El consejero de Orange España, Laurent Paillassot, ha entregado al presidente de Aldeas Infantiles SOS, Pedro Puig, un cheque por valor de 3.000 euros en concepto de donación para el proyecto “Familias Jóvenes Protectoras”, que se puso en marcha a finales del pasado año impulsado por Solidarios Orange y con colaboración conjunta de Aldeas Infantiles SOS de Colombia, Orange España y Jazzplat Colombia.
Entre las acciones que se están realizando para contribuir a esta iniciativa se encuentra la denominada “bicicletas solidarias”, a través de la cual Orange anima a sus clientes a pedalear en bicis conectadas instaladas en sus tiendas para acumular kilómetros que luego se convierten en contribución económica para el proyecto.
En concreto, los clientes de la operadora han acumulado un total de 600 kilómetros en las seis últimas “Smart Stores” que ésta ha abierto en España, traduciéndose en esta donación de 3.000 euros que ahora se entrega a Aldeas Infantiles SOS. La entrega de dicho cheque ha tenido lugar en la inauguración de la nueva tienda que Orange ha abierto en Valencia, en C/ Colón, 15.
De esta forma, Orange hace partícipes a sus clientes de una acción cuyo objetivo es lograr que 100 madres adolescentes del municipio de Soacha (Bogotá) puedan conciliar su rol familiar con la continuación de sus estudios y el acceso al mercado laboral. Asimismo, “Familias Jóvenes Protectoras” tiene también como propósito ayudar a los hijos menores de cinco años de estas mujeres para que crezcan en entornos familiares saludables y se evite la separación familiar.
Una iniciativa para consolidar proyectos de vida personal y familiar
En estos primeros meses de vida y con la participación como voluntarios de los empleados de Jazzplat Colombia, “Familias Jóvenes Protectoras”, que se lleva a cabo en cuatro centros de desarrollo familiar del país, ya ha conseguido identificar las vulnerabilidades, potencialidades y capacidades con las que cuenta el hogar de cada una de las adolescentes, con el fin de priorizar las acciones para su acompañamiento.
Así, a partir de esta evaluación, el 38% de estas 100 jóvenes madres ya tiene en marcha su Plan de Desarrollo Individual, que es un instrumento que les permite tener metas a corto y medio plazo de acuerdo a sus necesidades y capacidades específicas y mejorar su calidad de vida a futuro. El plan se concreta en conseguir la continuidad de sus estudios básicos y superiores y la empleabilidad, así como en fomentar la educación sexual y el fortalecimiento de las redes de apoyo.
Como ejemplo, se ha logrado vincular a 20 madres adolescentes a un curso formativo de belleza, lo cual les permitirá adquirir un conocimiento técnico sobre este tema para luego tener opción de iniciar una actividad laboral futura relacionada con el mismo.
El proyecto desarrolla diferentes actividades, como talleres, entrega de material escolar o charlas de motivación. Así, por ejemplo, el director de Recursos Humanos de Orange, Pablo Carrillo, se dirigió a todas las madres con una charla orientada a fomentar una visión positiva de sí mismas y de sus propias posibilidades para convertir su proyecto de vida en una realidad.
En los próximos meses se trabajará también la temática del fortalecimiento de redes de apoyo a nivel individual, familiar y comunitario, para que las madres adolescentes identifiquen las posibles conexiones que tienen a su alrededor y que les pueden ayudar a lograr sus objetivos. En este proceso recibirán el acompañamiento de educadores de Aldeas Infantiles SOS, para que puedan articular esfuerzos y lograr los fines que se hayan trazado durante la elaboración de su Plan de Desarrollo Individual.
Las mujeres participantes en “Familias Jóvenes Protectoras” ya han empezado a apreciar el beneficio futuro que puede reportarles el proyecto. Así, según una joven asistente al programa, gracias a lo que está recibiendo del mismo “sé que puedo cumplir mis sueños, que tengo que luchar por ellos, para tener mejores cosas y darle a mi hijo lo que yo no he podido tener para que crezca bien”.
“Me gustó mucho el taller. Conocí mis derechos; una hace cosas distintas que le hacen sentir bien y compartir con las compañeras. Se siente chévere”, ha dicho otra mamá adolescente asistente al Centro de Luis Carlos Galán.
“Me he sentido tranquila para hablar; hay otras muchachas igual que una y como que compartes lo que te pasa y te sientes escuchada. Las profes le ayudan mucho a una, se aprenden cosas nuevas y se sale de la rutina”, ha dicho otra adolescente del Centro de León XIII.