¿Dejas cargando el teléfono por la noche? Verdades y mentiras sobre su impacto en la batería

Consejos y trucos

Nos encanta contar con carga rápida en nuestros dispositivos, también con la comodidad del soporte inalámbrico. Aunque hay una realidad que no escapa a nadie: a muy pocos usuarios les da la autonomía del teléfono para más de una jornada intensa de trabajo o vida.

Casi sin tener la posibilidad de elegir otro momento, llegamos a la noche con la necesidad de recargar las pilas, tanto las nuestras como las de los dispositivos. El teléfono móvil es un fijo a la hora de pasar por boxes y hay que asegurarse de que a la mañana siguiente estará a tope de energía.

Por la noche el terminal se cargará con mayor tranquilidad que durante el día, ya que lo normal es que no recibamos la misma cantidad de notificaciones y llamadas. Si estamos durmiendo, tampoco lo vamos a utilizar con ninguna aplicación exigente. Todo esto es positivo, puesto que la carga podrá realizarse de una manera estable.

Cargar el teléfono por la noche, ni malo ni peligroso

Es cierto que hay muchos mitos y verdades alrededor de la carga del móvil, sobre todo en el caso de realizarla cuando dormimos. Hay que destacar que la tecnología actual de las baterías permite que se pueda tener el teléfono conectado a su cargador sin ningún problema.

Las innovaciones en baterías y cargadores han llegado tanto a la orilla Android como a la de los teléfonos de Apple. No podemos discriminar por sistema, ni encontraremos ventajas o inconvenientes importantes por ser de uno u otro bando.

En primer lugar, las baterías de todo terminal que haya salido al mercado en el último lustro están creadas con ion-litio. Una de las grandes ventajas de este cambio es que no tienen el efecto memoria que sufrían las tecnologías antiguas. Lo que quiere decir que no muestran una disminución apreciable de sus capacidades tras repetidas cargas parciales.

Las nuevas generaciones de este tipo de baterías tampoco sufren por tenerlas largos periodos conectadas a la corriente, que es lo que va a ocurrir durante la noche. No solo por su concepción en sí, sino también por la bajada de potencia cuando se supera un porcentaje alto de carga y la desconexión del flujo de entrada de energía cuando han detectado que están cargadas al completo.

¿Qué es lo que degrada la batería de nuestro teléfono?

La degradación de las baterías es ineludible. Estamos ante un componente que tiene una ‘vida’ limitada. Eso sí, podemos postergarla si tenemos en cuenta el factor que más daño hace a la batería: el calor.

El exceso de temperatura no es bueno para ningún componente del dispositivo, mucho menos para los elementos químicos de la batería. Con independencia de que sea de día o de noche, el teléfono se debe cargar en unas condiciones de temperatura que no compliquen el proceso.

Según el sistema de carga rápida, es posible que genere más calor, por lo que se puede interpretar como una fuente de desgaste. Por suerte, la mayoría están consiguiendo que este ‘sofoco’ se genere más en el cargador que en las propias baterías. En los casos en los que detectemos alta temperatura, no vendría mal repostar con un cargador de menos potencia. Tenemos toda la noche para hacerlo.

Otro punto de tranquilidad es que los teléfonos modernos tienen sistemas para disminuir la carga o interrumpirla si detectan que la temperatura es muy alta en la batería o el cargador. No podemos generalizar, pero ya hay cargadores que solo usan la cantidad necesaria en cada momento y se regulan según la temperatura.

La inteligencia artificial entra en escena

Tanto Android como iOS están evolucionando los sistemas de carga hasta un nivel en el que implican al software del teléfono. Incluso algunos cuentan con algoritmos basados en inteligencia artificial para mejorar los procesos. 

Un buen ejemplo es el reconocimiento de nuestras rutinas. Si el teléfono conoce que todos los días nos levantamos a una hora concreta, puede programar la carga de la batería para que se complete justo antes de que suene la alarma. Esto evitaría que pase toda la noche recargando de forma constante el pequeño porcentaje que pueda ir gastando.

En los teléfonos de última generación debemos confiar bastante en la inteligencia de los sistemas de carga y acudir a ellos de manera natural, cuando nos haga falta energía. No hay que aplicar siempre de modo estricto los porcentajes recomendados en los que hay que poner a cargar el teléfono. Eso sí, no es bueno dejar el dispositivo al 0 % durante mucho tiempo.

¿Carga inalámbrica o carga con cable por la noche?

Por la noche no hay un método menos seguro que otro. Aunque sí hay que tener en cuenta que el sistema inalámbrico suele ser menos potente y estará más tiempo realizando el proceso de carga. La tecnología que desconecta la carga cuando el teléfono está lleno está presente en ambas opciones.

La manera en la que duerme el teléfono

Para terminar, y a modo de reflexión, podemos poner sobre la mesa el modo en el que nuestro teléfono se queda cuando vamos a dormir. Hay muchos usuarios que lo apagan, consiguiendo un consumo de batería nulo y que no haya distracciones por la noche, pero también imposibilita la localización en caso de emergencia. Es el método más eficaz para una carga estable e ideal

Un paso intermedio es la desconexión en modo avión, que consume muy poca batería y evita distracciones, pero permite un acceso rápido en caso de que necesitemos conectarnos o utilizar aplicaciones como el despertador.

Por último, tenemos una opción ‘no molestar’ que todos los teléfonos contemplan. Depende mucho de cada sistema, pero en él podemos programar horas de actuación y comportamientos que habiliten las notificaciones.

Por Kote Puerto

Imágenes | Andreas Haslinger | Mikey Wu | Alexander Andrews

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