La minería es uno de los sectores económicos más antiguos y ha marcado, como pocos, la evolución humana.
Siempre ha tenido unas connotaciones de dureza en las que el trabajo físico era la base para una industria muy peligrosa. No solo por el riesgo de accidentes bajo tierra, sino por la insalubridad de ciertas explotaciones. Una estimación de The World Counts nos dice que, en 2018, hubo 15.000 muertes en todo el mundo relacionadas con el sector minero.
Como con tantos aspectos de nuestra vida, la innovación tecnológica también ha llegado a este sector, mejorando las condiciones de los mineros y trabajando sobre tres ejes fundamentales: seguridad, productividad y respeto al medioambiente.
Seguridad en el sector minero
La emanación de gases, el uso de explosivos, la mala iluminación, el cansancio, la humedad o la presión sicológica que supone trabajar bajo tierra son algunos de los factores de riesgo.
Uno de los grandes contratiempos es el polvo acumulado en las zonas de trabajo. El polvo del carbón no solo favorece las explosiones, sino que es peligroso para la salud pulmonar de los trabajadores. Para solventar esta dificultad, la empresa Sensidyne cuenta con un medidor de explosividad de polvo de carbón llamado CDEM-1000. Es un dispositivo que monitoriza la cantidad de polvo de carbón y polvo de roca de la mina.
Otro serio problema es la presencia de gas metano en los túneles. El metano puede emanar de las vetas de las que se extrae el carbón. Al ser un gas inodoro e incoloro puede ser muy difícil de detectar. Pero también es altamente inflamable, por lo que resulta fundamental poder controlarlo.
La compañía Industrial Scientist cuenta con detectores de gases como la gama Ventis Pro5. A través de su software integrado, se pueden establecer alarmas atendiendo a las lecturas de gas. Cuenta con otras herramientas para la seguridad como avisos en situaciones de trabajadores heridos o inconscientes, botón de pánico y mensajes personalizados para facilitar la comunicación.
Uno de los campos en los que se está trabajando de forma exhaustiva es la automatización de procesos, que puedan alejar a los trabajadores de las zonas de peligro y reduzcan las tasas de mortalidad.
Un caso muy conocido a nivel mundial es el de la mina de Bingham Canyon. En 2013, esta mina de Utah (EEUU), una de las mayores productoras de cobre del mundo, sufrió un accidente por un deslizamiento de tierras. Para limpiar la zona, insegura para las personas, se usó maquinaria como excavadoras y taladradoras, dirigidas por control remoto.
Mejora de la productividad
Ennomotive es una de las empresas que trabaja para optimizar los procesos mineros a través de diferentes tecnologías. En 2017, lanzó un concurso para encontrar soluciones a las paradas que se producen en las trituradoras de metales. Para ello, era necesario el desarrollo de nuevos pernos. Dos hermanos serbios fueron los ganadores del proyecto, al diseñar pernos con geometrías diferentes y materiales como PVC y cuerdas de dyneema.
Otro de los trabajos de Ennomotive ha estado relacionado con la reducción de los tiempos de las cintas transportadoras que llevan los minerales desde la zona de excavación hasta la de almacenamiento.
El propósito era minimizar las paradas que se producían por un mal alineamiento. Las soluciones que se plantearon incluían herramientas como GPS y procesos SMED (Single Minute Exchange of Die), que consisten en realizar una tarea en un mínimo tiempo establecido de antemano.
De nuevo, hemos de hablar de la automatización de los procesos que también mejora la productividad en el sector minero. La compañía Rio Tinto Group utiliza camiones autónomos en las minas de hierro de Pilbara, en Australia Occidental, para transportar el mineral.
La empresa ha anunciado que el 50% de su flota será autónoma a final de 2019. También han puesto en marcha AutoHaul, un proyecto con trenes automatizados que viajan por una red de 1.700 km. de vías. Todos estos sistemas son monitorizados por control remoto desde su sede en Perth.
Cuidando el medioambiente
El sector minero es una de las industrias que más impacto tiene en el medioambiente. El deterioro de la corteza terrestre, la contaminación de los acuíferos y la destrucción del entorno minero, que perjudican la flora y fauna, son algunos de sus efectos.
El green mining (minería verde) es una nueva forma de entender la extracción de minerales mediante técnicas ambientales que no sean lesivas para la naturaleza. Para ello, es básico regularizar los procesos de trabajo de las minas y cerrar las que no sean legales. Y, sobre todo, generar menos desechos en el proceso de extracción del mineral.
La tecnología Quantex que se utiliza en Perú es un nuevo explosivo para voladuras en minas. Está compuesto por una emulsión gasificable y elementos como Slurrex Q y nitrato de amonio Quantex. Entre sus beneficios para el medioambiente, reduce en un 18% la huella de carbono en comparación con explosivos como SGS.
En nuestro país, en 2017, la Universidad Politécnica de Cartagena daba un gran paso para la recuperación de espacios mineros al desarrollar la primera patente mundial para la restauración de zonas de minería metálica. Según explicaba el responsable del proyecto, el profesor Gregorio García, la tecnología desarrollada es capaz de reducir la contaminación de metales pesados y elementos como el arsénico.
Por Noelia Martínez
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