El coste ecológico de fabricar un ‘smartphone’

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Es algo que parece evidente, pero que pocos se paran a pensar: toda fabricación de producto conlleva un coste ecológico. No solo por la cantidad de energía que se necesita para llevar a buen fin el término del mismo, con todas las garantías de buen funcionamiento y seguridad que se le presuponen, sino, también, por los desechos que origina cuando su vida llega a su fin. Una vida que, debido a la obsolescencia programada, cada vez se anticipa más.

El smartphone no se libra de ello. Según el informe de la ‘Situación Global Mobile 2020’, 5.190 millones de personas disponen de un teléfono inteligente. Esto supone que casi el 70% de la población de todo el mundo tienen en su poder uno de estos dispositivos. Uno que pasa por diferentes etapas, desde su concepto hasta su llegada a los estantes de las tiendas, y que todas ellas tienen un coste ecológico, rematado por los residuos que deja.

Pero este dato no cuenta todos esos móviles que ya no se usan, los que están guardados en un cajón o, peor aún, en vertederos sin posibilidad de ser reciclados. Y ya, a día de hoy, existen en el mundo más teléfonos que personas.

El 14% del total de la huella de carbono se debe a la fabricación de móviles

Para poder construir un teléfono móvil se necesitan extraer recursos naturales. Uno de ellos es el coltán, una mezcla de dos minerales (columbita y tantalita) muy preciada y que se extrae, en su gran mayoría, de minas en la República Democrática de Congo, ya que este país dispone del 80% de la reserva mundial. 

Para poder obtener coltán deben destruirse todas las áreas naturales que colindan con las minas, llevándose por el camino grandes extensiones de reservas y ecosistemas completos. Congo es el segundo pulmón del mundo, situado justo después del Amazonas. La tala de árboles es habitual, además, para dar calefacción e instrumentos a los mineros afincados. Y la limpieza del mineral origina una cadena inevitable en la que el barro llega a las corrientes naturales y las contamina, destruyendo el hábitat de invertebrados y deteniendo el proceso de fotosíntesis de las plantas acuáticas.

Todo un sistema establecido para que algunas compañías actúen como agentes externos que intentan controlar el coltán y que ha acabado derivando en una guerra civil que lleva ya más de cinco millones de muertos.

Porque el coste de fabricar un móvil no es solo ecológico, sino también humano. A una guerra civil cruenta por liderar la explotación de coltán se le suma la explotación laboral infantil para la extracción de otro mineral, el cobalto, usado en las baterías de iones de litio de nuestros dispositivos. Según un informe de Amnistía Internacional, en las minas de extracción de cobalto pueden encontrarse hasta niños de siete años trabajando en condiciones infrahumanas

¿Qué podemos hacer para reducir la huella ecológica del smartphone?

Es inevitable que un smartphone llegue a su final de vida, como lo es el hecho de que debemos disponer de uno para nuestro día a día. Entonces, ¿qué podemos hacer los usuarios para reducir la huella ecológica derivada del uso de smartphones?

Un punto importante pasa por reciclar nuestro móvil usado. Según Orange, en su programa de reciclaje de móviles, apenas se recoge uno de cada 20 móviles usados y hay 3 millones de dispositivos guardados en un cajón. La operadora toma conciencia y ofrece un proyecto de sostenibilidad para que el usuario entregue su teléfono antiguo: en ese momento, el dispositivo se traslada a la planta de tratamiento donde se decide cuáles pueden ser puestos de nuevo a la venta, con un precio menor, y cuáles pueden aprovecharse para ser reutilizados como materia.

Hay otros datos que debemos tener en cuenta y que pueden ayudar a crear conciencia:

Además de esto, Orange ofrece móviles de ‘kilómetro 0’, es decir, terminales que han sido usados durante un corto espacio de tiempo y seminuevos para que, en lugar de optar por comprar un terminal recién llegado a la tienda, podamos adquirir uno ya usado y así reducir, un poco más, la huella ecológica de la fabricación de móviles.

Cualquier acción, por pequeña que sea, es importante. Y no solo es responsabilidad del usuario sino también de las operadoras: Orange ha tomado cartas en el asunto para ofrecer colaboración estrecha con sus clientes para poder conseguir, por fin, frenar el avance del cambio climático y legar a nuestros descendientes un futuro mejor.


Imágenes | Minería-Pa, Flickr, Flickr

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