No hay hogar más confortable que aquel que nos permite vivir con la temperatura ideal en cualquier momento del año. En los últimos tiempos hemos ido mejorando nuestros sistemas de calefacción y aire acondicionado para que funcionen de forma más inteligente y sean capaces de preparar la casa antes de que lleguemos y ahorrar algo de dinero en nuestras facturas.
El último escenario en el que nos encontramos es el de los termostatos inteligentes, parte fundamental de la domótica del hogar. Aprenden de nuestros hábitos y gracias a la conectividad que incorporan son aliados perfectos del teléfono móvil.
Cómo funciona un termostato wifi
En esencia, un termostato convencional conecta y desconecta la calefacción y el aire acondicionado. Lo hace dependiendo de la temperatura indicada, hasta ajustarla a la que hemos marcado como ideal. Añadir la conectividad wifi ha permitido introducir nuevas capacidades que convierten al termostato en inteligente. Estas son algunas de ellas:
- Integración en un hogar conectado donde los dispositivos son capaces de comunicarse entre ellos.
- Capacidad para ir aprendiendo de nuestras costumbres, reconocer cuándo estamos en casa y tener en cuenta el clima exterior.
- Control remoto que permite la gestión del hogar con nuestro teléfono móvil. Las aplicaciones de los termostatos inteligentes nos cuentan cómo está la casa y nos permite prepararla antes de que lleguemos.
Es necesario que todos los sistemas de calefacción formen parte del hogar inteligente para que puedan ser controlados por el termostato. La mayoría de dispositivos cuentan con conectividad wifi y otros se pueden convertir con enchufes y válvulas inteligentes.
Con todos estos ingredientes son capaces de ser mucho más eficientes en su funcionamiento, con una incidencia clara en nuestras facturas. Los termostatos inteligentes han cambiado la forma en que utilizamos los equipos de climatización.
Ventajas frente a los termostatos tradicionales
Las ventajas de añadir la conectividad a un termostato se van reconociendo conforme se use en el tiempo. Hay dos grandes áreas de actividad donde la mejora podríamos decir que es instantánea.
Ahorro energético
La calefacción y el aire acondicionado son uno de los gastos más importantes que se generan en una casa, y también en entornos laborales. Por tanto, es vital ser eficientes, y los termostatos inteligentes han llegado para conseguir ahorros de hasta un 30 % de la energía.
El recorte en gastos se consigue gracias a los mecanismos de programación que nos proponen y a modos especiales de ahorro que optimizan el funcionamiento. También al estudio de hábitos, que facilitan dar prioridad a nuestras necesidades.
La comodidad de uso
Un termostato inteligente nos simplifica la vida y nos permite cambiar la temperatura sin movernos del lugar en el que nos encontremos. Podemos estar tan lejos como el teléfono móvil tenga conexión o solo descansando en el sofá y mandando los comandos con la voz al altavoz inteligente.
También disfrutamos de la tranquilidad de consultar cómo está el sistema de forma remota, lo que aporta un nivel de seguridad mayor a nuestro hogar. En muchos casos, ganamos un control total sobre los datos de consumo instantáneos o acumulativos.
Diferencias entre termostato programable e inteligente
Las diferencias entre ambos son claramente un signo de la evolución histórica de los termostatos. Los primeros modelos digitales comenzaron a implementar la capacidad de ser programados, lo que permite aumentar el ahorro y comodidad de uso sin estar tan encima de ellos.
Con un termostato programable se puede encender la calefacción unos minutos antes de levantarse para encontrarte la casa con la temperatura agradable para comenzar el día. De la misma manera, también se puede desconectar en los momentos en los que no se va a estar en ella. Esa programación puede ser solo por franjas horarias o con un nivel de detalle mayor, por ejemplo, teniendo en cuenta el día de la semana.
Un termostato inteligente es otro nivel de dispositivo, ya que ha sido diseñado para formar parte del sistema domótico que tengamos instalado en el hogar. Pasan a poder ser gestionados desde las aplicaciones móviles, de escritorio, o con los comandos de voz a través de nuestro altavoz inteligente.
Las posibilidades son infinitas al integrar el termostato en un teléfono móvil: apagado y encendido remoto o según geolocalización de nuestro teléfono, control de todo lo que ocurre, informes de consumo, etcétera.
Qué tener en cuenta a la hora de comprar un termostato wifi
Como todo dispositivo que vayamos a comprar, es necesario conocer qué nos ofrece el mercado. En el caso de los termostatos wifi, es muy importante tener en cuenta el entorno en que va a funcionar.
Comprobar la compatibilidad
Existen muchos tipos de equipos para la climatización: calderas eléctricas o de gas; y lo mismo ocurre con los aires acondicionados. Es importante conocer la compatibilidad de las mismas con el termostato inteligente que queremos usar.
Hay que tener en cuenta qué tipo de instalación se va a necesitar: termostato de pared o un dispositivo inalámbrico que se puede colocar en cualquier lugar. Muchos modelos se conectan a un adaptador o relé que es el que va unido a la caldera.
Cuántos termostatos se necesitan
Es interesante estudiar el tipo de acceso remoto que necesitamos. Si compramos un termostato tendremos el control desde ese punto, pero también es posible hacerse con más unidades y ver cuáles permiten la gestión distribuida. Siempre podemos usar la aplicación móvil desde diferentes teléfonos.
Mejor con pantalla
La pantalla es un apartado que puede parecer menos interesante, pero que se torna crucial en la práctica. Nos presentan la información de una forma más agradable, pudiendo usarlo con las luces apagadas y aportando además estilo al control de la casa.
El precio justo
Terminamos con el precio, que es un factor bastante subjetivo, pero que de alguna manera condiciona contar con más prestaciones, también con un diseño más trabajado. Eso sí, no siempre es necesario comprar el más caro de la lista para cubrir nuestras necesidades.
Por Kote Puerto
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