas de privacidad de los sitios en los que se cuelga información.
– Activar notificaciones que alerten cuando el nombre de su hijo aparezca en alguna búsqueda de Google.
– Compartir la información de forma anónima para respetar la privacidad del menor.
– Nunca compartir la localización del niño.
– Siempre consultar y dar a los hijos la posibilidad de «veto» sobre lo que se va a compartir de ellos en las redes sociales.
– Nunca colgar fotos en las que el menos aparezca desnudo, incluyendo las de recién nacidos y la hora del baño.
– Considerar el efecto que puede tener lo compartir en la autoestima del niño.