Todo lo que ya nos aporta el ‘big data’

Innovación

El término “big data” se ha popularizado bastante, pero su significado puede generar aún cierta confusión. Para intentar arrojar un poco de luz sobre el asunto es interesante dar a conocer sus aplicaciones y usos más importantes.

Con big data nos referimos a un conjunto de datos de enorme volumen y variedad. La capacidad de proceso que se necesita para valorarlos supera la de los sistemas informáticos tradicionales. Habitual sobre todo en el sector de las tecnologías de la información, en español se puede traducir como “macrodatos” o “inteligencia de datos”.

Hay quien aún lo percibe como una herramienta de marketing, pero nos beneficiamos de sus usos constantemente. El big data es esencial en las reproducciones aleatorias de los servicios de streaming, en las precisas localizaciones del navegador o para acertar con las recomendaciones durante las compras online.

Aplicaciones del big data y usos prácticos

La tecnología de vanguardia nos permite usar aplicaciones de una manera sencilla. Puede que nos perdamos un poco si hablamos de que el machine learning actúa en data lakes dentro de sistemas in-memory. Para simplificarlo lo mejor es explicar ejemplos prácticos de uso en diversos sectores.

Telecomunicaciones

Las grandes operadoras utilizan constantemente herramientas big data para captar y mantener clientes. Les permiten analizar la conversación en redes sociales, foros y tickets de soporte para anticiparse a crisis de reputación. 

Segmentación de clientes

Uno de los sectores que más uso hace de las aplicaciones del big data es el de marketing y ventas. El increíble volumen de datos recogido permite conocer mejor a los clientes, afinar preferencias y crear modelos predictivos. Así, un supermercado puede anticipar qué productos triunfarán y una aseguradora deducir cómo conducirán sus clientes.

Optimización de los procesos de negocio

En retail el stock se puede optimizar calibrando la conversación en redes, las búsquedas web y hasta las predicciones meteorológicas. De la optimización de rutas de reparto según el tráfico en tiempo real hasta la mejora del proceso de selección de personal, el uso del big data aquí es ya casi obligado.

Cuantificación del rendimiento físico

El éxito de los wearables ha popularizado la medición de la actividad física con pulseras o smartwatches. Nos permiten descansar mejor tras analizar nuestros patrones de sueño. Y los estudios a nivel masivo ayudan a mejorar tanto el rendimiento como nuestra salud.

Medicina

Lo hemos podido presenciar durante la pandemia: el análisis de datos médicos a gran escala es de gran ayuda para los investigadores. Tener a su disposición historiales médicos y genéticos optimiza modelos y mejora el diagnóstico. Además puede acelerar la gestión administrativa.

Deporte

Las aplicaciones del big data en el deporte profesional están muy extendidas. Un ejemplo llamativo es la herramienta SlamTracker, que determina patrones habituales de los mejores jugadores basándose en datos extraídos durante los Grand Slams. Los sensores adheridos al equipamiento deportivo proporcionan mejoras para los atletas y además aportan espectáculo a las retransmisiones deportivas.

Computación

Hay tecnologías de computación complejas que no se entenderían sin el big data, como el cálculo vectorial eficiente, el aprendizaje subespacial multilineal, la tecnología de proceso masivamente paralelo (MPP) o el minado de datos.  

Coches autónomos

Los vehículos autónomos resultan ‘inteligentes’, entre otras cosas, por el análisis masivo de datos de circulación. Coches como los Waymo de Google o los Tesla en modo Autopilot circulan de manera segura gracias a cámaras, sensores y conexión a internet. Cómo conducen los humanos forma parte de su aprendizaje.

Ciberseguridad

El big data es esencial en la ciberseguridad, por ejemplo para protegernos de posibles ataques terroristas. También para anticiparse a ciberataques, detectar transacciones fraudulentas o comprender en qué barrios los ciudadanos están más expuestos a ciertos delitos.

Smart cities

El análisis en tiempo real del tráfico, la predicción meteorológica y el comportamiento de los semáforos permite optimizar la circulación. También se puede sincronizar un bus para que espere a los pasajeros de un avión que ha llegado con retraso. Otro ejemplo de construcción de una smart city es el despliegue de fibra y 5G de Orange para impulsar la transformación digital de Mercamadrid.

Trading

En las actividades relacionadas con el High-Frequency Trading (HFT) se hace un uso intensivo del big data. Una serie de algoritmos facilitan decisiones de compra a los traders humanos, que cuentan con un volumen de información desconocido hasta el momento.

Política

El big data permite a los partidos políticos conocer perfiles de sus votantes potenciales. Tanto es así que la victoria en algunas recientes elecciones se atribuye a los equipos con mayor capacidad para entender los datos y crear mensajes personalizados en canales específicos.

El uso del big data, una realidad en nuestro día a día

Desde la mejora del sistema de gestión de una pyme a la toma de decisiones óptimas en una gran multinacional. De la anticipación policial a un posible crimen a detectar trending topics locales en Twitter. De que nuestro frigorífico conectado nos avise de que falta leche a combatir la pandemia. El big data es una realidad que nos facilita la vida a diario.

Por Pablo Vinuesa

Imágenes | Foto de Christina Morillo en Pexels, foto de Mercamadrid por Orange, foto de Energepic en Pexels.

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