Atrás quedaron los tiempos en que ver televisión significaba sentarse todos alrededor de una única pantalla para disfrutar de un único canal y un solo programa. Parafraseando la canción, “el mundo digital mató al viejo consumo televisivo”. ¿Cómo lo consiguió?
La audiencia social
El espectador empoderado. Ya no nos sorprende que los programas de máxima audiencia ofrezcan un hashtag para que los espectadores puedan comentar en redes sociales lo que sucede.
La audiencia social son todas esas interacciones a tiempo real que generan los espectadores-internautas. Son opiniones que dan una respuesta fiable sobre qué les gusta y por qué. Interactuar con estos usuarios ofreciéndoles encuestas, concursos, tomas de decisiones sobre el mecanismo del espacio… incrementa el engagement con la cadena.
Un contenido como Eurovisión, por ejemplo, está viviendo una nueva edad de oro gracias a los comentarios que se generan, incluso meses antes, en redes como Twitter.
En diferido
Muchas cadenas ofrecen su contenido ‘a la carta’, dentro de sus webs o a través de aplicaciones. Así, si un espectador no ha podido ver el primer pase de un programa o serie, puede acudir al medio digital para disfrutarlo en diferido. O, en el caso de los clientes de Orange TV, a través del servicio de grabación en la nube, con 350 horas disponibles.
Kantar Media, la empresa que mide las audiencias en nuestro país, empezó a ofrecer las audiencias en diferido en 2015. Contabilizar a los espectadores que practican timeshift (así se llama esta técnica) procura datos más fiables.
VoD
Uno de los agentes que más ha cambiado el consumo televisivo son las empresas de Video on Demand (VoD). Compañías como Netflix o Rakuten Wuaki ofrecen catálogos de series, películas y documentales para que el espectador elija qué quiere ver, cuándo y dónde.
Además, disponen tanto de contenido propio, producciones cuidadas que se ajustan al gusto del público actual, como de contenido local, formatos que encarnan la cultura de cada país, con la que el espectador se identifica. Según cifras de finales de 2018, Netflix cuenta con ocho millones de espectadores en España.
Orange TV ya ofrece más de 3.500 contenidos para toda la familia, con las temporadas completas de series y documentales de estreno y más vistos. Además la programación de los canales Premium estará disponible hasta 7 dias después a través de la guía de programación.
Series internacionales
Los seriéfilos están al día de qué series se estrenan en las parrillas de todo el mundo y siguen las noticias sobre sus ficciones favoritas. Por ello, demandan a las empresas que los estrenos de estos formatos sean lo antes posible. Muchos se dan tan solo una semana después del primer pase en su país de origen o incluso en el mismo día, para evitar los temidos spoilers.
Ya en 2015, ‘Juego de Tronos’, el gran producto audiovisual de la última década, ofreció el estreno de su quinta temporada de manera simultánea en 170 países.
Una de las primeras series que despertó en la audiencia este deseo de inmediatez fue ‘Lost’. Los espectadores se las ingeniaban para ver sus capítulos a través de la red, cuando Cuatro compró sus derechos para emitir su temporada final. El último episodio se vio a la vez que en Estados Unidos. Aunque la emisión tuvo muchos fallos, hizo historia en la televisión de nuestro país.
Smart TV
Las televisiones ya no solo cuentan con los canales tradicionales, sino que han evolucionado para ofrecer a los espectadores conectividad con internet. Las smart TVs disponen de aplicaciones como Orange TV, acceso a plataformas como YouTube o la posibilidad de jugar en línea.
Conectar otros dispositivos, navegar por redes sociales, consultar nuestro correo electrónico, contratar servicios o manejar los controles mediante voz… La televisión se ha convertido en un completo centro de ocio.
Contenidos interactivos
Otro de los fuertes del nuevo consumo televisivo es la interactividad. A través de ella, el espectador toma decisiones sobre la estructura de los programas o el desarrollo de la trama. Se siente más empoderado, pues lo que verá en pantalla tiene relación directa con sus preferencias. Siente que la cadena le tiene en cuenta, lo que mejora la imagen de marca de la empresa.
Las series interactivas son un fenómeno en expansión que recrea la mecánica de las novelas de “elige tu propia aventura”. Aunque había ejemplos anteriores, ‘Bandersnatch’, de Netflix, es uno de los casos más relevantes. Su éxito ha hecho que la VoD siga apostando por estos contenidos. Su nuevo reto es un docurreality con Bear Grylls.
Series transmedia
Tenemos múltiples canales para conectar con el consumidor. La ficción que quiere ser relevante conoce las ventajas de cada uno. En las series transmedia, la historia se cuenta a través de diferentes medios: televisión, web, pero también con aplicaciones, juegos o podcasts. Es una forma de ampliar el universo creativo e implicar al espectador que se interesa por conocer mejor la trama o los personajes.
Una ficción española que trabaja bien el transmedia es ‘El Ministerio del Tiempo’, recientemente renovada por una cuarta temporada. Además de los capítulos que se emitían de forma semanal, se creó un grupo de WhatsApp que desvelaba contenido en exclusiva, se hizo una ficción sonora, se lanzó un capítulo interactivo o una experiencia inmersiva en la que cualquier fan podía convertirse en funcionario.
Segmentación de audiencias
El consumo televisivo es cada vez más exigente. Los espectadores ya no se sienten satisfechos con productos familiares que han de gustar a todos los targets. La segmentación de audiencias nos trae formatos especializados para públicos específicos.
Así, ofertas como la de Orange TV dispone de paquetes de canales temáticos para targets concretos. Por ejemplo, el paquete millennial ofrece eSports y formatos innovadores; mientras que el paquete lifestyle está pensado para quienes prefieren contenidos de viajes y moda.
Por Noelia Martínez
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