Desbloqueas la pantalla de tu smartphone, eliges una aplicación y entras en ella. Sin que tengas que hacer nada, el teléfono se descarga “de Internet” los datos necesarios para que la aplicación funcione. Tú solo has pulsado un botón, pero el trabajo que hay detrás para construir la red móvil que te da el servicio es inmenso. Esa tarea recae en compañías como Orange y en la infraestructura que despliega en los distintos países en los que opera.
¿Quieres saber cómo se construye la red de Orange? Te lo contamos.
¿Por qué la red de Orange se parece a una colmena?
Las ciudades están divididas en un conjunto de celdas hexagonales, y en sus extremos se encuentran las antenas de telecomunicaciones. Estas se comunican con nuestro teléfono mediante señales de radio, siendo la puerta a Internet.
Elige un mapa cualquiera: rural, urbano o mixto. ¿Dónde colocarías una torre de telefonía para que los clientes disfruten de una elevada calidad de señal? Parece lógico colocarla allí donde haya más usuarios, o al menos todo lo cerca que se pueda. ¿Y la segunda torre? ¿Y la tercera…?
Sobre este mapa pronto empieza a vislumbrarse una red triangulada en la que los vértices muestran las localizaciones ideales para las antenas. A su alrededor, con una forma aproximadamente circular, se extiende el área que abarca su cobertura. En función de la frecuencia usada para cada antena, esta cobertura tendrá mayor calidad de señal, o llegará más lejos.
Debido a su parecido con las celdillas de cera de los panales de abeja, reciben el nombre de celda. Esta, a su vez, da nombre a los teléfonos móviles en América del Sur: celulares (literalmente, teléfonos de celda). La red de Orange tiene tantos usuarios (es tan compacta) que vista desde arriba parece un panal o una colmena.
Así se diseña un nuevo emplazamiento de telefonía móvil, una nueva celda para “la colmena”
Cuando aparece una nueva tecnología, como el 4G, o se quiere dar cobertura a una zona que antes no la tenía, existen varias alternativas. Una de ellas es compartir las antenas y celdas de un operador que ya esté en la zona (régimen de compartición), y otra instalar una nueva Estación Base de Telefonía (BTS).
En ambas, el personal de ingeniería de Orange estudia el lugar y da con la mejor ubicación. Este se encuentra generalmente a cierta altura del suelo, por lo que suele ser necesario instalar una torre o usar la azotea de un edificio de la zona. Una vez llegado a un acuerdo con el propietario, se redacta el proyecto.
El proyecto de una BTS incluye muchos apartados: licencias del ayuntamiento local, cálculos eléctricos y mecánicos que garanticen la seguridad de la instalación, viabilidad económica y un exhaustivo análisis radioeléctrico para comprobar que todos los clientes contarán con una buena cobertura, entre otros.
La fase de construcción puede durar meses, y durante todo este tiempo varias inspecciones propias y de terceros avalan que el emplazamiento se levanta según el proyecto y en base a la normativa vigente. Es una de las fases más complejas, ya que cada emplazamiento es único y depende de una serie de equipos de radio, cableado, antenas, equipos de alimentación… Ahora sí, el emplazamiento está listo para ser usado por tu teléfono móvil.
Este es el camino que siguen tus datos desde tu móvil al móvil de la persona a la que llamas
Cada vez que llamas, envías un SMS o usas alguna aplicación que se descargue o envíe datos, estás usando las antenas de telefonía de estas estaciones. Por ejemplo, cuando abres YouTube, tu teléfono móvil envía una señal única a la antena de Orange más cercana.
En función del tipo de red que tengas configurada en el teléfono (2G, 3G, 4G, o el 5G futuro), el móvil hablará con una antena de una generación u otra. Algunas antenas pueden dar servicio a varias tecnologías, ahorrando espacio en torre.
De esta antena, tu petición para ver el vídeo puede saltar de un emplazamiento de telecomunicaciones a otro haciendo uso de un radioenlace o bien ir directamente a Internet mediante fibra óptica. Los radioenlaces (círculos blancos en la fotografía) son antenas que enfocan directamente a otra BTS.
Desde hace décadas, el mundo está cubierto por una enorme red de líneas de alta velocidad, que en este caso buscan el servidor donde se encuentra el vídeo. Una vez localizado, los datos necesarios para reproducir la pista de YouTube en tu teléfono móvil recorren el camino inverso, paso por paso.
Todo este proceso, que incluye cientos de equipos, comprobaciones y kilómetros de recorrido, apenas se demora unas décimas de segundo (es lo que se llama latencia de red), siendo transparente para todos los usuarios.
En una mejora continua de la experiencia de los clientes, desde Orange se revisa constantemente la calidad de la señal en los diferentes puntos de la geografía, al margen de adaptar los emplazamientos a la última tecnología del mercado. De este modo, los clientes como tú pueden desbloquear la pantalla del smartphone, elegir una aplicación y entrar en ella.
Por Marcos Martínez
Imágenes | iStock/ktsimage, iStock/Kim_white
