¿La educación sexual de hoy tiene en cuenta Internet? ¿A quién acuden los menores para informarse sobre sexo?
La mayoría de las encuestas realizadas a los menores sobre visualización y/o búsquedas de contenidos de carácter sexual obtienen como resultado que un alto porcentaje de estos ha visto pornografía on-line.
Esto es algo obvio, puesto que la facilidad con la que ahora se pueden localizar este tipo de contenidos en la red, incide en que haya una mayor posibilidad de exposición por parte de los menores.
El acceso a contenidos pornográficos se produce en muchas ocasiones de forma involuntaria. Ya hemos hablado en este espacio de la necesidad de enseñar a los pequeños a realizar búsquedas en Internet.
Los buscadores no distinguen varios significados de una palabra. Si un término tiene un significado “desagradable” en argot y otro perfectamente accesible para un niño, este, al buscar información en la web, encontrará resultados mezclados para las dos acepciones.
Esta situación es especialmente grave a la hora de buscar imágenes ya que aquellas no deseadas aparecen en los resultados del buscador antes de entrar siquiera al sitio web. Este riesgo tiene un impacto instantáneo en los menores, por tanto, las recomendaciones deben ir dirigidas a fomentar una actitud crítica ante la red, sin culpabilizarles de lo que pueden encontrarse.
Ahora bien, en esta ocasión queremos alertar sobre los menores que realizan búsqueda de contenidos pornográficos de forma voluntaria.
Un reciente estudio realizado en el Reino Unido alerta sobre la dependencia que experimentan un gran número de menores a acceder a páginas de contenido pornográfico.
La Dra. Amanda Roberts, profesora de psicología en la Universidad de East London que ha desarrollado el estudio, ha comentado que los resultados son preocupantes, sobre todo por los efectos que están teniendo en los varones jóvenes.
Algunos adolescentes pueden estar adquiriendo una conducta sexual inapropiada y una imagen distorsionada del papel de las chicas en las relaciones sexuales.
Junto a la necesidad, tantas veces comentada de orientar y enseñar en el buen uso de las TIC desde el hogar y desde la escuela, también es preciso considerar una educación sexual que aborde cómo Internet es la principal fuente de información sexual de los menores y por tanto saber orientarles hacia un consumo adecuado de esta información.
Pero no olvidemos que también podemos contar con la tecnología para ayudarnos en esta tarea de información y educación sexual.
En la red están disponibles un gran número de apps desarrolladas para apoyar la educación sexual de los menores. De forma interactiva y didáctica podrán contribuir a reforzar las orientaciones de padres, madres y docentes.