El mercado de fibra óptica en España sigue sumando líneas, usuarios y ofertas. Las instalaciones domésticas ofrecen modelos sobre los que navegar de forma fluida independientemente de la cantidad de usuarios conectados. El ancho de banda que otrora se asociaba a una pequeña o mediana empresa, hoy se tiene en casa. Y, entretanto, las posibilidades lúdicas se han disparado: servicios de streaming desembarcando cada pocos meses, videojuegos con enormes actualizaciones para descargar, hosting en la nube, etcétera.
¿Cómo podrías sacar partido en casa a esa mayor conexión de banda ancha? Aquí van algunas ideas prácticas ahora que Orange ha lanzado Love Familia Total, una conexión de fibra óptica simétrica hasta el hogar de 500 Mbps.
Alta definición para toda la familia
¿Alguna vez has visto la clásica ruleta de “buffering” dando vueltas sin parar? Eso es resultado de un mal streaming provocado por un cuello de botella. Con menos de 100 Mbps, es posible notar molestias y latencias. Ya estés usando un equipo conectado o a través de un smartphone o tablet, cuando la conexión no da la talla, no se puede esperar ver vídeo en Ultra HD.
Mientras servicios como Netflix reiteran sus ofertas y apuestan por contenidos cada vez bajo mayores definiciones, conviene no olvidar una máxima: a mayor calidad, mayor necesidad de ancho de banda. Es un verdadero espectáculo visual disfrutar de la creativa imaginería de Una serie de Catastróficas Desdichas a 4K; o estrenar la flamante Stranger Things bajo un panel HDR a la altura. Pero para hacer uso de un streaming mayor, también se necesita una conexión mayor.
Un servidor NAS
Una conexión de fibra simétrica significa que cuentas con el mismo ancho de banda para descargar paquetes de datos como para subirlos. Si eres de esos usuarios que están todo el día volcando ficheros en algún servidor NAS, bien a través de Google Drive, Dropbox o Wetransfer, no olvides que las cargas interminables pueden cancelarse con un simple corte o interrupción.
Para sincronizar calendarios, archivos y contactos, para navegar de forma segura a través de un servidor VPN o para aprovechar la potencia extra de subida, la fibra simétrica plantea soluciones en el hogar que las viejas conexiones de cable de cobre no pueden ni imaginar. Si se apreciaba como una auténtica revolución el salto de 5 a 50 Mbps, imagina pasar hasta los 500 Mbps reales que ofrece Orange, sin retardo.
A castear se ha dicho
Algunos sistemas de transmisión de imágenes, audio y vídeo utilizan nuestros teléfonos como routers y mandos de control. Estas pequeñas bases —bien Chromecast, bien Apple TV— son ideales para disfrutar de YouTube, PLEX o incluso Netflix sin tener que recurrir a ningún gadget adicional.
La mejor parte de estas herramientas es que el procesamiento del streaming recae en estos pequeños aparatitos. Por tanto, podrás seguir usando las funciones online de tu smartphone, paseando por tus redes sociales, jugando o navegando. Pero a cambio es necesario una buena conexión a Internet.
Y no todo es vídeo: entre los servicios más popular se encuentra Spotify y los 100 Mbps para emplear Spotify en modo WiFi dicen bastante de su estabilidad: si quieres que suene en modo remoto desde el móvil, sin sufrir cortes ni interferencias en la transmisión, necesitas un empujón de megas por segundo extra.
Jugar en consola: una aventura de riesgo
Destiny 2, Doom, Uncharted 4, Battlefront II, Until Dawn, Halo 5, Forza Motorsport 7… ya sabes de qué estamos hablando, ¿verdad? Los videojuegos más punteros gráficamente también son los más exigentes con nuestras conexiones a Internet.
¿Por qué? Por la enorme cantidad de procesamientos de datos que llevan a cabo, los parches que hay que descargar —imagina el gasto energético de mantener toda la noche la consola encendida descargando una actualización de 20 GB— y la comunicación online, por supuesto.
Cuando tus juegos favoritos requieren conexión permanente, y si además eres devoto de grabar tus partidas para después editarlas y subirlas a YouTube, una conexión como la que comercializa Orange de 500 Mbps simétricos se convierte en una necesidad urgente.
Trabajando en casa
Contando con que más de un 30% de la población trabaja desde su hogar o en pequeños comercios que tienen desplegadas redes domésticas, alimentar con un buen sistema de fibra se convierte en peaje obligatorio. Ya teletrabajes con editores de imágenes o suites de ofimática, necesitarás estar en permanente conexión, revisando trabajos, realizando entregas y recibiendo envíos de otros departamentos.
Pero vamos un paso más allá: no hay nada peor que concertar una entrevista por Skype, probar el micro, la conexión y, justo en el instante decisivo, quedarte tirado con una videoconferencia sin funcionar.
Si en vez de una entrevista se trata de una simple charla entre familiares que viven en otra ciudad, siempre podrás retomar la conversación después. Pero cuando estás ante la delegación de una empresa que busca conocerte mejor, conviene evitar este tipo de accidentes.
La seguridad es lo primero
Cuando tu conexión a Internet te permite pensar en algo más, una de las soluciones clave pasa por instalar un sistema de videovigilancia doméstica. La domótica y el IoT (Internet de las Cosas) han transformado la forma en la que vivimos en casa, además de potenciar la eficiencia energética.
Si hace algunos años, en un hogar tradicional, manteníamos conectados a la red WiFi nuestro eReader, portátil, home cinema y TV, hoy tendrás un enorme abanico de gadgets inteligentes, que van desde termostatos hasta luces LED que se activan o desactivan según perciben el movimiento en el hogar.
Y, como es obvio, un ancho de banda simétrico facilita mucho las cosas. Cámaras como las Nest Indoor, capaces de grabar a FullHD de forma ininterrumpida durante 30 días de vídeo —y guardarlo en un servidor en la nube—, pueden ser controladas y monitorizadas desde una app móvil. Pero cuando el contenido es transferido a un servidor o disco duro, el consumo de ancho de banda se dispara. Es aquí donde agradeceras una “tarifa plana” de 500 Mbps simétricos.