14 de marzo de 2020. El Gobierno de España declara el estado de elarma en todo el territorio nacional debido a la pandemia del coronavirus. Con estas medidas, que incluían no poder salir a la calle excepto para abastecerse y otros servicios mínimos, se pretendía disminuir el número de contagios en nuestro país.
Un nuevo panorama se presentaba. Uno en el que padres, madres e hijos debían convivir las 24 horas del día, compartiendo ocio y trabajo entre las cuatro paredes de sus casas. El teletrabajo imperaba en horas de oficina, los más pequeños atendían a clases virtuales y el tiempo de esparcimiento se consumía, la gran mayoría de las veces, con una pantalla por delante.
En un adulto el entretenimiento se amplía aunque haya una pantalla de por medio, ya sea viendo películas, series, documentales o, incluso, vídeos de entrenamiento deportivo. Pero en un niño, quizás por meros prejuicios, tendemos a pensar que el videojuego va a ocupar la mayor parte de ese ocio.
¿Cuánto ha dedicado los niños a los videojuegos durante el confinamiento?
Kaspersky es una bien conocida solución informática antivirus que, de vez en cuando, realiza estudios para pulsar los hábitos y costumbres de sus usuarios. A través de Kaspersky Safe Kids, una utilidad específica que controla y vigila el contenido que ven los niños en el ordenador e internet, se ha elaborado un estudio durante la pandemia. Un estudio que vendría a desmentir lo que muchos piensan. No, los niños no solo han jugado a videojuegos durante el confinamiento.
Aunque este estudio puede tener un poco de trampa. Y es que los niños, en lugar de jugar, han usado el tiempo de ordenador atendiendo a clases obligatorias de manera telemática. Según los datos recabados en el estudio, el 46% de las notificaciones de Safe Kids en España se correspondían con las categorías de software, audio y vídeo. Estas se relacionan, claramente, con el tiempo dedicado a recibir clase.
Le seguía la categoría ‘Medios de comunicación por Internet‘, con un 24,16%. Esto puede deberse al aumento inusual del interés por parte de los más pequeños en visitar páginas de información de noticias. El estudio también destaca el uso que han hecho del ordenador para acceder a webs de vídeos y música, un 46% del total.
El porcentaje de visitas a ‘páginas de juegos de ordenador’ ha disminuido, según datos del estudio, pasando de un 15,98% en 2019 al 13,26% de mayo. Y si bien es cierto que esto es debido a que su tiempo frente a la pantalla del ordenador ha sido mayormente ocupado por la docencia, puede que la naturaleza propia del confinamiento les haya hecho encontrar otros temas de interés frente al ordenador.
Otros datos interesantes que podemos obtener del estudio realizado por Kaspersky Safe Kids:
- Los niños más interesados en los videojuegos de ordenador son los de Reino Unido, con casi un 24%. Les siguen los de Estados Unidos (21,6%). En el caso de los niños españoles, la cifra es sustancialmente más baja, 19,59%.
- Los sitios más usados para comunicarse socialmente entre ellos han sido Skype, Hangouts, WhatsApp Web, Meet, Facebook, Twitter y Gmail.
Niños y videojuegos: un estigma que viene de lejos
Muchas voces se han alzado a lo largo del tiempo para afirmar que los videojuegos son perjudiciales para los niños. Incluso han llegado a culparlos de algunos crímenes atroces, simplemente porque el acusado disponía de una consola de videojuegos o un ordenador en su habitación.
En cambio, jugar a videojuegos tiene numerosos efectos positivos en los niños. Entre otros, desarrollan su instinto de superación, estimulan la concentración, pueden mejorar la respuesta psicomotora en niños con necesidades especiales y ayudar a niños con amblioplía u ‘ojo vago’.
Según un estudio realizado por el Real Instituto de Tecnología de Melbourne (Australia), se llegó a la conclusión de que los niños que habían jugado en línea, al menos una hora al día, tenían mejores notas que los que habían dedicado su tiempo a mirar redes sociales.
También hay que tener en cuenta que pasar demasiadas horas frente a una pantalla lleva a tener una vida sedentaria. Jugar a videojuegos no exige esfuerzo físico y es una actividad que puede hacerse a diario, creando un hábito nada saludable.
Por ello, es necesario que los padres e hijos acuerden qué tiempo de juego debe ser el apropiado. Y, por supuesto, a qué videojuegos pueden dedicarle esas horas, pues no todos son recomendados para todas las edades. A través de la clasificación PEGI, por ejemplo, los padres pueden estar tranquilos.
Es imposible constatar que el confinamiento haya producido un cambio de paradigma en el uso y costumbres de los niños y los ordenadores. Lo que sí es un hecho es que, a raíz de este suceso, se les han abierto otras puertas complementarias que podrían aportarles tanto entretenimiento como conocimiento.
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Por Antonio Bret