Durante todo el año, pero sobre todo en verano, es habitual que hagamos muchas fotos con nuestro móvil. Claro que puede ocurrir que éstas no siempre salgan bien, o al menos no como nos gustaría. Si quieres saber cómo hacer mejores fotos con el móvil debes estar atento para no cometer ciertos errores.
Confiar en lo bien que hace fotos nuestro teléfono está bien, pero podemos encontrarnos con que las imágenes que hagamos no sean todo lo buenas que nos gustaría sin que podamos echarle la culpa al terminal.
Además de no sujetar bien el móvil, tener sucias las lentes o ignorar la regla de los tercios, que son cosas básicas que ya explicamos al hablar de cómo hacer mejores fotos, hay muchas otras cosas que pueden hacer que nuestras fotos sean decepcionantes.
Empezando por iniciarse en los conceptos básicos de fotografía que son esenciales para mejorar si es que, gracias a la facilidad de llevar siempre una cámara en el bolsillo, te has lanzado con entusiasmo a practicar fotografía y pretendes dar un paso más allá y que las fotos de tu móvil puedan empezar a calificarse como arte.
Sobre todo para estos, pero también para todos aquellos que hacen fotos con el móvil alguna vez (ósea prácticamente todo el mundo), van destinados los siguientes consejos. ¿Estás preparado?
Errores de composición
Muchos de los problemas que puede tener una imagen para no ser buena vienen de la composición, sin duda un apartado crucial en cualquier fotografía y que, además, es responsabilidad de quien hace la foto (es decir, no se le puede echar la culpa al móvil).
Pues bien, hay muchas cosas relacionadas con la composición que pueden echar a perder una foto, y a continuación vamos a ver las más relevantes:
Sin un tema principal
En principio, toda imagen debe tener un sujeto principal; es decir, un elemento protagonista que acapare el mayor peso visual y capte la atención del espectador, evitando que la mirada vague por la imagen sin encontrar nada que interese (lo que haría la foto insulsa y aburrida).
Esto es muy típico de las imágenes de paisajes donde no suele haber un elemento destacado o diferente (como podría ser un animal, una cabaña, un árbol especial…). Para evitarlo debemos intentar buscar algún elemento que destaque, aunque no siempre es fácil conseguirlo.
Un tema confuso
Del mismo modo que no es bueno que no haya un sujeto principal, tampoco lo es que haya dos o más elementos que compitan por el protagonismo. Por ejemplo si hacemos una foto de alguien delante de una bonita caída de agua, una situación en la que podría haber dos objetos muy cercanos que rivalicen sin que el espectador sepa dónde centrar la mirada.
Para evitarlo, debemos componer la foto de manera que quede claro quién es el sujeto principal de la foto: situando claramente al protagonista por delante, haciendo que tape en parte al otro e, idealmente, desenfocando el objeto secundario.
Poner al sujeto en todo el medio
Un error muy típico de principiante es situar el elemento principal de una foto exactamente en el centro, para darle el máximo protagonismo. Lo que ocurre es que un sujeto demasiado centrado no siempre es la mejor idea, y puede ocurrir que la composición no funcione y resulte aburrida.
Lógicamente esto no significa que nunca coloques al protagonista justo en el centro, sino que conviene probar distintas opciones para comprobar qué es lo más conveniente en cada foto.
Un horizonte torcido
Una línea del horizonte mal nivelada es un error de principiante que, sin embargo, le puede ocurrir a cualquiera por una simple distracción. Excepto que lo hagamos a propósito por alguna intención concreta, es algo que puede dar la impresión de una foto descuidada por lo que debemos evitarlo.
Es cierto que es algo que podemos corregir a posteriori, pero sin duda es recomendable que las tomas estén bien niveladas de origen. Por cierto, hay que recordar que no es recomendable hacer coincidir la línea del horizonte con el centro de la imagen; mejor ponerlo más abajo o más arriba para destacar la parte más interesante que haya en la toma (cielo o suelo en este caso).
Un fondo que compite
Es increíble lo que puede cambiar una imagen según el fondo que aparezca en ella, especialmente en el caso de los retratos donde pocas cosas hay peores que un fondo que distraiga del sujeto protagonista.
Por eso, como norma general nunca se debe hacer un retrato situando al protagonista delante de elementos que compitan en la atención del espectador. Así, es importante elegir fondos que no tengan objetos que distraigan, que tengan unos tonos adecuados al sujeto principal (a ser posible que contrasten) y, si es posible, desenfocarlos.
Cuidado con las líneas
En fotografía las líneas son elementos básicos que, entre otras cosas, ayudan a dirigir la mirada del espectador y dar profundidad a las fotos. Aunque a veces son contraproducentes si, por ejemplo, hay líneas que pasan por detrás del sujeto principal y confunden la mirada del espectador.
Por ejemplo, pueden ser las líneas verticales de edificios o árboles situados en el fondo de la imagen o líneas horizontales que se suceden por efecto de algún elemento (como una pared). Hasta una línea del horizonte mal colocada puede provocar que una persona parezca cortada y hacer que la composición resulte confusa.
Elegir un punto de vista incorrecto
Elegir un punto de vista adecuado para una foto concreta es una de las primeras tareas a tener en cuenta a la hora de componer. Lo que ocurre es que a veces nos da pereza movernos y nos limitamos a hacer zoom con el objetivo para encuadrar. Por tanto, es otro error del que no está libre nadie.
Pero si no tienes mucha experiencia en fotografía es algo que te puede ocurrir por novato. Por ejemplo si haces la foto de una mascota y, por desconocimiento, no se te ocurre agacharte —para estar a la altura del sujeto al hacer la foto— y haces la foto desde arriba.
Errores durante la toma
Aunque, evidentemente, la composición es algo que forma parte de la toma de fotografías, hemos separado otros errores que se pueden cometer durante ésta ya que no tienen que ver con la labor de componer.
No acercarte lo suficiente
O sí porque este error sí que tiene mucha relación con el anterior —no elegir el punto de vista correcto—. Robert Capa , un legendario fotógrafo dijo en una ocasión que “si tu fotografía no es lo suficientemente buena, es porque no estabas lo suficientemente cerca” y esta frase es un lema en fotografía.
Con ello lo que pretendemos decir es que a la hora de hacer una foto debemos movernos, acercarnos, alejarnos… Es decir, involucrarnos con el entorno de la fotografía y no limitarnos a asistir como espectador, desde lejos, a lo que ocurre.
No elegir el mejor momento
Una imagen puede ser muy distinta según el momento del día elegido para hacerla, sobre todo si hablamos de fotos en exterior. Por eso es importante elegir las mejores condiciones de luz según lo que nos proponemos captar, y eso determinará que una foto tenga que estar hecha en un momento concreto del día como puede ser un atardecer.
Puede ocurrir que no sea posible elegir el momento ni volver al sitio otro día, pero si está en nuestra mano hay que aprovecharlo. Como norma general, las mejores horas del día son por la mañana y al atardecer (cuando se produce lo que se llama golden hour), momentos en los que la luz es suave y los rayos del sol caen en un ángulo de unos 45º. Por el contrario, las peores horas para hacer fotos son las del mediodía, cuando el sol está en lo más alto y su luz provoca duras sombras.
No fijarse en la luz
Directamente relacionado con lo anterior pero un problema bastante común en los principiantes: no apreciar cosas como la intensidad o la dirección de la luz en un lugar. Como imaginarás, la luz es un elemento crucial en fotografía (de hecho “fotografiar” es “escribir con luz”) así que hay que fijarse bien en ella a la hora de hacer una foto.
El ejemplo más representativo de esto lo tenemos en las escenas a contraluz. Más o menos todos tenemos claro que no es conveniente hacer un retrato de alguien con el sol detrás, pero hay otras situaciones similares en las que hay mucha luz detrás del elemento principal y que no son fáciles de interpretar por los fotógrafos novatos.
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Errores tras hacer la foto
Finalmente, aunque parezca mentira, tras haber hecho la fotografía también podemos cometer distintos errores que desvirtúen el resultado.
Por ejemplo borrar fotos demasiado pronto (a veces dejar pasar un poco de tiempo ayuda a ver las imágenes de otra manera) o pensar que cualquier error puede ser corregido a posteriori (las apps de retoque permiten hacer muchas cosas pero no hacer milagros).
Otro error bastante habitual —relacionado con el anterior— es exagerar un retoque o abusar de los filtros (normalmente está bien hacer unos mínimos retoques pero pasarse no es recomendable), y otros podrían ser no hacer copias de seguridad de las fotos (y que se pierdan en la ingente galería del móvil) o no aceptar críticas de las personas a las que mostremos nuestros resultados (algo que debemos tomarnos como algo constructivo).
En definitiva, para aprender a hacer mejores fotos con el móvil debemos ser conscientes de estos errores, tomarnos nuestro tiempo para componer la foto, tener paciencia (por ejemplo para esperar a que se den las mejores condiciones de luz) y, sobre todo, estar abiertos a aprender y experimentar.
Foto de portada | Alice Donovan Rouse. Resto de fotos de Unsplash y Freepik