Cuidar los dispositivos electrónicos para alargar su vida es algo que no solo beneficia al bolsillo del usuario. Es también un gesto sostenible. Además de dar un buen uso a los dispositivos, hay que protegerlos de factores externos perjudiciales. ¿Por ejemplo? Las temporadas más extremas, como el invierno o el verano, pueden restarles meses de vida. Saber cómo proteger el móvil del frío o del calor es una buena manera de comenzar.
Cómo daña el frío a las pantallas y las baterías
Las temperaturas frías pueden ser responsables de que el smartphone deje de funcionar correctamente. Aunque todos los fabricantes indican en sus manuales las temperaturas que pueden soportar sus terminales, es un dato que prácticamente nadie conoce. Por ejemplo, en el iPhone 13 Pro Max la temperatura idónea para su funcionamiento oscila entre los 0º y los 35º. Una horquilla que, aunque amplia, no es suficiente para países como España con ciudades con inviernos fríos y veranos muy calurosos.
Un frío excesivo puede romper el cristal de la pantalla, provocar fallos de funcionamiento en el sistema de almacenamiento o pérdida de capacidad en su batería.
Para evitar que el equipo en cuestión sufra temperaturas por debajo de lo indicado en su ficha técnica, hay varios consejos que pueden seguirse:
- Usar una buena funda es el primero de ellos. Existen algunas específicas para esto, más robustas y resistentes, pero incluso con cualquier otro tipo de funda puede ser suficiente para que actúe como barrera contra el frío.
- También es importante evitar cambios bruscos de temperatura, por ejemplo, estar en un local con la climatización a 30º y de pronto salir a la calle a -5ºC. Tanto para este caso como para el día a día, este consejo es útil: es interesante llevar el móvil guardado en bolsillos interiores de la ropa o en bolsos, mochilas y similares. Llevar el móvil en la mano o colgado de una cinta, por fuera del abrigo, puede ser muy cómodo, pero también puede acarrear problemas.
Cuidado con las salpicaduras de la lluvia
El invierno es una temporada en la que, por lo general, llueve más. En esos días también hay que tratar de proteger el móvil del frío y de la lluvia. Si solo está chispeando no debería haber problema, pero cuando arrecia el temporal hay que vigilar que el agua no moje el terminal.
En este caso, un dato que puede indicar si un móvil es apto para usar con lluvia es su certificado de resistencia. El grado de protección se expresa con las siglas IP y dos números. En caso de que en lugar del número aparezca una X implica que no cuenta con protección. El primer dígito hace referencia a su protección contra polvo y el segundo a la resistencia a líquidos. En este sentido, para que el usuario pueda estar tranquilo y usar su móvil con lluvia, se recomienda una protección mínima IPX4, aunque lo recomendable es mínimo IPX7.
Los accidentes en la calle son más habituales en invierno que en verano a causa de las heladas. Si una persona resbala y se cae, el móvil, si no está bien protegido, también sufre un golpe.
Para la protección contra caídas hay que mirar también el certificado de resistencia y en este caso lo recomendable es un IP68 o incluso una certificación militar tipo MIL-STD-810G.
Sin embargo, esto no es perfecto y el resultado del accidente va a depender mucho del ángulo de la caída, la altura, el tipo de objeto contra el que impacte…
La solución, de nuevo, pasa por una buena protección. Las fundas rugerizadas son las mejores aliadas, además de los protectores de pantalla de buena calidad. Y por supuesto también un buen uso del dispositivo. Evitar llevarlo en la mano o usarlo mientras caminamos no solo puede reducir el número de caídas de los móviles, sino también los resbalones y las caídas personales accidentales. El móvil puede llegar a ser una importante fuente de distracción. Cuidado con esto.
Saber cómo proteger el móvil del frío y de la lluvia es importante para evitar accidentes indeseados. Llevarlo siempre con funda, evitar dejarlo sobre superficies que estén a la intemperie y cuidarlo de lluvia y cambios bruscos de temperatura son los mejores consejos para cuidarlo.
Por Noelia Hontoria