Formar en nuevas tecnologías y aprender a desenvolverse en una sociedad cada vez más digitalizada es el principal objetivo del proyecto EDYTA (Educación y Transformación Digital). En este caso en particular, favorecer tanto a mujeres como a asociaciones del tercer sector que trabajan con colectivos femeninos en riesgo de exclusión y baja empleabilidad su inclusión social a través del desarrollo de competencias digitales.
Pero más que la mera entrega de material informático para que conste en un inventario, EDYTA quiere que se use y se aproveche todo su potencial en cambiar el día a día de una población que quizás no ha tenido nunca la oportunidad de entrar en contacto con este tipo de herramienta, o lo hace de manera pasiva. Y para ello echa mano a las metodologías de formación activas como el ‘learning by projects’ y el desarrollo de un programa pedagógico adecuado a cada perfil social.
Según nos ha explicado Rocío Miranda de Larra, directora de Responsabilidad Social y Sostenibilidad de Orange, “EDYTA ha sido un proyecto que ha superado todas nuestras expectativas, tanto por los resultados obtenidos como por la calidad humana de las alumnas. Han pasado de no saber utilizar un ratón a ser “blogueras” y a dar voz al colectivo de mujeres gitanas, utilizando Internet como herramienta. Y todo ello con una pasión, ganas de superación, capacidad de sacrificio y compañerismo que han sido un ejemplo para todos nosotros”.
Todos juntos con un mismo objetivo
Tras la puesta en marcha de un primer piloto en Madrid en colaboración con la APRAMP (Asociación para la Prevencion, Reinserción y Atención a la Mujer Prostituida), Fundación Orange ha extendido su alcance dentro del colectivo de la mujer romaní a todo el territorio nacional a través de la Fundación Secretariado Gitano, contando con la participación en ambos casos de Womenteck en el asesoramiento pedagógico.
Este reparto de tareas para EDYTA es explicada por Mª Teresa Serrano, responsable del proyecto en Fundación Orange. “Cuando Fundación Orange decidió llevar a cabo el proyecto EDYTA para mujeres gitanas en situación vulnerable, tuvo muy claro que ésta acción solo podía funcionar con socios muy expertos en el trabajo con mujeres de este colectivo. Necesitábamos una entidad con una gran trayectoria en esta área y que además estuviese presente en todo el territorio nacional”. Y la mejor candidata en este sentido era la FSG, que se ha volcado en el asunto y ha colaborado de muy diversas maneras, pues, además de seleccionar a las candidatas y ceder los espacios para las aulas digitales, todas la reforma y adecuación ha sido realizada por una de sus empresas sociales de albañilería, en la que los trabajadores también pertenecen al colectivo gitano.
También colaboran estrechamente las riojanas de Womenteck en el desarrollo de la formación que se imparte en “las aulas naranjas”. “Asimismo, el programa requería de una entidad experta en educación digital y encontramos a Womenteck, que es una asociación de mujeres tecnólogas con una amplia trayectoria en este tipo de trabajos educativos. Está asociación ha llevado a cabo la dirección académica a través del desarrollo de la formación que se imparte en las aulas. Sus profesionales han desarrollado también los programas de formación adaptada al perfil de cada grupo de mujeres, así como de los educadores que trabajan con ellas en las diferentes ciudades”, añade Mª Teresa Serrano. “Por otro lado en el año presente se va a ampliar la formación de alumnas y trabajadores de las aulas existentes. Se trata de consolidar y hacer sostenible en el futuro cada una de estas aulas digitales de manera autónoma”.
Aunque la Fundación Orange asume la dirección general del proyecto, coordinando las relaciones entre los diversos socios y colaboradores para que todo funcione de manera óptima, y siendo también la financiadora en términos económicos del proyecto EDYTA (en este caso dentro del programa internacional de Maison Digitales en colaboración con la Fondation Orange Francia), estas dos entidades tienen una presencia permanente en el comité de seguimiento, “aportando su experiencia y buen hacer en el trabajo de consolidación y sostenibilidad del proyecto. Y porque EDYTA posee una metodología de formación diferente para cada colectivo y entidad a la que se dirige”.
Y es que el Proyecto EDYTA está diseñado para trabajar con cualquier colectivo de mujeres en vulnerabilidad, y todavía tiene mucha tela que cortar. “En estos momentos trabajamos no solo con mujeres de etnia gitana. También seguimos apoyando a las mujeres víctimas de explotación sexual a través de la APRAMP y estamos trabajando para que en el futuro EDYTA llegue a colectivos como los de mujeres víctimas de violencia de género, inmigrantes, ámbito rural y prisiones”, asegura Mª Teresa Serrano.
Gitanas muy reales
Las dos primeras aulas digitales de Orange se han instalado en Madrid y Córdoba, son cursos de 122 horas y en la primera experiencia madrileña celebrada de junio a noviembre fue completado por trece alumnas. El objetivo ahora es extender la experiencia a tres nuevas ciudades que se incorporarán a lo largo del presente año: León (operativa ya en marzo), Málaga y Valencia.
Para asistir a dicho curso de capacitación digital, la Fundación Secretariado Gitano establece un sistema de selección básico, que apenas si requiere rellenar un formulario. “Normalmente, se informa a todas las mujeres que participan en los diferentes programas que llevamos a cabo en la FSG: empleo, mujer, igualdad, educación…”, comenta Elisabeth Motos, técnico del departamento de Empleo en Fundación Secretariado Gitano. “También nos derivan de otras entidades mujeres que cumplan los requisitos y tengan interés. Las candidatas pasan por una entrevista y se selecciona intentando ajustar lo máximo posible el perfil de toda la clase”.
En este primer curso se ha trabajado con la metodología APB de aprendizaje por proyecto, que ha concluido con la creación de la página web GitanasAvanzando.com en el caso del aula madrileña. El objetivo es crear un portal lleno de recursos informativos y que sirva de canal de comunicación y expresión de sus usuarios.
En la parte formativa, las alumnas han trabajado en temáticas como creación, gestión y modificación de documentos, identidad digital y marca personal, creación de contenidos digitales (textos, fotografía y vídeos), gestiones administrativas online, herramientas en la nube, etcétera, a la vez que se han puesto en práctica distintas competencias transversales como el trabajo en grupo y la cooperación, la gestión de la información, la resiliencia, la capacidad crítica o la gestión de las emociones.
“Dentro de los cursos, la temática a trabajar se define juntamente con las alumnas. Son ellas las que eligen el proyecto que quieren llevar a cabo; en Córdoba ya están trabajando acerca de la mujer gitana y el empleo”, señala Elisabeth Motos. En este sentido, se ha diseñado un primer curso con formación sobre habilidades digitales, que empezando por lo más básico como aprender a navegar y a buscar información online, quiere acabar con la elaboración de un currículo, tanto en formato tradicional como multimedia, así como la búsqueda de empleo online.
La implicación de las alumnas es fundamental para el éxito de las formaciones. “Estos dos cursos han sido novedosos en cuanto a metodología y contenido, y ha superado las expectativas que se tenían, estamos muy satisfechos por la participación y la asistencia y logros obtenidos”, concluye Elisabeth Motos, que ha sido distinguida recientemente con el premio Amazing Women.
La importancia del voluntariado en Orange
Una de las características que adornan las iniciativas de la Fundación Orange es la participación activa de sus empleados en forma de voluntariado que ponen su talento y su tiempo a disposición de los más necesitados. Y este proyecto no va a ser una excepción. “Durante el 2017 la presencia de nuestros empleados voluntarios se ha limitado a la participación en algunos de los eventos de las aulas creadas. Pero para este año 2018 está prevista la inclusión en el programa de voluntariado de Orange, contemplando no solo la posibilidad de impartir formación digital, sino también un programa de mentorización de las alumnas”, Mª Teresa Serrano. “Además, dado que las aulas beneficiarán indirectamente al colectivo general apoyado por FSG, nuestros empleados podrán participar en cualquier otro programa de formación digital que se imparta a jóvenes, desempleados y trabajadores sociales de las distintas sedes y entidades”.
