Aprende a instalar tu nueva tarjeta gráfica en tan solo siete pasos

Consejos y trucos

No lo vamos a negar: comprar una nueva tarjeta de vídeo estos días es una tarea bastante difícil, ya que la disponibilidad de algunos modelos es mínima y los precios altos. Si ya la tienes en la mano, realizar el cambio en el ordenador podríamos decir que es todo lo contrario, un proceso muy sencillo.

Actualizar la tarjeta gráfica es un procedimiento similar al de cambiar la memoria RAM, solo hay que retirar la antigua e insertar la nueva. Eso sí, hay que cumplir con una serie de precauciones y seguir algunos pasos bien marcados para poder ejecutar el cambio de manera correct.

1. Desinstala los controladores de la tarjeta antigua

En el caso de que ya tengas una tarjeta gráfica instalada, lo primero que hay que hacer, antes de proceder a los cambios físicos, es desinstalar sus controladores o drivers. No te servirán para la nueva tarjeta y lo único que causarán son errores y problemas de incompatibilidad.

2. Saca la tarjeta antigua

Una vez desinstalado el software, lo siguiente es sacar la tarjeta. Por supuesto, tendremos que acceder al interior del ordenador, por lo que hay que tomar algunas precauciones:


Estamos en el caso de contar con una tarjeta ya instalada, por lo que una vez identificada pasaremos a desconectar los cables de vídeo (HDMI o DisplayPort) que salen hacia el exterior. También los tornillos que la afianzan a la bahía exterior.

Para llegar a los componentes internos, lo habitual en una caja de ordenador es retirar la tapa lateral izquierda, que en los ordenadores más modernos suele ser ese panel transparente que nos deja ver el interior. En todo caso, es el lado opuesto a donde se encuentra anclada la placa base.

Lo primero que debemos hacer es desconectar el cable de alimentación de la tarjeta gráfica, que también habrá que desatornillar y extraerla con cuidado. En la mayoría de casos existe, a modo de seguro, un botón en las ranuras PCI-Express. Debemos pulsarlo para extraerla.

3. Aprovecha y limpia el interior

Hay usuarios que limpian cada poco tiempo el interior de su equipo. Pero no todos cumplimos con este proceso tan necesario, ya que, por muy cerrada que parezca que está la caja, termina llenándose de polvo

Como podéis imaginar, la suciedad acumulada es negativa para el funcionamiento de los ventiladores y conectores, y termina provocando sobrecalentamientos

Aprovechando que tenemos el ordenador a corazón abierto, y la tarjeta gráfica antigua fuera, podemos limpiar el polvo que hay depositado alrededor de las ranuras. Es recomendable usar una aspiradora pequeña o algún sistema de aire comprimido. 

4. ¿Cabe la nueva tarjeta? Colócala

Una vez eliminada la tarjeta antigua a todos los niveles, tenemos que cerciorarnos de que la nueva cabe en ese lugar. Es decir, comprobar el espacio que nos queda libre, tanto a lo largo como a lo ancho, teniendo en cuenta las bahías de expansión que va a ocupar la nueva tarjeta.

Otro detalle que es importante es si tenemos suficientes cables alimentación, con los conectores de pines correctos. A la hora de colocarla, hay que centrar la ranura en el puerto y apretar suavemente. Colocamos la alimentación y atornillamos.

En estas operaciones nunca hay que usar la fuerza bruta. Es cierto que las cosas salen y entran con alguna dificultad, pero no nos pasemos en el intento. En el caso de la gráfica entrando en el puerto PCI-Express, notaremos un clic de seguridad cuando está bien conectada.

Otra recomendación general es que cuando vamos a conectar el cable de alimentación a la tarjeta gráfica, es recomendable tocar la caja del ordenador para hacer tierra y descargar la energía estática.

5. Conexión con la pantalla

La tarjeta ya está instalada en el interior, hemos cerrado la caja y lo que nos toca ahora es conectar los cables de vídeo que llevarán la información de la gráfica hasta nuestra pantalla.

Tenemos que conocer las salidas de vídeo disponibles, que suelen ser de tipo DisplayPort o HDMI. También existe la posibilidad DVI, pero se utilizan cada vez menos. Emplearemos el cable que corresponda y conectaremos el resto de conexiones necesarias para encender el ordenador y el monitor.

6. Enciende el ordenador

Si en un primer intento el monitor no muestra imagen, el paso lógico es probar otra de las salidas de vídeo. Para comprobar que el resto de elementos esté bien, podemos usar esos cables con la salida de vídeo de la propia placa: si la imagen aparece es que es algún problema relacionado con la nueva tarjeta.

A veces la causa es una alimentación insuficiente de la tarjeta gráfica. Existen modelos que disponen de un LED que nos informa que la energía llega correctamente. Es algo que tenemos que leer en el manual de la tarjeta. En todo caso, volvemos a revisar las conexiones.

No debería haber demasiado problema con esto; es un proceso fácil en el caso de que todos los componentes sean compatibles. El siguiente paso es la instalación de drivers.

7. Instala los controladores y a jugar

Las tarjetas gráficas funcionarán en un modo básico hasta que instalemos sus controladores. Algo que puede que haga de manera automática tu sistema operativo, pero también es posible hacerlo manualmente y se reduce a dos opciones: ir a la página de soporte de Nvidia o AMD.

Durante el proceso de instalación es posible que la pantalla parpadee y se reinicie, no hay que preocuparse por esto. Cuando esté todo listo, es hora de probar tu juego favorito y disfrutar de los nuevos gráficos.

Por Kote Puerto

Imágenes | Nana Dua | ​​JESHOOTS.COM | BackPack Studio | Fredrick Tendong

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