Las estafas en internet son cada vez más frecuentes debido a que se realizan más transacciones electrónicas. La era digital ha traído muchos beneficios, pero también algunos riesgos para los que el usuario no siempre está preparado.
Los delitos online no están exentos de ser denunciables, de hecho, incluso se recogen en el Código Penal. Aunque la prevención es fundamental para evitar ser víctimas de ellos, saber dónde denunciarlos también es muy importante para proteger los derechos de los individuos.
Los delitos online en el Código Penal
El artículo 248 del Código Penal recoge los actos que se consideran estafas:
“1. Cometen estafa los que, con ánimo de lucro, utilizan el engaño para producir error en otro, induciéndolo a realizar un acto de disposición en perjuicio propio o ajeno.
2. También se consideran reos de estafa:
a) Los que, con ánimo de lucro y valiéndose de alguna manipulación informática o artificio semejante, consigan una transferencia no consentida de cualquier activo patrimonial en perjuicio de otro.
b) Los que fabrican, introducen, poseen o facilitan programas informáticos específicamente destinados a la comisión de las estafas previstas en este artículo.
c) Los que utilizando tarjetas de crédito o débito, o cheques de viaje, o los datos obrantes en cualquiera de ellos, realicen operaciones de cualquier clase en perjuicio de su titular o de un tercero”.
Por tanto, los delitos online, para que puedan ser considerados como tal, deben contar con dos características: que exista engaño y que exista ánimo de lucro. La Guardia Civil explica que si la cantidad económica estafada es menor a 400 euros se trata de una falta de estafa, mientras que si es superior a esta cifra sí se considera un delito de estafa.
Sin embargo, existen otros casos en los que, sin tener una motivación económica, también pueden ser problemáticos, como el phishing, un tipo de estafa que, en ocasiones, solo busca robar credenciales de acceso a páginas web o datos personales del usuario.
Mecanismos para denunciar una estafa online
Los delitos digitales son susceptibles de denuncia, al igual que aquellos que se originan en el mundo ‘real’. Además, existen diferentes mecanismos para denunciarlos.
La Guardia Civil permite informar de los delitos de forma anónima a través de un formulario habilitado en su página web. Para interponer una denuncia formal, se puede realizar a través del Grupo de Delitos Telemáticos, aunque en este caso es necesario personarse en un juzgado o centro policial, tal y como se expone explícitamente en los artículos 265 y 266 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal.
La Policía Nacional, a través de su Brigada Central de Investigación Tecnológica, también permite denunciar los actos delictivos que se han cometido a través de las nuevas tecnologías, entre los que se incluyen asuntos relacionados con la pornografía, la piratería, los fraudes, la sustracción de datos, las amenazas y mucho más.
Por su parte, el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE), cuenta con una línea de teléfono gratuita, el 017, que permite al usuario obtener ayuda en materias como suplantación de identidad en redes sociales, ciberacoso, phishing, estafas y otros asuntos relacionados. Los expertos ayudarán al usuario a tomar las medidas necesarias para solucionar el incidente y también le darán información en caso de que sea un delito denunciable para que pueda conocer los pasos a seguir y el organismo ante el que debe gestionar la denuncia. Además, también permiten contactarles a través de un formulario web, en el que se distingue entre ciudadanos, empresas y menores para poder filtrar mejor la consulta.
Por último, también existen abogados especialistas en delitos informáticos a los que se puede acudir en caso de necesitar más asesoramiento y ayuda con los trámites precisos, previo pago de sus honorarios.
Siempre es necesario denunciar cualquier tipo de delito
Los ciberdelitos están penados por ley y, por tanto, se pueden denunciar ante los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. Es imprescindible hacer el trámite para evitar que otras personas caigan en ellos y para que los estafadores no queden impunes.
Hoy en día existen muchos tipos de estafas en la red, desde la suplantación de identidad hasta las extorsiones de tipo sentimental y los robos de dinero. Es muy importante mantenerse alerta en todo momento y utilizar siempre el sentido común. Los consejos habituales en materia de ciberseguridad también aplican en estos casos: utilizar contraseñas seguras y doble factor de autenticación siempre que sea posible, no descargar archivos ni abrir enlaces de los que se desconoce su procedencia, realizar transacciones económicas solo en tiendas que sean seguras, no proporcionar datos personales sin saber quién es el destinatario de los mismos y mantener actualizado el antivirus, entre otros.
Por Noelia Hontoria
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