¿Te imaginas pasar un día entero desconectado por completo de Internet? A día de hoy sabemos que sería un propósito muy difícil de superar para todos, pues se ha convertido en un servicio indispensable en nuestro día a día: para trabajar, recibir correos, leer noticias o simplemente escuchar música.
Julen Hernández ha experimentado en primera persona durante un día cómo sería vivir sin conexión ninguna a Internet, recurriendo a servicios analógicos a los que ya no estamos tan acostumbrados, pues el mundo digital cada vez se ha hecho más hueco en nuestras vidas. Estas han sido sus reacciones y él mismo ha comprobado cómo el uso de Internet ha falicitado muchas de nuestras tareas cotidianas.
Y tú, ¿serías capaz?