Es evidente que fomentar e incentivar la capacidad lectora en los niños y las niñas desde muy temprana edad, es una tarea imprescindible.
Para ello, tanto en el entorno escolar como en el familiar, pueden empezar manipulando diferentes tipos de libros, para que vayan reconociendo formas, texturas, colores…
Por ejemplo, podemos colocar determinados libros en alguna repisa que tenga fácil acceso y así cuando tomen la iniciativa de acercarse a un libro, podrán hacerlo sin inconveniente.
La narración y lectura oral de cuentos, ayuda a desarrollar entre otras, las destrezas relacionadas con la escucha, la comprensión, enriquece el vocabulario y clarifica valores.
Cuando los niños y niñas disfrutan del placer que les brinda la lectura de un texto, también están reconociendo al libro como instrumento portador del mismo, lo cual les estimulará a comenzar a leer por sí mismo.
Las tecnologías también nos pueden ayudar a introducir el placer por la lectura en los niños a través de diferentes medios, y porqué no también a través de los libros electrónicos.
Los libros electrónicos o eBooks se caracterizan por un diseño que permite emular la versatilidad del libro de papel tradicional. Así se buscó: movilidad y autonomía (dispositivos móviles con bajo consumo de energía para permitir lecturas prolongadas sin necesidad de recargas), pantallas con dimensiones suficientes para mostrar documentos tradicionales y alto nivel de contraste, incluso a plena luz del día.
Hoy incluso se podemos encontrar eBooks que incluyen otras funcionalidades como navegador, agenda…
Mientras que los padres y las madres parecen inclinarse cada vez más por eBooks, parecen mostrar, para sus hijos, preferencia por los libros impresos. Tal vez esto obedezca a nuestra procedencia, una señal más que nos identifica todavía como inmigrantes digitales. Y por tanto, los recuerdos son muy gratos cuando rememoramos nuestros primeros libros de papel.
En cualquier caso, tenemos que saber que se pueden encontrar libros electrónicos especialmente diseñados para los más pequeños, incluso libros electrónicos resistentes al agua. Libros que a las ilustraciones suman sonidos, animaciones, interactividad…
Todo vale cuando se trata de motivar hacia el lenguaje oral y escrito como medio de expresión, también utilizar para ello la tecnología. Aunque leyendo esta noticia “Una niña de 4 años adicta al iPad,” digamos mejor, casi todo, siempre que los adultos sepamos guiar, poner normas y en definitiva educar a nuestros menores.
