El smartphone es nuestro gran aliado desde hace años para casi todo, pero también es importante no abusar de su uso. Aquí tienes algunos consejos para evitar que estar ‘demasiado’ comunicado sea un problema, especialmente si vives en pareja.
¿Cuántas horas al día pasamos consultando el móvil? En estos momentos que estamos viviendo, con el confinamiento en casa de millones de personas para frenar la pandemia de la COVID-19, las horas con el teléfono han aumentado de forma considerable. Ya sea para consultar noticias, mirar nuestras redes sociales, hablar con nuestros familiares y amigos o entretenernos, estamos enganchados a este dispositivo gran parte del tiempo.
Sabemos de sobra que esto no es sano, ni positivo para nuestro entorno más cercano, y en especial para las relaciones de pareja. Un uso abusivo y poco responsable del teléfono móvil puede desencadenar problemas de convivencia y discusiones constantes.
Orange, como parte de su plan estratégico ‘Engage’, ya lo advertía con una frase clave: “queremos estar conectados, pero no todo el tiempo”. Hay que priorizar, establecer límites. Es importante crear conciencia sobre el uso seguro y racional de la tecnología digital para minimizar sus impactos negativos y aprovechar al máximo todos los beneficios que nos aporta.
Hay un término que define el uso y abuso del teléfono móvil: phubbing. Se trata de un problema de comunicación que surge, por ejemplo, en una pareja, debido a que uno de los dos está demasiado ‘enganchado’ al teléfono móvil. Esta palabra inglesa viene de la combinación de phone (teléfono) y snubbing (ignorar). Un phubber es una persona que no puede estar más de unos minutos sin consultar el teléfono. Al hacerlo piensa que está muy conectado, y en realidad ocurre todo lo contrario. Y puede acabar convirtiéndose en una falta de respeto y de interés hacia otra persona.
Sin caer en estos extremos, aquí dejamos algunos tips básicos y muy recomendables, para que el móvil no termine siendo un problema de pareja. Aplicables tanto en tiempos difíciles de confinamiento como los actuales, como para cuando todo vuelva a su cauce y recuperemos esa normalidad que tanto echamos en falta.
Respeta la intimidad de tu pareja
Un consejo fundamental y el más importante de todos. Es clave no rebasar jamás los límites de la intimidad y privacidad de tu pareja. Nunca debes controlar ni sus mensajes, ni sus llamadas, ni preguntar de forma incómoda quién requiere su atención en el teléfono. La confianza es uno de los pilares de las relaciones. Si no la hay, o no es suficiente, algo falla.
Si el móvil te ayuda, que os ayude a los dos
Qué importante es reírse viendo memes, vídeos en YouTube, hacer ejercicio con las clases en streaming y compartir momentos con la familia o el grupo de amigos a través de videollamadas o simples conversaciones de WhatsApp. Si todo eso te sirve de ayuda en tu día a día, comparte esto con tu pareja y que sea una terapia conjunta. También es importante reservar cierto tiempo para uno mismo, en el que disfrutar de aficiones y amistades, pero es recomendable organizar alguna sesión de teléfono móvil o tablet para los dos.
Hay tiempo para todo
Hace unos días dimos una serie de recomendaciones para trabajar desde casa, y una de ella era la de organizar el día y marcarse un claro horario. Con esto, nos quedaría consultar el móvil en nuestro tiempo de ocio. Y ese tiempo es el que tenemos que saber repartir de forma lógica.
Por ejemplo: desayuna y consulta las noticias del día o tu tienda online favorita. Fuera de ese horario no revises las publicaciones cuarenta veces más. Seguramente no haya pasado nada nuevo, ni exista una necesidad real de hacerlo. En cambio, tu pareja necesitará de tu tiempo y atención.
Intenta dejar los temas de trabajo cerrados al terminar tu horario laboral, o al menos no obsesionarte con que te pueden contestar fuera de hora. Pon el teléfono en silencio y disfruta de la compañía. El mundo puede esperar hasta el día siguiente.
Una hora de desconexión
Si lo anterior funciona más o menos, ¿qué tal buscar un rato diario para desconectar totalmente del móvil? Al final del día, para ver una serie o una película o cenar tranquilamente mientras hablas con tu pareja del tiempo o de lo que está pasando en el mundo. No hace falta que lo apagues; puedes ponerlo en silencio y dejarlo en otra habitación.
No llevar el móvil a todas partes
Sentarse a comer o a cenar en la mesa con el smartphone al lado, a no ser que estés esperando una llamada o un mensaje urgente e importante, no es necesario. Es más, es bastante molesto para la otra persona y es un hábito a cambiar.
Tampoco es muy beneficioso llevarlo a la cama para echarle una última ojeada antes de dormir, por simple curiosidad de saber qué está pasando en redes sociales o qué se habla en ese grupo de WhatsApp. Además, hay advertencias médicas de que la luz azul del teléfono, la radiación que emite, o el simple hecho de que puede interrumpir el sueño son factores perjudiciales para la salud.
Por Maty Fontenla
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