Big data para el desarrollo sostenible: ¿nos acercan los datos masivos a los objetivos de la ONU?

big data y desarrollo sostenible

Innovación

¿Pueden los datos ayudarnos a tomar decisiones más justas? ¿Pueden allanar el camino hacia un mundo más sostenible y menos desigual?

El volumen de datos disponibles en el mundo ha crecido de forma de exponencial en los últimos años. Saber darle forma para convertirlo en información útil, información que nos ayude a tomar mejores decisiones, es el gran desafío. El big data se acumula día a día, a través del gran número de acciones digitales y conectadas que lleva a cabo la población global. ¿Está en ese océano de datos la llave de un futuro más sostenible?

El ‘big data’ y el desarrollo sostenible

Nos dimos 15 años para alcanzarlos; y ya han pasado cinco. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) son la base de la llamada Agenda 2030 sobre el Desarrollo Sostenible aprobada por las Naciones Unidas en 2015. Son un total de 17 ODS, que abarcan desde la eliminación de la pobreza y el hambre hasta el combate al cambio climático, la igualdad de la mujer o el diseño de nuestras ciudades.

“Los datos son un elemento vital en la toma de decisiones. En el sector privado, el análisis de big data es habitual […] Las nuevas fuentes de datos, como los datos satelitales, las nuevas tecnologías y los nuevos enfoques analíticos, si se aplican de manera responsable, pueden permitir una toma de decisiones más ágil, más eficiente y basada en la evidencia y pueden ayudarnos a medir mejor el progreso hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible”, sostienen desde la ONU.

Alcanzar los ODS no es una tarea sencilla. Está rodeada de desafíos y requiere de la implicación de múltiples actores. Sin embargo, uno de los mayores obstáculos es la falta de datos precisos y detallados para la elaboración de políticas de desarrollo sostenible a nivel mundial, regional y local. Son muchos los gobiernos que todavía no manejan datos de calidad sobre su población. Una situación que se acentúa en los países más vulnerables. Allí cada vez se antoja más complicado alcanzar los objetivos de pobreza y hambre cero en la próxima década.

Un pulso a los datos

El análisis de grandes conjuntos de datos puede sacar a la luz disparidades que permanecían ocultas. Puede potenciar la colaboración entre el sector público y privado con objetivos de desarrollo. O puede contribuir a que los procesos y el reparto de recursos sean más eficientes. Para mostrar el poder que el big data, la ONU ha lanzado Global Pulse, una plataforma con la que explorar las oportunidades allí donde los datos se encuentran con el desarrollo sostenible.

La inteligencia artificial de la radio

los datos de las emisiones de radio

Bajo el paraguas de Global Pulse, se han puesto en marcha ya tres iniciativas. La primera de ellas exploró la aplicación de algoritmos de inteligencia artificial (IA) y de análisis del lenguaje natural para analizar los mensajes de radio en Uganda y detectar problemas de salud pública de forma incipiente y poder anticiparse a ellos.

El proyecto, desarrollado por Pulse Lab Kampala y Pulse Lab New York en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la red EIOS (de las siglas en inglés de inteligencia epidémica de fuentes de datos abiertos), analizó durante 18 todas las emisiones radiofónicas de Uganda mediante tecnología de voz a texto y de análisis del lenguaje.

Según los resultados preliminares, presentados a finales del año pasado, mostraron una correlación clara entre los mensajes que se transmitían a nivel local y los indicadores de salud pública de la OMS. Es decir, dejar que una IA escuche de forma conjunta todas las emisoras de radio podría servir de sistema de detección temprana de brotes epidémicos o emergencias sanitarias.

La luz de los datos en Indonesia

El proyecto After Dark, desarrollado en las ciudades indonesias de Yakarta, Medan, Semarang y Surabaya es otro de los resultados de Global Pulse. Mediante el análisis de datos sobre el terreno y datos de comportamiento, el proyecto buscaba analizar el riesgo real y el riesgo percibido de las mujeres que necesitan hacer uso del transporte público por la noche en esas localidades.

El estudio desveló una situación que permanecía oculta. La calidad de las infraestructuras públicas, la eficiencia de los servicios de transporte y la familiaridad con el entorno son los factores que más influyen en la sensación de seguridad en esa zona. Sin embargo, la inseguridad no limitaba la movilidad, ya que la necesidad era más importante. La inseguridad impulsaba la búsqueda de alternativas y la construcción de mecanismos de protección.

Como resultado de After Dark, las autoridades lograron identificar varias acciones que podían reducir el nivel de inseguridad para las mujeres. Entre ellas, el monitoreo de los vehículos y de los estándares de seguridad, el rediseño del sistema de paradas de transporte público o la implicación de los vendedores ambulantes y otros transeúntes para formar una especie de sistema de alerta.

proyecto sobre seguridad en Indonesia

Twitter para mejorar el control interno de la ONU

El último de los proyectos desarrollados hasta el momento dentro de Global Pulse tiene como objetivo el propio funcionamiento de las Naciones Unidas y, en particular, de su Oficina de Servicios para la Supervisión Interna (OIOS, por sus siglas en inglés). Mediante tecnologías de análisis avanzado aplicadas sobre datos históricos de Twitter, se analizó la efectividad de las campañas en redes sociales de OIOS.

El resultado fue la elaboración de una guía de buenas prácticas para reforzar los mensajes de la oficina, impulsar el compromiso interno con los ODS y extender la influencia de OIOS más allá de los pasillos de las Naciones Unidas.

No se debe olvidar el respeto a los derechos fundamentales como la privacidad o el control sobre los datos propios. Pero el big data tiene una de las llaves para hacer realidad un futuro más justo, sostenible e igualitario. Un mundo en el que los desafíos se resuelvan de forma eficaz y eficiente.

Por Juan F. Samaniego

Imágenes | Unsplash/Paula Prekopova, Erik Mclean, Global Pulse

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