¿Cuánto tiempo tarda Messi en tomar una decisión antes de golpear la pelota? ¿Cómo decide el cerebro de Rafa Nadal qué posición tomar en la pista tras un saque a 200 kilómetros por hora? La capacidad de reacción y la velocidad en la toma de decisiones son clave en los deportes. Lograr que la tecnología no las ralentice es esencial en su futuro, no solo para los atletas, sino para millones de fans alrededor del mundo.
Un portero de fútbol tiene menos de 300 milisegundos para reaccionar a un lanzamiento de penalti. Uno de hockey debe detener un pequeño disco a más de 160 kilómetros por hora. Una bola de bádminton llega a rozar los 500 kilómetros por hora. Un parpadeo dura 250 milisegundos, pero nuestros ojos perciben objetos y mandan señales al cerebro en menos de cinco. Ante este escenario, un puñado de milisegundos marca la diferencia entre el éxito y el fracaso. Por eso las redes 5G son una piedra angular en la aplicación de las tecnologías al deporte.
El fútbol a baja latencia
En los últimos años, la tecnología se ha adueñado del fútbol. El espectáculo se beneficia de las mejoras audiovisuales y el negocio saca partido a nuevas formas de distribución del contenido y de monetización en los estadios. Y la preparación de los atletas y los entrenadores también se ha visto potenciada. Hasta ahora, la aplicación en los entrenamientos de tecnologías como el análisis de datos o la realidad virtual en tiempo real tenía una asignatura pendiente: la latencia.
La diferencia entre los 20 o 30 milisegundos de retraso en la transmisión de paquetes de datos en las redes 4G y los menos de 1 milisegundo de la tecnología 5G podría parecer insignificante. Pero, cuando todo gira alrededor de la velocidad de reacción, se vuelve importante. “La latencia ultrabaja se puede utilizar para realizar una gran variedad de funciones importantes en el mundo real, como mejorar la producción de componentes del motor a reacción y reforzar la seguridad del tráfico”, explican desde Ericsson. Pero también, por qué no, el fútbol.
En colaboración con el Paris Saint Germain, la compañía sueca de telecomunicaciones ha puesto a prueba la realidad virtual en los entrenamientos de los futbolistas. Equipados con cascos de realidad virtual, los futbolistas del club francés Julian Draxler, Alphonse Areola, Marco Verratti y Thiago Silva testearon la diferencia de latencia entre las redes 4G y las 5G.
El primer ejercicio era sencillo. Uno lanzaba, el otro paraba. Pero en lugar de tener contacto visual directo con el balón, los futbolistas percibían su entorno a través de una grabación retransmitida vía streaming. Los entre 18 y 20 milisegundos de diferencia en el retardo acumulado de la red 4G hicieron impracticable la experiencia. Al menos para el portero, que no fue capaz de detener ni un solo disparo. Con la tecnología 5G, el resultado fue bastante diferente. Algo parecido sucedió con el segundo ejercicio, en el que los jugadores trataban simplemente de pasarse la pelota.
La revolución 5G en los deportes
A pesar de lo anecdótico de la experiencia entre el PSG y Ericsson, lo cierto es que la tecnología 5G tiene el potencial de revolucionar muchas de las vertientes del deporte. Desde la calidad y las posibilidades del vídeo en nuestros dispositivos móviles hasta las experiencias dentro del estadio o el acceso a los datos de un partido en tiempo real.
Mucho más que 4K en el móvil
El apartado audiovisual está siendo el primero en beneficiarse de las capacidades de transmisión de la tecnología 5G. Por ejemplo, durante la última edición del US Open de golf, la cadena Fox Sports fue capaz de retransmitir vídeo en 4K y 360º en tiempo real desde diferentes puntos móviles del campo. Y en los Juegos Olímpicos de Invierno de 2018, los espectadores pudieron disfrutar de varias experiencias subjetivas en tiempo real en Ultra HD.
La tecnología 5G no solo tiene el potencial de cambiar la forma en la que se transmite la señal desde el campo de acción del deporte. La experiencia de realidad virtual, el vídeo 360º y los directos en 4K dejan de limitarse a un cable de fibra y una red wifi doméstica para convertirse en algo móvil, que los fans podrán disfrutar en sus dispositivos estén donde estén.
5G para potenciar la experiencia real
Buena parte de la experiencia deportiva sigue pasando por asistir en directo al estadio. Algunos clubes han hecho importantes esfuerzos en los últimos años para desplegar sus propias infraestructuras de conectividad dentro del estadio. Pero las redes 5G, que permiten hasta 10 veces mayor densidad de conexiones que sus predecesoras, abrirán un nuevo mundo de experiencias para los aficionados de todos los equipos.
Poder consultar la repetición de la jugada en un dispositivo móvil; acceder a las estadísticas de juego en tiempo real mediante una plataforma de realidad aumentada; participar en encuestas y concursos; o pedir comida en el bar del campo a través de una aplicación única manejada por el club. Estas son solo algunas de las posibilidades que la nueva generación de redes móviles ofrece para potenciar la experiencia del deporte.
La tecnología 5G ofrece latencia ultrabaja, tasas de transmisión de datos de hasta 10Gbps, banda ancha 1.000 veces más rápida por unidad de área, cobertura cercana al 100% o reducción del 90% en el consumo de energía de la red. Una vez más, la tecnología pone las herramientas. La imaginación es el único límite para ponerlas en práctica.
Por Juan Fernández
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