¿Has oído hablar de las gafas de Google? Privacidad y avance tecnológico deben ir de la mano

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Glass de Google es un proyecto revolucionario de realidad aumentada. Estas gafas nos permitirán mantener videoconferencias, visualizar una operación antes de su intervención, buscar cualquier información, orientarnos para llegar a un sitio determinado, enviar mensajes… simplemente a través del control por voz, sin necesidad de utilizar las manos. Se prevé que las gafas de realidad aumentada estén en el mercado en 2014 y claramente parecen estar llamadas a sustituir a los actuales teléfonos inteligentes o smartphones.
Sin duda, una prometedora tecnología que nos facilitará acciones aún insospechadas. Glass también incorpora, entre sus posibilidades, la captura de fotografías y la grabación de vídeo y audio y, obviamente estas imágenes se almacenarán en los servidores.
Cabe preguntarse qué ocurrirá con los datos multimedia de personas que circulen por la calle, totalmente ajenas a posibles grabaciones desde unas gafas. Y recordemos que los sistemas de reconocimiento facial pueden permitir identificar a las personas que aparezcan en una imagen o grabación digital.
Una vez más la revolución tecnológica parece ir en paralelo a la pérdida de privacidad.
No podemos olvidar que nuestra identidad digital no la construimos solo nosotros con las decisiones que vamos tomando en la red, también las acciones realizadas por terceros, y accesibles a través de Internet, se suman a la construcción de nuestra identidad, pudiendo tener un impacto positivo o negativo sobre nuestra reputación online.
En otras ocasiones hemos hablado a través de este blog de la responsabilidad de cada persona para gestionar de manera responsable su Identidad Digital y su Reputación online.
Pero, con el ejemplo que hemos elegido hoy, el proyecto Glass de Google, al que sin duda podríamos sumar otros, Coches inteligentes y pérdida de privacidad, cada vez parece más difícil el control de la privacidad y la gestión de la propia reputación online.
No podemos caer en el error de concebir nuestra privacidad como un obstáculo frente al avance tecnológico, pero es necesario y urgente encontrar el equilibrio entre libertad y privacidad.