¿Sabes qué es y cómo funciona el criptoarte?

Innovación

Que nos estamos acercando a un mundo en el que todo, o casi todo, ya se puede hacer de forma digital, es una realidad. Quizás, deberíamos decir que es una de las muchas posibles gracias a la digitalización y otros espacios de Internet como el metaverso.

Comprar, relacionarnos con conocidos o no, trabajar, asistir a conciertos y, por qué no, ver exposiciones de arte, comprar o incluso crearlo y venderlo. Bienvenidos a la era del criptoarte.

En 2021, la famosa casa de subastas Christie’s vendió por una cantidad nada despreciable una obra de arte. Hasta aquí todo normal, no sería la primera vez que esta firma subasta la obra de un artista por millones de dólares; pero en esta ocasión no hablamos ni de una pieza al uso ni de un artista.

Esta fue la primera subasta millonaria del criptoarte. El creador fue Beeple, un criptoartista, y la obra, ‘First 5000 Days’, que consiguió un valor de venta de casi 60 millones de euros.

Eso sí, realmente se pagó con Ethereum, un tipo de criptomoneda, por lo que el valor en euros corresponde al momento de su venta.

Hay que tener en cuenta que esta moneda no está ligada a ningún valor fijo, por lo que fluctúa con mucha rapidez y amplitud.

¿Qué es realmente el criptoarte?

Se trata de un término o disciplina tan novedoso que todavía no existe una definición oficial o que podamos encontrar en un diccionario reglado. Sin embargo, ya se define en manuales de arte.

Así, podemos decir que el criptoarte es una nueva vertiente creativa que tiene como principal pilar la creación de contenido digital que sea único. Pero también es una nueva forma de coleccionar obras de arte elaboradas digitalmente.

Se considera criptoarte no solo una imagen fija, sino una ilustración, vídeo, tema musical, un loop, un texto o ebook e, incluso, un post en una red social. De hecho, otro ejemplo de criptoarte es el primer tuit que se publicó en la historia. Este, fue vendido (su propiedad digital) por 2,9 millones de dólares, más de 2.700.000 millones de euros.

En resumen, una obra de criptoarte, como ocurre con cualquier tipo de arte, fundamenta su valor en tres conceptos:

Diferencias entre el criptoarte y los NFT’s

Como hemos dicho, el criptoarte se fundamenta en la autenticidad, la exclusividad y la propiedad de una obra de arte que puede presentarse como un archivo digital en cualquier formato.

Y es precisamente para salvaguardar esos tres pilares por lo que nace otro término: los Non Fungible Tokens o NFT’s. Podemos definir un ‘Token No Fungible’ o NFT como un certificado digital que verifica la autenticidad de una obra u objeto, pero también como activos digitales que representan una cantidad de dinero.

“Los NFT son archivos únicos que viven en una cadena de blockchain” y esto implica que “los compradores normalmente consiguen derechos limitados para exponer el arte digital que representan los tokens”, en palabras de la prestigiosa revista The Verge, especializada en tecnología.

Con respecto a los NFT’s hay que aclarar algo muy importante sobre la propiedad: No se trata de una tenencia como tal de la obra. No puedes colgarla en ninguna parte, pues es criptoarte y totalmente digital; pero tampoco es de tu propiedad total, solo puedes decir que tienes un papel que dice que has pagado por un objeto de criptosarte, pero esa obra no es tuya. Aunque sí puedes vender tu título de NFT a otro usuario.

Sin tecnología no hay cripto arte

Con esta definición se nos ha presentado otra pregunta: ¿Qué es la tecnología blockchain? Y la respondemos. Es el registro en el que se tienen que inscribir los NFT. Además, es público y está descentralizado.

Y es por esto por lo que afirmamos que el criptoarte es una extensión de las necesidades humanas de plasmar, sumado a las posibilidades que nos brindan los nuevos avances tecnológicos.

Pese a que el desembarco del criptoarte en nuestro país está siendo lento, ya podemos disfrutar de algunas ferias y galerías que exponen estas creaciones digitales. Por ejemplo, la feria internacional de arte contemporáneo JUSTMAD ha albergado las obras de arte digital y NFT’s de numerosos creadores jóvenes, apostando así por las nuevas tecnologías en el sector creativo.

Si no existiera la tecnología blockchain no se podría haber creado la base de registro de los NFT’s, y no se compraría criptoarte. O al menos, de la forma que conocemos hasta ahora.

Parece que el criptoarte ha venido para quedarse en los museos y galerías de nuestro país, pero también en nuestros móviles y tablets.

¿Será el nuevo Picasso o Dalí un artista digital? Solo el tiempo lo dirá.

Por Natalia Castro Diez

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