Pongamos que estás con un par de amigos en casa y uno de ellos te pide la contraseña del wifi para enseñarte un vídeo, ya que se ha quedado sin datos. Tienes que levantarte del sofá, apartar todos los cables que tienes al lado del router, voltearlo y mirar esa clave que suele estar escondida en una pegatina tras las rejillas de ventilación. Y eso si nunca la has modificado, ya que si la cambiaste en algún momento y no la recuerdas tendrás que acceder al menú del router y verificarla.
En realidad puedes hacer algo mucho más sencillo que todo esto, mucho más cómodo y útil. Comprobar la contraseña desde tu smartphone.
Una aplicación para almacenarlas todas
Nuestros móviles guardan por defecto todas las claves wifi de los puntos WLAN a los que se conectan. Es decir, debe existir algún archivo donde se almacenen, un documento que recoja toda esta información en la memoria interna. Y así es.
Pero el archivo donde se almacenan estas claves está encriptado. Así que la única forma de consultarlos es si contamos con un smartphone rooteado o mediante alguna aplicación de terceros. WiFi Key Recovery o WiFi Password Recovery son dos opciones con las que podemos descargar desde Google Play.
Algunas de estas herramientas requieren rootear tu terminal. No es un proceso muy complicado y primero deberás desbloquear el bootloader, el programa que carga el sistema operativo. Los pasos depende de la marca de cada terminal. Existen herramientas para rootear de forma sencilla, como One Click Root, un proceso que se lleva a cabo conectando el smartphone al ordenador mediante cable USB y habilitando la función “depuración USB”.
Cuando hayas dado permisos root a la aplicación, podrás visualizar las contraseñas mediante un archivo psk y el tipo de protección que tiene aplicado cada punto WLAN (WEP, WPA, WPA2 o WPA3). Si alguien quiere copiar esa contraseña, ni siquiera necesitas decirle cuál es, ya que la aplicación crea un código QR y basta con que tu compañero o cualquier otra persona lo escanee y así podrá acceder directamente a la red wifi.
Así no necesitas aprenderte ninguna larga cadena de cifras y letras, el uso es muy sencillo: pulsa el botón compartir y lee el código. Tampoco necesitas una aplicación adicional, casi cualquier teléfono puede leer el código con solo abrir la aplicación de ‘cámara’.
¿Y si no tengo root?
Tampoco te preocupes si no puedes o no sabes rootear tu móvil. Desde un PC/portátil que tengas a mano puedes tomar algún que otro atajo. Eso sí, necesitarás los drivers ADB —solo para el sistema operativo Windows—.
Son controladores que permiten el flasheo del terminal o acceder a distintas funciones. Una vez instalados, accede a su carpeta, conecta tu terminal Android —si el sistema no lo lee, reinicia y vuelve a conectar vía USB el smartphone— y simplemente accede a la información del dispositivo pinchando sobre su icono, desde “adb devices”.
Una vez dentro de la raíz del terminal ya solo tendremos que ejecutar el comando necesario para crear una copia de seguridad de los archivos, de forma que podremos después acceder al documento con las claves guardadas sin necesidad de rootear el terminal.
Sin necesidad de acceder a ninguna app
Tampoco olvidemos que estas son alternativas para copiar y guardar la información, pero si solo necesitas consultar tu clave wifi, las rutas más comunes son las siguientes:
- Rueda de ajustes > WiFi > Pinchar sobre la red a la que estés conectado > Contraseña. Otra opción, dependiendo del tipo de terminal, es manteniendo pulsación sobre la red a la que estamos conectados. Aparecerá un menú contextual con dos opciones, “Olvidar red” y “Modificar red”. Pulsamos sobre “Modificar red” y ahí podremos consultar o editar la contraseña.
Y si tu terminal es bastante actual, como los nuevos Galaxy o los Xiaomi como el Pocophone F1 en adelante, debes saber que las últimas versiones nos lo ponen aún más fácil. Siguiendo la misma ruta y pinchando sobre el nombre de la red wifi a la que estemos conectados, pulsamos “Compartir red WiFi”. Se creará un código QR para compartirla, de forma que ni siquiera necesitaremos saber la clave. Una vez hecho, a disfrutar de tu wifi compartido.
Y, por último, cabe destacar un detalle extra: siempre puedes crear una “Zona WiFi portátil”, con la que podrás crear una contraseña a tu gusto, limitando el tráfico de datos, y así poder facilitar un punto de acceso a quien quieras sin dar tu contraseña habitual. Tu smartphone pasará a ser el router —el hotspot, en realidad— y podrás mantenerla encendida tanto tiempo como quieras. Cuando tus amigos se marchen de casa, apagas la zona wifi y vuelta al uso cotidiano.
Por Israel Fernández
Imágenes | Pixabay (Terimakasih0, Geralt) y capturas propias de Google Play (WiFi Password Recovery)