El furor que está causando entre los adolescentes aplicaciones como Gossip (aplicación para móviles de gama alta) con 26.000 usuarios registrados y 24.500 descargas en móviles en apenas dos meses de funcionamiento o Informer (páginas anónimas de Facebbok) hacía disparar la alarma esta semana en numerosos colegios y familias, principalmente de Cataluña.
En estas aplicaciones los usuarios registrados, sí, pero en muchos casos con nombres falsos, es decir de manera pseudo-anónima, (y desde luego, sin conceder la debida importancia a leer los términos y condiciones del servicio al que nos queremos registrar), publican cotilleos y rumores, en ocasiones agravantes, principalmente de su entorno cercano. Posiblemente, sin ser del todo conscientes de que el menoscabo de la dignidad, las injurias y los delitos contra la intimidad implican una lesión grave de este derecho fundamental de las personas.
Para algunos, la diversión puede estar asegurada pero los efectos pueden ser devastadores cuando el objeto del rumor, las insinuaciones afectan claramente a chicos y chicas en edades en las que están formando su personalidad.
El cotilleo, la difusión de rumores son prácticas ancestrales e intrínsecas al ser humano, pero como ya hemos comentado en otras ocasiones, la utilización de herramientas digitales suponen efectos de viralización, para prácticas que siempre han existido, dotándolas de una fuerza incontrolada.
Es evidente, que la forma en que se utilice la tecnología, el uso que se haga de las diversas aplicaciones es lo que la convierte en un riesgo o una oportunidad. Por este motivo, situaciones como las que estamos leyendo esta semana en los medios de comunicación, no hacen más que remarcar la necesidad de:
• Seguir desarrollando programas de aprendizaje en valores tendentes a formar una ciudadanía digital responsable y participativa de un uso ético de Internet.
• Plantearse el desarrollo de estrategias de prevención y de respuesta a nuevas formas de delincuencia, así como de servicios de protección a las víctimas.
Pero también debemos exigir a los desarrolladores de aplicaciones y servicios digitales que la protección de la privacidad forme parte esencial del diseño de sus servicios, con una actitud proactiva, más que correctiva, cuando el servicio ya se ha lanzado, siguiendo los principios de Privacidad por Diseño.
En el caso de Gossip, sus responsables han anunciado mejoras en la seguridad de la aplicación a partir de la próxima actualización que prevén para mediados de este mes, así como advertir que la aplicación será para mayores de 18 años.
